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CORREA, VENDEPATRIA Y PEÓN DEL IMPERIALISMO
Por: COORDIANDORA CAMPESINA POPULAR – CCP. (La Minga).
(en la foto, Correa, con el duo corrupto del Peru (Ollanta y su Nadine Heredia)
El sistema capitalista-imperialista se devora el planeta para hacer posible la concentración y centralización de la riqueza en los grupos de poder mundial. En la actual reconfiguración geopolítica, China disputa la hegemonía a las otras potencias imperialistas y para ello expande sus capitales en los cuatro hemisferios. La inversión de China en Latinoamérica se proyecta en 250.000 millones de dólares para los próximos 10 años, con lo que espera desplazar a la Unión Europea y a Estados Unidos. Una de las principales áreas de inversión directa del capital chino son las industrias de extractivas, entre ellas la minería, donde China no sólo está adueñándose de minas y proyectos mineros, sino de concesiones en extensos territorios donde se han localizado reservas, en la perspectiva del futuro agotamiento de los minerales.
Ecuador a noviembre de 2014 tenía una Deuda Externa de alrededor de $16.913 millones, de estos $6.589 millones correspondían a préstamos de los bancos Chinos y parte a la venta anticipada de petróleo a ese país asiático. En enero de 2015, frente al desplome de los precios del crudo, el presidente Rafael Correa viajó a China a rogar por más préstamos para cubrir el déficit fiscal, regresando con la promesa de $7.526 millones que la banca china entregará en varios desembolsos. De esta manera la duda de Ecuador con China podría aumentar en $4.000 millones este año.
Es lógico que el hiperendeudamiento permita a China posesionarse como el principal inversor en los sectores estratégicos de Ecuador. A través de Andes Petrolium y PetroOriental (subsidiarias de China National Petrolium Corp) controla el sector petrolero. En el caso de la minería, de los cinco megaproyectos declarados por el gobierno como “estratégicos” y “de interés nacional”, tres pertenecen a consorcios chinos: los proyectos de cobre Mirador (Zamora Chinchipe) y Pananza-San Carlos (Morona Santiago), de la empresa Ecuacorriente (Corriente Resources), que antes era de capital canadiense y hoy es 100% del consorcio estatal chino Tongling Nonferrous Metals Group Holding Co. Ltda. El otro megaproyecto es Río Blanco (oro), ubicado en la provincia de Azuay, que pasó de manos de la International Mineral Corporation (IMC, canadiense) al consorcio chino Junefield.
Con el peso del endeudamiento y la necesidad del gobierno de mayores ingresos para mantener el enorme aparto estatal que ha aumentado desproporcionadamente desde 2007, así como para su campaña electoral permanente que permita a los grupos ligados al partido gobernante seguir enriqueciéndose, su política en el sector de minería no puede ser otra que la de favorecer por todos los medios la penetración del capital transnacional, chino principalmente. En 2012 se firmó el primer contrato para la explotación de cobre con Ecuacorriente, a pesar de que el proyecto Mirador está dentro de uno de los últimos bosques protegidos al sur de la Amazonia, de que jamás existieron procesos de información ni Consulta Previa a las comunidades campesinas y pueblos indígenas de la zona, y de que por estas y otras razones este megaproyecto fue nulitado en el 2008, cuando una Asamblea Nacional Constituyente de plenos poderes emitió el denominado Mandato Minero.
Igualmente el Mandato Minero fue desacatado en el caso del proyecto Río Blanco, el cual se encuentra en el páramo andino dentro del Bosque Protector Molleturo-Mollepongo y en la zona de amortiguamiento de uno de los principales parques nacionales del país como es Cajas, de la que nacen importantes fuentes de agua que alimentan cuencas y subcuencas hídricas que van hacia la Costa y Amazonía del sur de Ecuador. Las comunidades impactadas por este proyecto tampoco fueron informadas ni consultadas.
Los proyectos Mirador, Pananza San-Carlos y Río Blanco, están directamente en manos de consorcios chinos, sin embargo también los intereses mineros de esta potencia impulsan otros proyectos en Ecuador, como es el caso de Intag (provincia de Imbabura, norte de la Región Andina), en donde la empresa CODELCO de Chile está tras el cobre de la Cordillera de Toisán, conjuntamente con la Empresa Nacional de Minería de Ecuador (ENAMI). Considerando que China es hoy el principal socio comercial de Chile, y que es el cobre lo que básicamente demanda, es lógico deducir el destino que tendría el cobre de Intag.
A más de los proyectos señalados, los otros dos proyectos “estrellas” del gobierno de Correa están igualmente en la Amazonía y Páramos de Ecuador. Se habla ya de negociaciones para la firma del segundo contrato para explotación en el proyecto Fruta del Norte, en la provincia amazónica de Zamora Chinchipe, no lejos del de Mirador. Este es un proyecto de oro que pertenece a la compañía canadiense Lundin Gold Inc. El último de los megaproyectos “estratégicos” también pertenece a una empresa canadiense: INV Metals es dueña del proyecto Loma Larga (anteriormente Quimsacocha), que explotaría oro en los páramos azuayos del Macizo del Cajas, declarado en 2013 Zona de Reserva de la Biósfera.
Para favorecer a las corporaciones de minería el gobierno no sólo ha desacato del Mandato Minero, ha violado reiteradamente la Constitución al permitir que continúen adelante estos megaproyectos pisoteando los Derechos Humanos y de la Naturaleza, además ha modificado el marco legal para atraer y garantizar la inversión extranjera en la minería; ha facilitado los trámites para la obtención de licencias ambientales, aprobando estudios que no tienen las mínimas garantías para la explotación minera en zonas de ecosistemas sumamente sensibles en las que se encuentran los proyectos. Para ablandar, dividir y obtener la licencia social ha creado un ente denominado Ecuador Estratégico con el que manipula y chantajea a las comunidades a través de la obra pública y que le sirve también para desinformar y hacer campañas mediáticas a favor de las corporaciones mineras. A la par con esto ha reprimido brutalmente la protesta de las comunidades contra la imposición de los megaproyectos de minería y ha criminalizado, judicializado y encarcelado a los opositores desde el 2007, llegándose incluso a utilizar figuras penales de delitos en contra de la seguridad del Estado como “terrorismo organizado”, “sabotaje”, “rebelión”. En este año, con la creación del Ministerio de Minas ha empezado una agresiva campaña de “búsqueda de inversión” y se prepara una nueva subasta de los territorios ecuatorianos para proyectos de minería.
En la práctica el gobierno de Correa ha demostrado que, a pesar de la fachada de “antimperialista” que se empeña en mostrar hacia el exterior, no es más que otra ficha de ajedrez que se mueve al antojo de los intereses imperialistas, en este caso para el control de los territorios y minerales. La Coordinadora Campesina Popular CCP, y otras organizaciones, sostuvieron desde el inicio mismo del régimen que sería la punta de lanza para la penetración del capital minero imperialista en Ecuador, y así ha sido, dado que es un gobierno que no responde a los intereses del pueblo. En estos 8 años la denominada “revolución ciudadana” ha reforzado el carácter semicolonial del país reprimarizando la economía, aumentando la infame Deuda Externa, y entregando para el saqueo el territorio ecuatoriano al capital internacional y a los monopolios locales.
Sin embargo la resistencia a los megaproyectos mineros continúa con firmeza. La Coordinadora Campesina Popular CCP lleva más de una década haciendo frente, junto con otras organizaciones populares como la Asociación de Campesinos de Limón Indanza ACLI, al gobierno vendepatria de Correa para impedir que estos megaproyectos de muerte se desarrollen, ya que ello significaría la pérdida total de la soberanía en los territorios donde se implantan, la consecuente conculcación de todos los derechos, garantías y libertades democráticas y la destrucción de ecosistemas fundamentales para la sobrevivencia de la Humanidad y del Planeta.
¡FUERA MINERAS IMPERIALISTAS!
¡VIVA LA LUCHA POR LA VIDA Y LA SOBERANÍA!
COORDIANDORA CAMPESINA POPULAR – CCP