3 de noviembre de 2024

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ECUADOR: CORREA INICIA REPRESIÓN CONTRA EL PUEBLO

Por: Kintto Lucas.

17 de diciembre de 2007

La represión en Dayuma, en la nororiental provincia de Orellana, muestra la incapacidad del nuevo gobierno ecuatoriano de comprender ciertos problemas sociales que se dan alrededor de las zonas petroleras.
Muestra la incapacidad de buscar soluciones que no representen reprimir a la población. Muestra la incapacidad de asesores presidenciales y ministros que no entienden nada de ciertas dinámicas sociales. Y además, deja nuevamente en evidencia la falta de comprensión de la interna militar.

Las declaraciones de cierto ministro encargado y de algún subsecretario, dejan claro que no entienden para nada cuál debería ser su trabajo en un gobierno de izquierda, y hablan de crimen organizado y otros cuentos que pueden existir, pero no justifican la represión. Tal vez solo buscan excusas para esconder su incapacidad en el manejo de ciertas crisis.

Con esa incapacidad de apreciar la realidad, digna de cualquier burócrata que pasa por un gobierno para tener un buen sueldito, ayudaron a regalarle una bandera a políticas muy cuestionadas y, sobre todo, al Partido Sociedad Patriótica del ex presidente Lucio Gutiérrez.

La denuncia de la represión por parte de organizaciones defensoras de los derechos humanos y el testimonio de algunas personas reprimidas son elocuentes, y basta conocer medianamente la zona para saber la dinámica social en esos lugares del oriente ecuatoriano.

Hace algunos meses, cuando se reprimió a sectores sociales que se oponen a la explotación minera a gran escala de empresas transnacionales que no aportan nada al país (alguna de las cuales vinculada con cierta gente de Lucio Gutiérrez), señalé en un artículo que un gobierno de izquierda o progresista podía tener mil errores, pero no podía nunca reprimir. El presidente Rafael Correa dialogó con los afectados y se mostró contrario a las concesiones mineras que se habían hecho, pero se declaró sin herramientas legales para solucionar totalmente el problema, trasladándolo a la Asamblea Constituyente. Creía que el mandatario había entendido la lección, ahora tengo dudas.

En otro artículo destaqué el hecho de que mandatario utilizara las “emergencias” para construir un país más igual en salud, educación, vialidad, y no para reprimir como gobiernos anteriores. Estaba seguro de que el presidente era consciente de eso y de lo que eso significaba simbólicamente, ahora estoy empezando a dudar.

Un presidente debe saber que pedir a los militares la resolución de una crisis y declarar la emergencia para eso, es prácticamente dar la orden de ir a reprimir, por la formación que éstos han recibido en ese sentido. Y cuando eso ocurre, la principal culpa no es de los militares sino del presidente. Si no lo sabe él, tal vez alguno de los burócratas que lo secundan lo sepan, aunque dudo porque de política militar no saben nada.

Tras el accidente en el que falleció la ex ministra de Defensa Guadalupe Larriva, señalé la necesidad de depurar el mando militar y tomar cuidado con los militares vinculados a Lucio Gutiérrez dentro de las Fuerzas Armadas. Casualmente, quien saca partido con esta represión en Dayuma es el partido del ex presidente.

En el libro Rafael Correa, un extraño en Carondelet, señalé que las ambigüedades del gobierno podrían ser comprensibles, nunca justificables, hasta que se elabore una nueva Constitución de quiebre con el pasado neoliberal. Eso era previsible por el juego en la correlación de fuerzas de un gobierno en disputa, lo que puede llevar en determinados momentos a realizar acciones de derecha como una expresión de las contradicciones internas. Sin embargo, hay acciones que en lugar de favorecer una cohesión entorno al presidente, lo desacreditan, siembran dudas, y en este caso además coloca a las fuerzas armadas en una posición peligrosa de enfrentamiento con la población, en lo que éstas han intentado no caer.

Sigo confiando en el proyecto de cambio y particularmente en el presidente, y quiero no tener dudas de su gobierno, pero ojala se asesore con gente que conoce la realidad social y la realidad militar, no con quienes aparentan conocerla. Una buena parte de los cuadros del gobierno y los que se mencionan como posibles nuevos cuadros inspiran dudas.

Lamentablemente, los hechos de Dayuma me han dejado una inmensa preocupación que comienza a transformarse en duda…

Tintají