3 de noviembre de 2024

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VENEZUELA UNA TRAMPA PARA REVOLUCIONARIOS

Por: Luis Arce Borja.

8 de septiembre de 2011

El caso de los tres vascos.

Tres refugiados vascos que llegaron a Venezuela en barco desde Cuba. En la playa fueron detenidos por la policía de este país. Los hechos ocurrieron el 31 de agosto de este año y han sido acusados de ingreso ilegal a Venezuela. Ahora el gobierno de Chávez se alista para entregarlos a la policía española. Los vascos encarcelados en un cuartel militar de Caracas son Elena Barcena Argüelles, Xabier Pérez Lekue e Iñaki Etxarte. Ellos son acusados de pertenecer al grupo ETA y desde España el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco los sindica de ser los intermediarios de ETA y las FARC. Ellos residen en Cuba desde hace 20 años como refugiados políticos. Las desavenencias entre los tres vascos y el gobierno cubano, señalan ellos, es causa que las autoridades de ese país no cumplen con el derecho que tienen todos los refugiados políticos del mundo de circular libremente por cualquier país del mundo, a excepción del país de origen de los refugiados. Las autoridades cubanas no les permiten salir del país.

Chávez, a pesar que se pasa la vida gritando su revolucionarismo, ha dado muestras suficientes de ser un colaborar eficiente de los planes contrainsurgentes del imperio y de algunos gobiernos reaccionarios de America Latina. En diferentes oportunidades ha señalado que el “Gobierno Bolivariano ratifica su compromiso inquebrantable en la lucha contra el terrorismo”. (2011). A nivel internacional es un aliado del narco-gobierno de Juan Manuel Santos de Colombia. En abril pasado, sin escuchar las protestas de organizaciones, partido políticos y miles de personas, apresó y entrego a la policía colombiana a Joaquín Pérez Becerra, periodista, director de la Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL). Ese hecho dio lugar a que Chávez reciba el calificativo de “villano y peón de la estrategia imperialista”. (José Antonio Gutiérrez D. abril de 2011).

Los seguidores del gobierno venezolano, que en razonamiento político pueden competir con una manada de borregos, pretendieron justifica este hecho con el ridículo subterfugio de que todo ello fue una “trampa” contra-revolucionaria” (seguramente fabricada por la CIA) para manchar la inmaculada imagen de Chávez. Antes del caso Pérez Becerra, el 25 diciembre del 2010 Nilsson Albín Terán Ferreira (Tulio), un líder del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que residía en Venezuela fue capturado por la policía y entregado a las fuerzas armadas de Colombia. En el mismo mes de diciembre en otra parte de Venezuela, el ejercito capturo al revolucionario colombiano Luis Ferney Saavedra Benavides (Óscar Nobles) y entregado a la policía colombiana. Otro caso es el Walter Wendelin, militante de la izquierda vasca. Los primeros días de abril del 2010 fue detenido en el aeropuerto de Caracas y sin ninguna razón fue impedido de visitar Venezuela y al siguiente día fue expulsado a Francia.

No es primera vez que el gobierno del presidente Chávez viola la constitución y las leyes para apresar a una persona vinculada con el movimiento social y político, decía en junio del 2002 Provea (Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos), cuando el gobierno apresó y deportó a Víctor Galarza, ciudadano de origen vasco quien se encontraba con toda su documentación en Venezuela y tenía más de 12 años residenciado en el país. Luego, en diciembre del mismo año 2002 el gobierno de Chávez entregó a la policía española a Sebastián Echaniz Alcorta, un militante nacionalista vasco acusado de pertenecer a ETA. Por estas deportaciones policíacas y arbitrarias el gobierno fue denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la ONU.

Al inicio del 2009, el gobierno de Chávez entregó a la policía colombiana a 15 presuntos guerrilleros del ELN. En Mayo del 2009 Carlos Emiro Bustamante Rincón, Diego Armando Pérez Medina, Yaneth Fernández, Benjamín Terán y Gregoria Monterrosa acusados de subversivos por la policía colombiana fueron detenidos y entregados al ejercito de Colombia.
En Noviembre del 2010, Osvaldo Espinoza supuestamente militantes de las FARC-EP, y Priscilla Ayala y Nelson Navarro sindicados como militantes del ELN, fueron apresados y entregados a Colombia. El 17 de marzo del 2011, el servicio de inteligencia de venezolana apresó a dos presuntos guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Carlos Tirado y Carlos Pérez. En 48 horas después fueron entregados a la policía secreta colombiana.

Frente a esta situación, resulta ridículo y convencional que el “colectivo de refugiados y deportados políticos vascos en Venezuela”, en lugar de defender a los vascos detenidos, se siga arrastrando a los pies del gobierno venezolano. En el caso de Venezuela, políticamente es correcto tomar distancias de las posiciones contrarrevolucionarias que pueden afectar al pueblo, pero cerrar los ojos y dejar pasar groseras injusticias, es convertirse en un miserable colaborador policial y un vulgar fanático del gobierno chavista. El comunicado de este comité publicado en diferentes medios de comunicación sobre el caso de los tres vascos detenidos en Venezuela es contrario a una elemental solidaridad internacionalista. Solo han abierto la boca para decir: “Sí queremos, desde estas líneas, mostrar nuestro profundo respeto hacia los gobiernos revolucionarios de Cuba y Venezuela...” (Comunicado del colectivo de refugiados y deportados políticos vascos en Venezuela, 11 de septiembre del 2010).

La hipocresía de este grupo desciende al límite de la indecencia. Su mensaje rastrero solo sirve para pasarle el mensaje a Chávez y asegurarle que la represión y encarcelamiento de Elena Barcena Argüelles, Xabier Pérez Lekue e Iñaki Etxarte, nada cambiara en el aspecto del rastrismo político. Todo seguirá como antes y Chávez continuará en el pedestal de la “revolución socialista y antiimperialista” de Venezuela y America Latina.