3 de noviembre de 2024

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El Gobierno bajo el ropaje de izquierda.

ARGENTINA: DERECHIZACIÓN E IMPUNIDAD

Por: Prof. Juan Carlos Sánchez.

17 de junio de 2007

(ARGENPRESS.info). La actual coyuntura, signada por lo electoral, vuelve a recordarnos las consecuencias de la dictadura militar de 1976 y las imposiciones imperiales, funcionales a ellas, sobrevuelan las bancas del Congreso Nacional luego de haberse aprobado raudamente un proyecto de ley en el Senado que facilitará la calificación policial y judicial de las protestas sociales como terroristas.

En el marco de una elección de Jefe de Gobierno a la que pretende darse una polarización entre un supuesto progresismo y un fantasma del pasado, nos encontramos, en realidad, con un proceso acelerado de derechización en lo político que alienta la continuidad de la impunidad en la Argentina. Sin embargo, lo cierto es que el Gobierno Nacional, bajo el ropaje de izquierda, muestra su verdadera cara con la continuidad del modelo económico y social en la praxis y ahora, tal como hemos dicho anteriormente, con este proyecto que se debatirá en la Cámara de Diputados amenaza con profundizarlo mediante la represión explícita de los reclamos sectoriales, en consonancia con la nueva Doctrina de la Seguridad Nacional, alentada desde el Imperio, cuya hipótesis de conflicto se encuentra centrada en los reclamos populares.

Por otro lado, a 8 días de un nuevo aniversario de la desaparición del compañero Jorge Julio López, nos encontramos con el secuestro y posterior liberación de Felisa Marilaf, sobreviviente del campo de concentración La Cacha, cuyos responsables respondían a las órdenes del genocida Ramón Camps. Y sus captores sabían perfectamente que poseía el celular provisto por el Servicio de Atención a la Víctima, lo cual indica que el Gobierno Nacional y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires nada han realizado para desarticular a estos grupos parapoliciales y paramilitares denunciados en el discurso presidencial de diciembre pasado. A esto se suma, tal como reza el comunicado de la Asociación de Ex-Detenidos Desaparecidos, la actuación de la Policía Bonaerense que obliga a la realización de la denuncia en la Comisaría 5º de La Plata, conocido campo de concentración durante la dictadura militar.

Resulta indudable que el Estado no puede o no quiere controlar a estos grupos y ello consolida la impunidad reinante, la que se manifiesta sobradamente en los ámbitos policiales y judiciales. Impunidad en el caso Skanska, en el caso Kevin Sedano; en suma, impunidad por doquier...

No nos engañemos. El actual Gobierno Nacional ha decidido mostrar su verdadera cara, la misma que viene escondiendo y que, de vez en cuando, ha aparecido. Desde la ’izquierda siniestra’ de marzo del año pasado a la remisión del proyecto de ley antiterrorista que se está tratando en el Congreso Nacional, viene alentando un proceso paulatino, sin prisas pero sin pausas, destinado a la consolidación de una derechización tendiente a perpetuar su permanencia en el poder para, precisamente, evitar que la otra derecha ocupe su lugar luego de las elecciones de octubre. ¿Hay diferencias entre una derecha y otra?. Sinceramente, no existe. Tal vez, esta derecha kirchnerista será más aceptable para un medio pelo que pide represión a los cuatro vientos para los cortes de calles, para aquellos que defienden sus derechos, porque piensa que solamente existen sus derechos y no, los de las grandes mayorías populares.

Derechización e impunidad vienen signando este tiempo. Y es grave que así sea. Y es un cóctel muy peligroso para un Estado de Derecho amenazado por estas bandas que pretenden condicionarlo. Tan peligroso que ni siquiera nos damos cuenta acerca de su verdadera dimensión y cobra fuerza la vieja definición de Bertold Brecht : ’ Primero se llevaron a los comunistas, pero a mí no me importó porque yo no lo era; enseguida se llevaron a unos obreros, pero a mí no me importó porque yo tampoco lo era; después detuvieron a los sindicalistas, pero a mí no me importó porque yo no soy sindicalista; luego apresaron a unos curas, pero como yo no soy religioso, tampoco me importó; ahora me llevan a mí, pero es demasiado tarde...’

Jamás olvidemos que impunidad significa también desaparición de derechos, no sólo su cercenamiento. En consecuencia, ante esta derecha feroz, la disfrazada de izquierda y la pura, encarnada por los cómplices de los represores y genocidas, solo cabe la movilización permanente porque los derechos siempre son producto de la lucha y nunca lo son por concesión del príncipe; es decir, le son arrancados a él...

Este es el desafío que debemos enfrentar, mientras el compañero Jorge Julio López sigue desaparecido y las amenazas contra los militantes populares, al igual que la represión, se siguen incrementando para consolidar el proyecto soñado y acariciado por la oligarquía de los Martínez de Hoz y de los Macri, con la colaboración de una derecha conservadora disfrazada de izquierda que solamente atina a izar el fantasma de la otra derecha con el fin de perpetuarse en el poder y allanar el camino a los mismos objetivos oligárquicos mediante la profundización del actual modelo.