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Cárcel de Ezeiza: testimonio de Raúl Paiba Cossios.
UN PERUANO EN LA CARCEL FASCISTA DE KIRCHNER
Nota de redacción. Esta denuncia la acabamos de recibir desde Argentina, y al leerla nos invade una sensación de indignación contra el régimen de Argentina que internacionalmente se presenta como “progresista y antiimperialista”, pero que en la práctica no es otra cosa que un gobierno fantoche y títere de los Estados Unidos. Kirchner que se abraza cotidianamente con las madres de la Plaza Mayo, y que tiene el apoyo la izquierda infecta y oportunista de este país, no es otra cosa que un facho disfrazado de demócrata. Para ello basta ver lo que sus esbirros hacen el las prisiones, donde los presos son sometidos a los peores vejámenes violatorios de cualquier indicio de los derechos humanos. El caso que aquí presentamos, es suficiente para entender que Argentina sigue siendo ese país de los gorilas donde la vida no vale nada. En este testimonio, Raul Paiba Cossios, un peruano como nosotros, y luchador social, cuenta su estadía en uno de los infiernos de Argentina.
RAUL PAIBA
Raúl Paiba Cossios, dirigente de la Federación de Docentes universitarios de Perú, acusado de "terrorista" por ser opositor al régimen de Fujimori y Alan García, había sido detenido al ingresar a nuestro país. El martes fue declarado refugiado político para Argentina, pero la documentación todavía no llegó al juzgado para su libertad. Transcribimos una carta escrita por él en un rollo de papel higiénico y entregado a su abogado, Claudio Pandolfi, donde relata el maltrato recibido y la discriminación por ser activista político peruano.
TESTIMONIO.
Carta de Raúl Paiba desde la cárcel de Ezeiza, con fecha del 6 de mayo.
Cerca de las 9 AM del miércoles 2 de mayo, 40 efectivos del Grupo Requisa ingresaron violentamente, obligando a los internos a dirigirse como estaban al patio del pabellón, siendo los más
perjudicados los del segundo piso, ya que de acuerdo a la programación les tocaba salir de su celda a las 10.30 AM. En ese piso estaba yo. El pabellón tiene dos pisos con 15 celdas individuales en el primero y 15 en el segundo, que salen de la misma alternadamente, es decir un día el primer piso de 8.30 a 10.30 y el otro piso al otro día en esa hora, cada dos horas de duración, que nos permite bañarnos SI HAY AGUA, lavar la ropa y recoger agua, ya que a pesar de que las celdas tienen lavatorio y tasa para sus necesidades, NO HAY agua (se recoge en botellas, baldes, bidones u otros). Tuve suerte porque me levanté temprano para entregar al guardia de turno unas solicitudes de audiencia para el médico y otra para la biblioteca por la entrega de unos libros. Los demás compañeros salieron con lo que estaban durmiendo, algunos no alcanzaron a ponerse las zapatillas.
En el patio, a la mano izquierda, fuimos apiñados en 5 filas pegaditos con la cabeza agachada, pegada a la espalda del de adelante, golpeándonos con palos a algunos, los más bajos en la cabeza y a los más altos en la espalda.
Luego llamaban por celdas, salía del grupo y le hacían desnudarse totalmente, entregar la prenda al guardia de requisa, refregábamos nuestros calzoncillos como si los estuviéramos lavando, igual con las medias, levantábamos las manos, nos hacían abrir la boca, nos levantábamos el pene para que el guardia vea nuestros testículos, luego nos volteábamos de espadas hacia él, levantando alternadamente los pies para que nos viera las plantas, nos ordenaba que nos vistiéramos mientras registraba el calzado que teníamos y al grito de ¡¡alto!! corríamos donde estaban armando un nuevo grupo con lo que alcanzábamos a ponernos, cabeza gacha, recibiendo insultos permanentes: "apestosos", "dan asco".
Después te llamaban por celda y tenían que ir corriendo a tu celda, en el camino como callejón oscuro te golpeaban con palo donde te cayeras, en tu celda te esperaban tus pertenencias revueltas y algunos con preguntas que contestar.
Qué pasó en mi caso?.
1- No pude hacer las cosas con la velocidad que querían, porque las escaleras son de fierro, resbalan. Cuando llegué abajo me hicieron regresar para que repitiera mi bajada, compitiendo con otros que trataban de pasar todos a la vez para no ser castigados, en la punta de la salida al patio (en mi caso debido a mi tumor en el cerebro lado parietal derecho pierdo el equilibrio fácilmente).
2- Cuando llegué a la puerta me empujaron con escudos y golpes con palos por la cintura y brazos (cada uno tenía casco con protector de rostro que desformaba su cara, un escudo, unos palos de madera y otros con palos de gomas).
3- En el patio, cuando me desnudé, me preguntó: "¿de donde eres?", "peruano", le contesté, agarró un palo y me golpeó un brazo diciéndome: "por culpa de tu país perdimos Malvinas, peruano que viene a quitarle el trabajo a los nuestros".
4- En el grupo que ya habíamos pasado por desnudarnos y éramos llamados para ir a nuestras celdas, con sus escudos nos empujaban con fuerza para que nos golpeáramos entre nosotros. Había un preso con nacionalidad árabe que repitió algunas palabras "no sé castellano", "gracias", "agua" y como no contestó cuando nombraron su celda le pegaron con todo, y él gritaba "¡¡no sé castellano!!", y se burlaban más y le pegaban.
5- Cuando llegué a mi celda había 6 del equipo de Requisa con el que los dirigía. Todas mis cosas estaban en el suelo y los documentos en la mesa, que eran fotografiados con cámara digital. El que dirigía el grupo me dijo: "peruano senderista, ¿a cuantos te cargaste?, eres igual que el otro senderista Ruthi, seguro que están coordinados para cargarse más gente".
6- Seguidamente me preguntó por qué tenía esos documentos (sentenciados de Chile, documentos de ACNUR emitidos en 1992, carta del juez chileno emitida para salir de Chile a Argentina, agenda personal, pasajes de regreso a Chile de Líneas Argentinas, constancia de salidas de Chile y entradas a Argentina, copia de las especies de valor, dinero y otros otorgado por Interpol-Argentina, teléfonos de mi abogado Claudio Pandolfi, de Juan Mondelli del ACNUR, tarjeta personal de la abogada de la Fundación de Iglesia que acompaña a Refugiados en este país, tríptico de Fundación que trabaja en tema de SIDA en las cárceles, teléfono de Jorge Richar abogado SERPAJ de Argentina, proyectos ASOSIDA, mails recibidos del lV foro latinoamericano y del Caribe sobre SIDA y ITS, entre otros), y ordenó que les tomaran fotos.
7- Posteriormente me preguntó "¿estos son tuyos?" (un billete de $10 argentinos y un billete de 1000 pesos chilenos). "Si señor", le respondí. "¿Usted sabe que está prohibido tener dinero en el penal?" Le respondí que nadie me había comunicado de ello. "¿De dónde lo sacó?"... Le indiqué que el billete de $10 me lo dejó el Dr. Jorge Richar del SERPAJ, para que encargara a mi visita tarjetas para llamadas a larga distancia, para mantenerme comunicado con mi familia que está en Chile y Perú. Respecto al billete de 1000 pesos, cuando fui trasladado del Juez de Lomas de Zamora a la cárcel, después de haber sido revisado en INTERPOL-Argentina y levantar un acta del dinero que poseía, en la mesa de ingreso al penal donde estaban ubicados cuatro funcionarios que te ven la salud, documentación personal, el que revisó mi ropa me preguntó por ese billete que había quedado en un bolsillo de mi pantalón el cual no había detectado por haber estado la mayoría del tiempo esposado, le contesté que era un billete de 1000 pesos chilenos. "¿A cuánto equivale?". "Mas o menos 1,7 dólares" y lo dejó en la mesa. Me preguntó si era eso todo el dinero que tenía y le contesté que la INTERPOL lo tenía. Después de vestirme y cuando me retiraba me dijo "llévate esa mierda chilena" y me lo guardé en el bolsillo del pantalón. Ambos billetes estaban a la vista y juntos en un mismo lugar.
Me dijo el que dirigía la requisa "Esto es un delito, es una infracción y te voy a sancionar" y ordenó registrar todo al que tomaba fotos y se retiró. Tomaron fotos a los dos billetes luego se dirigió a mi y me pidió que me pusiera contra la pared y me tomó fotos de frente, de espalda, perfil derecho e izquierdo, me ordenó sacarme toda la ropa y quiso tomarme fotos en esa condición y le dije ¿Estás loco? Se acercaron cuatro de la requisa que estaban contra la puerta y dentro de mi celda con intenciones de golpearme nuevamente, por lo que no puse mas resistencia y seguí sus instrucciones, me tomaron fotos desnudo de frente, espalda, perfil derecho e izquierdo y me ordenó el que tomaba fotos que me vistiera, entrando uno de la requisa con un libro de registro y me ordenó firmar y con aclaración de firma seis renglones en blanco y se fue. Quedaron en mi celda tres de la requisa que en una sábana tirada en el suelo tiraban ropa seleccionando de la que tenía, me amarraron, me esposaron las manos adelante y uno de ellos me puso el paquete hecho con mis sábanas en las manos y me dijo "Corre viejo" y me sacó corriendo de mi celda, bajando las escaleras con el que llevaba del brazo, salimos de mi pabellón y nos dirigimos hacia la administración, en el camino el de la requisa que me llevaba me decía a modo de consejo " Viejo tienes que ser rápido, no mirarnos la cara tener la cabeza siempre mirando el suelo, y así la pasas bien la requisa". En la administración me embarcaron en un bus que pasó por varios lugares dentro del penal hasta que me entregó a los encargados de las celdas de sancionados que me agregaron a mi equipaje un plato, dos cucharas un jarro y un cuchillo todos de plástico. El que me abrió la celda donde me ubicaron me dijo "tiene derecho a una hora de salida diaria a partir de mañana". Cuando le pregunté "¿hasta cuándo estaré acá?", me respondió "no sé".
8- Esta celda es del mismo modelo y dimensiones que la de la "J", con la diferencia que sale agua en el caño todo el día, el water (inodoro) también tiene agua pero está totalmente sucia, las paredes y piso llenas de cucarachas chiquitas, no tiene luz, la taza del water asquerosa con restos de excrementos pegados y secos, el lavatorio con restos de comida secos, pedazos de periódicos en el piso con excrementos de mosquitos, zancudos, el colchón húmedo huele a podrido, la ventana tiene una malla de protección de fierro en la parte de afuera con residuos de pan y comida. Le pedí una escoba para limpiar la celda, pero me dijo que no había.
A la hora de la comida te abren la puerta y te piden que dejes tu plato y tu jarro (taza) afuera, en el suelo que esta totalmente sucio, cierran la puerta y después de 15 a 20 minutos te la abren para que salgas a recoger tu plato, que está repleto (totalmente lleno), horneado con la especialidad de la casa especialidad de la casa: Guiso de fideos acompañado con huesos, con un poquito de carne putrefacta que es lo que le da el mal olor, con cucarachas pequeñas que han logrado trepar o están trepando al plato, un pan tipo baguet con algunas cucarachas encima (el pan en el suelo) y la taza con mate cocido bien caliente, que es con lo único que me estoy alimentado.
Buenos Aires 6 de mayo 2007.
Un Médico legista constató los golpes. El Juez ordenó que me retomaran a mi celda "J" inmediatamente.
Hasta hoy no me indican por qué estoy sancionado y hasta cuándo.
Me han quitado mis lentes y por ahí conseguí este lapicero que puede costarme otra sanción.
Rechazaron mi excarcelación en el segundo juzgado de Lomas de Zamora el viernes 6 y apelé inmediatamente.
Nosotros estuvimos presos y sabemos lo que nos falta y lo que se necesita para lograr la victoria y si en esta lucha se acaba la vida, que sea para mejorar la situación de nuestros compañeros y compañeras y respeto pleno del status de refugiado, como arma de defensa de los luchadores políticos-sociales de nuestro pueblo.
Un abrazo y saludo para los compañeros de lucha.
Raúl Paiba.