7 de octubre de 2023

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USA: ¿ADONDE VA EL MOVIMIENTO PRO INMIGRANTE?.

Por: Socialist Worker.

15 de septiembre de 2006

El movimiento por los derechos civiles de los inmigrantes en EE.UU. se encuentra en un período de reflexión y reagrupación después de las megamarchas de la pasada primavera, y del aparente fracaso de alguna reforma migratoria en el Congreso.

Los logros del movimiento no se pueden ignorar. Las marchas no sólo sacaron de las sombras a los inmigrantes, además hicieron que el proyecto de ley de Sensenbrenner, que hubiera criminalizado a todos los indocumentados, fuera inviable. Sin embargo, el movimiento enfrenta ahora una reacción anti inmigrante en la forma de acciones de grupos racistas como los Minutemen, o legislación represiva y discriminatoria aprobada por congresistas, legislaturas estatales y gobiernos locales.

En esta coyuntura política, cuando no existe la posibilidad de que se apruebe una reforma migratoria, las líneas de debate entre los defensores de los inmigrantes se han hecho confusas. Debido a que no hay una específica propuesta legislativa que obligue a los sindicatos y organizaciones comunitarias a tomar una posición a favor o en contra, puede parecer que todos están unidos por un mismo tipo de reforma migratoria.

Pero no debemos olvidar que sólo hace pocos meses atrás, el movimiento estaba dividido entre quienes abogaban por una legislación que hubiera dividido a los inmigrantes en varios grupos y que además incluía un nuevo programa bracero, y quienes apoyaban una legalización para todos, rechazando todos los programas de trabajo temporal.

Éstas divisiones volverán a surgir, especialmente en caso de que los Demócratas ganen la mayoría en una o ambas cámaras del Congreso y traten de aprobar una "reforma migratoria integral."

Mientras varios sectores del movimiento consideran este período como una oportunidad para promover un voto por los Demócratas en los comicios de noviembre, nosotros debemos preguntarnos: ¿por quién vamos a votar?

Tanto los Demócratas como los Republicanos respaldan medidas represivas y quieren proyectarse como "duros" sobre la cuestión de la seguridad fronteriza.

Como siempre, los políticos solamente nos hacen caso cuando aumentamos la presión en las calles, los centros de trabajo y las comunidades. Por lo tanto, fue importante que la ala pro amnistía del movimiento fundara la Alianza Nacional por Los Derechos de los Inmigrantes en agosto durante una reunión nacional que se celebró cerca de Chicago.

La nueva alianza provee un centro organizador donde los activistas pueden responder coordinadamente a los nuevos ataques y prepararse para la próxima etapa de la lucha.

También una campaña contra las redadas y deportaciones, la que comienza construyendo solidaridad con Elvira Arellano -una activista e indocumentada que se refugió en una iglesia en Chicago en vez de acudir a una cita de deportación. Tenemos que aliarnos con el movimiento laboral, pero tenemos que asegurarnos que los sindicatos tomen en serio las exigencias de nuestras y sus propias filas.

La asociación, dada a conocer en agosto, entre la AFL-CIO y la National Day Laborer Organizing Network (NDLON), una red de organizaciones de jornaleros, representa un pequeño paso adelante. Pero esta alianza tendrá que desarrollarse en una la lucha real dirigida por los propios trabajadores-y no por medios de una alianza burocrática.

Finalmente, el movimiento ha emergido gracias al empuje de la comunidad inmigrante latina y mexicana, pero necesita ampliarse para incluir todos los grupos de inmigrantes que podamos, especialmente los provenientes de las comunidades árabes y musulmanas que han sufrido tanta represión y discriminación.

Este período nos da la oportunidad de armarnos políticamente para las luchas que sabemos va a llegar.

Septiembre 2006.