7 de octubre de 2023

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PERU: ENTRE LAGRIMAS DE COCODRILOS Y TIBURONES.

29 de julio de 2006

A continuación reproducimos un artículo de Manuel Lajo, un intelectual que durante muchos años estuvo ligado a la difunta “Izquierda Unida”, y actualmente convertido en partidario de Ollanta Humala. La nota de Lajo resulta ejemplarizador del sin rumbo y la falta de perspectivas que existe en los individuos y grupos que se reclaman “oposición” al flamante regimen de Alan Garcia. Esta nota muestra también los lloriqueos de aquellos “izquierdistas” que se subieron al galope al carro electoral de Humala, y que ahora sufren su mala suerte de sentirse “traicionados” por el “viril líder nacionalista”. El grupo político de Ollanta Humala no ha tenido ningún problema de por medio para tranzar con el nuevo inquilino de palacio presidencial. Se sello la unidad Humala-García Pérez.

Desde el titulo del articulo de Lajo, la cosa viene cargada de ese cretinismo político característico en la izquierda caviar del Perú. “Evitemos capitulación alanista y debilidad del nacionalismo”, dice Lajo. ¿Capitulación en el aprismo?. Que tontería, el APRA desde su fundación en los años 20 ha sido un partido de los grupos de poder del Perú y del imperialismo americano. Suplicar que Alan García no capitule, resulta tan ridículo como cuando en 1985 (la primera vez que llego al poder García) la Izquierda Unida le pidió a García Pérez “cumplir su mandato histórico” y resolver las “reivindicaciones de las clases populares”. Los resultados de ese gobierno, como ya se conoce, fueron brutalmente desatrozos, y sin ninguna duda, ahora será peor.

EVITEMOS CAPITULACIÓN ALANISTA Y DEBILIDAD DEL NACIONALISMO.

Por: Manuel Lajo Lajo.

Es insólito lo que está pasando en la política peruana. Pese a ganar en primera vuelta y representar en la segunda, algo menos que la mitad de la voluntad ciudadana, el PNP-UPP liderado por Ollanta, por falta de cohesión (explicada por el liderazgo cortoplacista de UPP y la inexperiencia del PNP) y oficio y voluntad de poder, ha cedido exageradamente posiciones:

1. En la instalación del nuevo gobierno

Perdió la oportunidad de negociar con Alan García las reglas de juego para una oposición de masas y en el Congreso, cuyo liderazgo ollantista nadie discutía y para exigir el cumplimiento de ofertas en que había coincidencia PNP-APRA.

Es esta inacción la que permitió que el lobby pro TLC impusiera al APRA su entreguismo ante los mercantilistas de Toledo -Bush y que terminaran ’ratificando’ el TLC con tres horas de ’debate’ en el envilecido Congreso pocos días después que el propio García ofreciera discutir ’línea por línea’ el TLC toledista. Con 44 de 120 congresistas electos más los 14 opositores del actual Congreso bastaban para frustrar la ’ratificación’. El gesto de protesta de una decena de ellos en el Pleno esa noche debe ser saludado pero no logra revertir la falta de destreza política en un asunto crucial.

Es esta inacción la que podría postergar, otra vez para las calendas griegas, el fin de la Constitución fujimontesinista del 93. Aun es tiempo: el discurso de AGP debería recoger la voluntad de las mayorías nacionalistas y apristas para no transar con la Constitución corrupta y neoliberal. Pero esto se logra exigiéndolo directamente y no mediante el silencio

2. En la entrega del Congreso a una alianza APRA-Derecha

Pero es en la conformación de la nueva conducción del Congreso donde se observa los mayores errores. El APRA, con solo un 20% de la votación asegura la Presidencia y 1ª Vicepresidencia gracias a su alianza con Unidad Nacional y ¡el fujimorismo! pero, sobre todo, por la miopía del sector UPP que prefiere una 2ª vicepresidencia transitoria. La estructura corrupta y corruptora del Congreso está haciendo todo el trabajo: convertir la ola nacionalista y popular mayoritaria en una nueva camada de otorongos en la búsqueda de chambas y privilegios, impotentes ante la continuidad del manejo corrupto del Congreso.

¿Puede haber mayor vergüenza para los representantes de la mitad nacionalista de los electores, haya tenido que jurar sus cargos ante un tránsfuga (Torres Caro) y una cabecilla de la organización criminal fujimorista (Martha Hildebrandt), impune de sus delitos y trasgresiones constitucionales -como la defensa pública de los tránsfugas en julio 2000- por complicidad y negligencia muy bien rentada del Congreso que terminó hoy?

¿Puede haber mayor vergüenza que José Vega, vicepresidente UPP-PNP tenga que ser minoría en la Mesa Directiva que comparte ahora con M.Luisa Cuculiza, la recordada ministra de los vladivídeos con Montesinos?

El problema es que la política peruana, el Congreso, el Estado y los medios de comunicación manejados como en los tiempos de Montesinos, constituyen todavía eficaces vías corruptoras que seducen con ventajas individuales y ’chambas’ a los pequeños líderes que encuentran allí formas de salir de la pobreza y el anonimato... aunque dilapiden, de inicio, el inmenso capital político y la esperanza de las luchas y los mártires del pueblo.

Pero nunca será tarde:

1. Desmontemos la corrupción en nuestras filas impidiendo que los congresistas populares sean cooptados por las mafias criollas y sus privilegios ilegales.

2. Logremos que el TC declare nula la inconstitucional ’ratificación’ del TLC toledista.

3. Exijamos respeto en el mensaje presidencial de la voluntad de las mayorías expresada en la votación.

4. No transijamos con la delincuencia política fujimorista: relancemos la lucha anticorrupción sin tomas y dacas ni canje de impunidades.

5. Refundemos la política, como se prometió a todo el pueblo, recibiendo su mandato irrenunciable.