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Colombia:
LA HISTORIA NO ABSOLVERA A LOS SANTANDERISTAS
Por: Alberto Pinzón Sánchez (*).
A mediados del siglo xx, en la Orinoquia se libraba otra Guerra Civil mas, de esas DIEZ Guerras sectarias con que la Oligarquía Santanderista Colombiana con la ayuda de las altas jerarquías de la Iglesia, durante todo el siglo anterior había enfrentado a los campesinos Liberales y Conservadores con el fin de dominarlos mediante el reclutamiento forzado, controlar la situación para lograr lo que hoy se llama gobernabilidad y permitirse continuar saqueando de manera compartida el tesoro de la Republica. Los campesinos obligados se mataban a machetazo limpio, incitados por los gamonales locales, mientras estos se repartían en acuerdos bipartidistas, las tierras baldías y colonizadas y sobretodo el presupuesto llamado Nacional. Esto está plenamente esclarecido y no constituye ninguna novedad científica.
La llamada por los investigadores ’ Violencia’, desatada en 1948 contra la ’chusma’ seguidora de Gaitán, por el Falangismo Fascista de los gobiernos conservadores de Ospina Pérez, Laureano Gómez y el sordo Roberto Urdaneta; encontró una tenaz resistencia Guerrillera en todo el país. En las regiones del Carare, en el llamado Tolima Grande y especialmente en los llanos de la Orinoquia colombiana en donde se destacaron varios dirigentes, como Guadalupe Salcedo y Eliseo Velásquez.
Y sacando a la luz el tan escondido eslabón histórico que une la lucha pasada con la presente; el historiador Gonzalo Sánchez citado por Rafael Pardo Rueda (valga decir la Embajada Americana), en la compilación que hizo para colpatria/cerec 2001, titulada ’El Siglo Pasado’, pag 328, señala : ’Cuando el campesinado tuvo que empezar a luchar igualmente contra el policía o soldado que actuaba como brazo armado de la represión oficial y del terrateniente Liberal, la naturaleza de la lucha cambió: ya no era la Guerra Civil, era la lucha de clases. Como dijera Eduardo Franco Isasa en la pagina 172 de su libro: Ciertamente, La Peonada había cambiado su mentalidad’
A Guadalupe como se sabe, lo mataron los esbirros del pavoroso SIC (servicio de inteligencia colombiano) una vez creyó en las palabras de los gamonales Liberales que lo azuzaron y pactó con el Gobierno, la entrega suya y de sus compañeros de armas. Eliseo en cambio, pudo retirarse por el río Meta hasta Venezuela en donde encontró refugio y solidaridad. Sabedor el gobierno Falangista colombiano, de inmediato inició una sorda y sórdida actividad para ’traer como sea, semejante enemigo a casa’.
Varias propuestas se le hicieron al gobierno venezolano de ese entonces. Pero Eliseo solo fue devuelto a Colombia cuando en una magistral jugada fraguada en Wall Street, el ABOGADO ( o rábula Santanderista) de la misma compañía Norteamericana que explotaba los pozos petrolíferos en el lago de Maracaibo y gobernaba a Colombia Roberto (el sordo) Urdaneta; dispuso y puso oficialmente en manos del gobierno Venezolano por intermedio de Juan Uribe Holguín, unos pedruscos marinos sin aparente valor por encima del mar, llamados LOS MONJES, que ’pertenecían’ al padre de Virgilio (lilolá) Barco, es decir al abuelo de la actual canciller Carolina Barco. Con lo cual, ahora si se entiende: el incidente de la corbeta Caldas del gobierno Barco y la acerbía actual de esta señora contra el DIGNO gobierno Bolivariano de Venezuela.
Ricardo Granda que no fue devuelto por ninguna autoridad venezolana, tuvo este 13 de Diciembre mucha mas suerte que Eliseo, quien una vez cruzó la frontera fue ejecutado por los esbirros y todavía se está haciendo la exhaustiva investigación para aclarar el crimen fronterizo. También somos afortunados los Bolivarianos, quienes a diferencia de los leguleyos lanudos del San Bartolomé que aún creen el cuento del filósofo Bonsái Norteamericano Francis Fujiyama del final de la Historia; reafirmamos con optimismo nuestra inamovible convicción de que mientras haya explotados y explotadores, la Historia con mayúscula, seguirá siendo una fuente de enseñanzas y comparaciones para avanzar hacia su superación.
Y sino, como explicarse que mientras el presidente venezolano convoca a su pueblo, El SOBERANO, a expresarse y manifestarse en carne, hueso y sangre, por millones en las calles y plazas de toda Venezuela, en defensa consiente y combativa del inamovible principio de Simón Bolívar de la SOBERANIA (Popular y Nacional), dando un salto dialéctico enorme en la calidad y la cantidad de la lucha de masas Latinoamericanas. El binomio Uribe- Mancuso solo recibe el cerrado respaldo, de quien redactó 100% el documento de respuesta a Venezuela y está detrás de los gobelinos de la llamada casa de Nariño; y despuecito de 4 vetustos y decadentes figurones Santanderistas que con sus rencores no convocan ni a un tinto, y eso que el quinto malo no pudo asistir, porque tiene quebrantos en la próstata y en el cinismo.
(*). Alberto Pinzón Sánchez es médico y antropólogo, participó en la Comisión de los Notables en el pasado proceso de paz en Colombia y ahora como ensayista se dedica a impulsar una salida política al conflicto en su país.
(Tomado de ARGENPRESS.info del 27/1/2005)