7 de octubre de 2023

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PERÚ: EN BLANCO Y NEGRO. CIEN DÍAS DE MORIR A POCOS.

Por: Carlos Angulo Rivas.

2 de noviembre de 2006

Las arengas de un individuo cuya credibilidad es cero indican un estado mental disociado. Alan García no se da cuenta o no quiere darse cuenta del inicio de un fracaso total y absoluto como gobernante por segunda vez. A buen juicio, aquí no existen detractores políticos como anuncia sino simplemente observadores a su gestión en los primeros cien días de un andar opuesto a las propuestas que hizo para ganar por mínima diferencia y con fraude las elecciones generales en segunda vuelta, después de traficar con los votos de Unidad Nacional de Lourdes Flores gracias a la maquinaria de los buscadores de puestos estatales de sus partido. Recordemos el melancólico retiro de la candidata de los ricos ’me ganaron en las mesas no en las urnas’ de cuando el peor de los candidatos de la contienda, acusado de ladrón y crímenes de lesa humanidad, reemplazó con la venía de los empresarios corruptos y la embajada norteamericana, a la carta de la oligarquía.

Pero aquello es historia. Vayamos ahora a la andanada de medidas y decretos que encaminan el segundo gobierno de Alan García, un sujeto que dice ’necesitamos tener fe en que en poco tiempo derrotaremos la pobreza, el desempleo, la falta de agua y carencia de salud’ cuando por otra parte está sometido de buena gana a los designios de quienes en los últimos 30 años llevaron al país a la ruina moral, ética y material, que hizo de los peruanos un pueblo lánguido y miserable; me refiero a la casta política administrativa-militar de Alberto Fujimori, Alejandro Toledo y la ultraderecha neoliberal adjunta a las transnacionales. Las irresponsables promesas electorales de Alan García, como campaña de ganar votos fueron una farsa, continuar con ellas ahora como gobernante son una infracción al mandato y una maldad de carácter inaceptable. ¿Cómo seguir prometiendo obras públicas y reformas estructurales como la salud y la educación sin financiamiento alguno de acuerdo a las magras cifras del presupuesto nacional del 2007 asignadas a estos rubros? No hay nada que hacer el desquiciamiento verbal de Alan García corresponde a un cerebro mórbido que ha perdido el sentido de la realidad. Más aún cuando se dirige a una masa de pobladores pobres ansiosos de ver frutos y no palabras huecas distantes de su propia existencia como seres humanos.

Con la firma sin observaciones del TLC con Estados Unidos, Alan García no sólo arría las banderas de la soberanía nacional sino conduce al país al desastre del incremento de la desocupación; con la voluntaria caridad de las empresas transnacionales mineras, dinero que no puede ni siquiera controlar, en vez de cobrar los impuestos y las regalías que corresponden, el exiguo presupuesto nacional no tendrá dinero para las obras que muy suelto de huesos inaugura y promete como las de infraestructura y ’agua para todos’; asimismo no tendrá dinero de inversión sin la reforma tributaria prometida; con la devolución de la ley de anulación de la renta básica de telefónica del Perú enriquece más a la empresa transnacional que a la fecha se ha levantado miles de millones de dólares en cobros indebidos empobreciendo a los humildes consumidores de un servicio indispensable; con la no puesta en vigencia la constitución de 1979 seguimos el derrotero de la dictadura de Fujimori y la ausencia del Estado de derecho; con sus evidentes compromisos con el fujimorismo y diversos sectores económicos ligados a esta corriente en la que se encuentran inmersos líderes apristas y él mismo por la prescripción de sus latrocinios, se anula la lucha anticorrupción en el país; con la vista gorda de García Pérez y los ataques a la CVR y a las ONGs trata de imponer la impunidad hacia él mismo y los militares incursos en violaciones de los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad; con la utilización política del Poder Judicial y decretos como el de elevar las penas a los manifestantes democráticos en sus marchas y la intervención del gobierno en el funcionamiento de los sindicatos y federaciones de trabajadores, trata de eliminar y controlar la oposición al advenimiento de un desastroso gobierno como el de Toledo; etc. etc.

Un especialista nos debería dar luces sobre la pérdida del sentido de la realidad porque un gobernante no puede continuar prometiendo vehementemente lo que de ninguna manera puede cumplir o no desea cumplir. Lo señalado anteriormente entre su propuesta electoral y los hechos reales evidencian el síndrome de la doble personalidad, cuyos antecedentes durante su primer gobierno no ayudan en nada. El Perú se va a la debacle con un individuo que encima insulta de ’derrotistas y tristes fracasados’ a los observadores imparciales que no le siguen la corriente en sus desmanes, aparte de llamarlos un mal ejemplo para el país como si él fuera la imagen de la virtud y la consecuencia con los principios básicos de la humanidad. Y peor todavía cuando en la crítica a los ’fracasados’ exige al pueblo ’tener fe (¿en un farsante como él?) ser alegre, confiado y victorioso.’ ¿Cómo ser alegre, confiado y victorioso frente a los engaños comprobados en apenas cien días de estancia en palacio de gobierno? ¿Cómo ser alegre, confiado y victorioso, si el pueblo en un 95% esperó pacientemente la salida del patrañero Alejandro Toledo para ver un cambio singular en el sistema político? ¿Cómo ser alegre, confiado y victorioso con un gobierno pro chileno que pone en peligro la integridad marítima y territorial frente un vecino armado hasta los dientes? No oiga Alan García Pérez, los especialistas lo esperan y de una vez por todas; y ojalá le recomienden su retiro temprano de la administración convocando a una asamblea constituyente y a nuevas elecciones generales, única forma de devolver al Perú la dignidad, la soberanía, el estado de derecho y la democracia. Y si Usted se cree un hombre victorioso sométase a un referendo revocatorio de su ’mandato’ veremos si la mayoría lo apoya como dicen las encuestas manipuladas por el ’aceite’ crematístico.