7 de octubre de 2023

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HUMALA Y SU MUJER UTILIZAN NIÑOS Y NIÑAS PARA GANAR POPULARIDAD

Por: Juan Sheput.

23 de septiembre de 2012

(Diario 16). Durante la última semana el gobierno ha vuelto a dar una demostración de su nulo respeto por la vida humana, en este caso de niños. Utilizar a pequeños, a menores de edad, para ganar unos puntitos en las encuestas es repugnante. Es algo que no se puede aceptar y que debe ser condenado por todos nosotros.

César Hildebrandt, en su semanario "En sus trece" trae una crónica extraordinaria a cargo de Rebeca Diz en donde narra detalles y nos da primicias sobre lo que titula con justa razón "La gran farsa" es decir los rescates de niños en el VRAEM.

Sugiero se adquiera el último ejemplar del semanario donde se da cuenta de esta crónica. Las razones son varias y tienen que ver con recuperar nuestra capacidad de indignación, no ser tolerantes con actos deleznables que no dudan en utilizar a menores de edad para ganar popularidad. Que nuestra sociedad no puede ser indiferente ante este tipo de engaños que causan la pérdida irreparable de vidas de niños o niñas.

Me permito hacer un breve resumen de la crónica con el objeto que adquieran el ejemplar por ser, desde mi punto de vista, imprescindible para hacer un análisis real de lo que viene aconteciendo.

No es primera vez que se utiliza a niños para darnos la idea de una eficiencia en la lucha contra Sendero. Los hechos son desmentidos por personas conocedoras y autorizadas en la materia: Sendero Luminoso NO tiene pioneritos, no secuestra niños, por tanto lo que hace el gobierno es una farsa.

La Ministra Ana Jara, tan afecta a las cámaras y a la figuración, reconoce que los niños rescatados el 5 de julio pasado, 11 en total, tampoco eran pioneritos, tampoco sus madres, 10 en total, eran senderistas, sin embargo se les presentó así por todo lo alto. La ministra Jara dice ahora que los niños no eran secuestrados ni sus madres eran terroristas y que están procediendo a la devolución de los menores.

En el reciente "rescate" también se dijo que los niños eran liberados de dos terroristas, una de ellas la camarada Amalia, que resultó no ser tal sino una humilde mujer que defendía a sus hijos.

En la crónica del semanario de Hildebrandt tanto Mayra Ramos de la defensoría del pueblo como Jaime Antezana señalan que no han encontrado jamás niños secuestrados por Sendero. Nos preguntamos ¿Cómo así los encuentra el gobierno?.

La nota de Palacio de Gobierno, escrita durante la ausencia de Ollanta Humala, y por lo tanto revisada por su esposa, beneficia a Nadine Heredia, protagonista mediática de todos los rescates de los pioneritos, al igual que la ministra Jara. ¿No estaban al tanto del asunto?.

Es indignante lo que viene sucediendo. Es algo que, si queremos llamarnos ciudadanos, no podemos tolerar. El abuso con los menores de edad no tiene nombre.

NADINE HEREDIA, Y LA UTILIZACIÓN DE NIÑOS

Prefiero atribuir a la inexperiencia política el hecho que algunas congresistas vean un ataque de género en lo que es una crítica directa al comportamiento de la señora Nadine Heredia. No me extraña. Ya antes el presidente de la República, Ollanta Humala, había llamado machistas a quiénes se atrevían a criticar las intromisiones en asuntos de gobierno de la primera dama. En ambos casos se elude el tema de fondo, utilizando frases para el olvido que lo único que buscan es hacer bulla para acallar lo que es una realidad: la utilización indebida de niños para ganar algunos puntos de popularidad.

Ese es el hecho concreto que la hipocresía no desea ver, que cada vez que el gobierno ha buscado mejorar sus indicadores no ha respetado la vida ni el drama humano, mucho menos a los niños. Sucedió con el rescate de los mineros, en el cual la ministra Jara fue partícipe de cómo un rescate anunciado para las 6 de la tarde se convirtió en un espectáculo al día siguiente, a las 7 de la mañana para que la gran familia peruana vea en televisión como el presidente Humala acompañaba a los mineros informales que salían de un socavón. No interesó la posibilidad que sucediera un nuevo derrumbe, había que esperar una noche más para la foto oficial.

Igual fue con los 37 obreros de Techint, que fueron retenidos en un hotel sin que pudieran rencontrarse con sus angustiados familiares, hasta que el presidente regresara de una cumbre internacional. De allí la furia que mostraban los trabajadores en sus rostros en la presentación oficial.

Y luego lo peor: la utilización de niños como elemento de distracción o para ganar algunos puntos de popularidad. Primero fue en Abril, cuando luego del ¡Conga va! del presidente los titulares con el descubrimiento de campamentos de niños secuestrados por Sendero y de fosas clandestinas nos atiborraron durante un fin de semana. Luego, unos meses después, en Julio, cuando 4 muertos en las protestas de Conga ponían en aprietos al gobierno, 11 pioneritos eran rescatados “oportunamente” de las manos de Sendero Luminoso. Recientemente, en el semanario de César Hildebrandt “En sus trece”, la ministra de la Mujer Ana Jara reconoce que estos niños jamás fueron secuestrados. Y luego, cuando una carta revela que el propio presidente Humala habría autorizado y recomendado el viaje de Alexis Humala a Rusia, sale un nuevo episodio de los pioneritos, sólo que en esta oportunidad hubo una niñita muerta, cuestión que el presidente en lugar de lamentar llamó “ociosa discusión filosófica”.

Esos son los hechos concretos e indicios de manipulación de menores que no responden ni la ministra de la mujer, ni los ministros de defensa e interior. Del premier ni se diga pues para efectos prácticos no existe. Y, cómo no, tampoco la señora Nadine Heredia. Hay una niña muerta y a nadie parece importarle ¿Qué tiene que suceder para que se despierte nuestra indignación?

Finalmente ¿Hay algo más cobarde que la utilización de niños y niñas para ganar algo de popularidad? Sí, su justificación o complicidad.