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Puertas abiertas al imperialismo europeo: el TLC con la Unión Europea
Por: Gabriel Adrián.
Este martes 11 de diciembre el Parlamento Europeo ha ratificado el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre la Unión Europea y Perú y Colombia. El Parlamento Europeo, que está dominado por fuerzas de derecha, ratificó elTratado con 486 a favor, 147 en contra y 46 abstenciones. En el Perú las clases dominantes y sus comparsas de la izquierda legal han cerrado filas en su apoyo a este TLC. Esto se demuestra en que la prensa no ha tratado este tema aunque este tratado traerá una serie de consecuencias negativas para la economía, para obreros y campesinos y para el medio ambiente de estos países. El TLC va a fomentar el saqueo que hacen transnacionales europeas de nuestros recursos naturales y va a agudizar los daños ecológicos irreversibles así como las desastrosas consecuencias para la subsistencia de las poblaciones que viven en las áreas de proyectos extractivistas.
El TLC con la Unión Europea no contiene ninguna claúsula que garantice el respeto de los derechos humanos. Es decir, una empresa europea tendrá la mano libre para hacer uso de sus fuerzas de seguridad privada en contra de protestas de los trabajadores y contra poblaciones afectadas por las actividades extractivistas. No hay ningún dispositivo que impida a las empresas europeas violar derechos humanos. Experiencias nos han mostrado que todos los gobiernos de turno apoyan la represión criminal contra las protestas contra proyectos mineros. En el proyecto Conga de la empresaYanacocha, Cajamarca, en el Norte del Perú, el ejército peruano apoya a esta empresa en la represión contra movimientos de protesta contra este proyecto. Otros países nos han dado más claros ejemplos. La United Fruit Company, comercializadora de la famosa banana “Chiquita”, fue sentenciada por tribunales de los Estados Unidos de América por haber hecho pagos regulares a los paramilitares en Colombia. Y la Coca-Cola Colombia ha estado involucrada en la desparición de decenas de sindicalistas en los años noventa. Esta claro que poco le interesan a los estados de la Unión Europea el respeto de los derechos humanos de pobres campesinos y sindicalistas latinoamericanos. La Unión Europea busca ganar hegemonía económica y política en nuestro continente.
Este TLC entre la Unión Europea y Perú y Colombia no contiene estándares mínimos de protección del medio ambiente. Es decir, la empresas europeas tendrán la mano libre para causar graves daños al medio ambiente sin que haya ley o fuerza que lo impida. Los daños ecológicos son en la mayoría de casos irreversibles y afectan seriamente la salud y los fundamentos para la subsitencia de cientos de miles de pobladores que habitan en las áreas donde operan estos proyectos mineros, petroleros o madereros. Este extractivismo depredador va a agudizar los conflictos sociales y causar más represión y muertes.
Por su parte, el gobierno peruano de Humala ha mostrado ya que defiende a sangre y fuego los intereses de las transnacionales de la minería y el petróleo. En poco más de un año de gobierno, las fuerzas represivas del Estado peruano han asesinado a 16 personas. Esta cifra sería la desvergüenza de cualquier gobierno que se repute de democrático. Pero en la República Bananera del Perú donde imperan las reglas del saqueo y el “cholo barato” (léase la definición racista de la derecha para mano de obra barata) estas muertes son la normalidad. A causa de protestas contra la minería extractivista el gobierno de Humala ha decretado el estado de emergencia en diversas zonas del país. Por el estado de emergencia se suspenden garantías y derechos fundamentales de un estado de derecho. Por ejemplo, una persona puede ser detenida y ser mantenida incomunicada sin orden judicial. Esta medida se usó en la lucha contra las guerrillas del Partido Comunista del Perú, conocido como Sendero Luminoso, y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. Hoy es usada para salvaguardar los intereses del la gran minería. Y la clase política, izquierda parlamentaria incluida, y la prensa amparan esta política servil del gran capital peruano y transnacional.
El TLC con la Unión Europea traera una serie de beneficios tributarios y aduaneros a las empresas europeas. De esta manera, se fomentará la expansión de monocultivos como el del aceite de palma en la región amazónica que causará la deforestación de la selva. Millones de árboles serán talados, las tierras se convertirán en eriazas, inaptas para la agricultura y pasaran cientos de años hasta que puedan crecer nuevos árboles. Este TLC contribuirá a que el Estado peruano, esta vez con Humala a la cabeza del gobierno, continue con esta práctica entreguista de las riquezas y del suelo nacional. Según versiones oficiales 11.6% del territorio nacional ya ha sido entregado en concesión a empresas mineras peruanas y transnacionales. Las empresas transnacionales del petróleo y el gas han recibido en concesión 49 millones de héctareas en la Amazonía, es decir 72% del territorio amazónico.
El discurso oficial es que el TLC con la Unión Europea solo traerá beneficios para el país. Esta afirmación hace aparecer como locos a los opositores de los TLC. Lo cierto que los beneficios para el Estado no se encuentran en relación con los billonarios beneficios de las empresas transnacionales de la mineria, el petroléo y la agroindustria. El Perú envia textiles y productos agrícolas a Europa y las transnacionales europeas se levantan cuanto mineral y petróleo que encuentren a ganancias billonarias. Los impuestos que recauda el Estado peruano por esta actividad no se encuentra en proporción con el valor de lo extraído por los europeos. La minería sirve como ejemplo para ejemplificar el saqueo que hacen las transnacionales de nuestros recursos. En el 2010 las cuatro empresas mineras más grandes obtuvieron 6,618 millones de dólares de utilidades. Según la ley, el Estado reciben tan sólo el 2.8% de las utilidades de las empresas mineras. Pero éstas ni siquieran pagan este porcentanje porque si reinvierten las utilidades pueden reducir los impuestos incluso a 0%. Negocio más redondo no pueden hacer las industrias extractivistas en el Perú. Aquí vale preguntar, en qué país de la Unión Europea una empresa paga impuestos tan bajos sobre sus utilidades. En ninguno por supuesto. Sólo en repúblicas bananeras como la nuestra se hace del entreguismo la razón del Estado.
Con el TLC con la Unión Europea el gobierno de Humala continua por la senda neoliberal del Estado peruano. Las empresas transnacionales de la Unión Europea seran las grandes beneficiarias de este tratado. Los productos subvencionados por la Unión Europea vendran a competir en ventaja con productos nacionales, principalmente agrícolas. La Unión Europea va a consolidar el carácter semi-colonial de la economía peruana que lo caracterizó Mariátegui hace casi 100 años. Las élites enquistadas en el Estado peruano han recambiado modelos pero lo que ha prevalecido como una solución de continuidad ha sido el entreguismo a diferentes bloques imperialistas hegemónicos. Humala hoy sigue por la senda del entreguismo vendepatria, esta vez a la Unión Europea.