7 de octubre de 2023

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LA POLITICA SUECA GIRA MÁS A LA DERECHA.

Por: PK (DEUTSCHE WELLE.

22 de septiembre de 2006

Un artículo de DW-World, la página web de la Deutsche Welle.

La inesperada victoria de los conservadores sobre los socialdemócratas en Suecia es hoy uno de los principales temas de los comentaristas.

El sacrosanto modelo sueco

LE FIGARO, de París, editorializa: “Göran Persson, el primer ministro saliente, creyó que para un tercer mandato bastaba apelar al sacrosanto modelo social sueco, tan admirado en el exterior. ¿Para qué hacer reformas si la economía crece? Pero los electores fueron más clarividentes. Han comprendido que el envejecimiento de la población y la competencia de los países emergentes pueden acabar con el bienestar por el que se envidia a Suecia. Creyeron que es mejor apostar por el cambio cuando las cosas aún marchan bien que esperar a que venga la inevitable crisis”.

Esperanzas conservadoras

THE GUARDIAN, de Londres, opina: “Sus enemigos le desean a Tony Blair que termine allí donde Göran Persson ya ha llegado: desplazado del poder, después de haber estado demasiado tiempo a la cabeza de un partido de centro-izquierda. (...) La gran enseñanza es: cuando un Gobierno parece cansado y una oposición que huele a fresca no parece entrañar demasiados riesgos, las elecciones ofrecen una posibilidad para el cambio. Tal fue la situación que Blair halló en 1997 y la que Cameron (el líder de la oposición conservadora británica) espera encontrar.”

Leve corrección de rumbo

El NEUE ZÜRCHER ZEITUNG, de Zúrich, Suiza, escribe: “En otros países se hablaría de un terremoto político, una nueva era e incluso de un derribamiento, cuando una fuerza política que gobierna desde hace décadas de pronto es enviada al destierro. En Suecia se lo llama una leve corrección de rumbo. Tan profundamente arraigado está en la estructura genética de los suecos el modelo de Estado social, que en el caso de un cambio en el poder, las consecuencias sólo pueden ser graduales... y un cambio de rostros. Pero la esencia del modelo -altos impuestos y un Estado que se ocupa de todo- no es puesta en tela de juicio. Un cambio de sistema en Suecia es simplemente impensable.”

Un cambio refrescante

TROUW, de La Haya, Países Bajos, dice: “Para la democracia sueca es refrescante que después de doce años, el poder político cambie de manos. Además habrá, en dimensiones modestas, una reducción de impuestos, la disminución de apoyos sociales y la privatización de empresas estatales, pero nada dramático. El hasta ahora jefe de Gobierno, el socialdemócrata Göran Persson, también lo podría haber hecho, si bien ahora advierte, a voz en cuello, de un “vaciamiento del modelo sueco”. Los partidos de izquierda en Europa observa preocupados cómo, incluso en el bastión socialdemócrata sueco, los conservadores pueden conquistar el centro político. Sobre todo en Gran Bretaña, donde Tony Blair está en el poder desde hace casi diez años, los conservadores afilan los cuchillos.”