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Pueblo peruano pide sanción para criminales de guerra.
NO PUEDE HABER PERDON CON ALAN GARCIA
Tiene deuda de sangre con el pueblo.
Nota de redacción. En Perú o en cualquier otro país donde las clases políticas son un banda de corruptos, lumpenes y bribones, la “defensa de la vida”, es luchar y no ponerse de rodillas frente a los criminales y torturadores del pueblo. Por esta razón discrepamos de aquellos grupos que en Perú, hablan de la “defensa de la vida y sin odio ni venganza”. El odio de clase debe ser latente en el espíritu del pueblo, y hay miles y millones de razones para los oprimidos del Perú, expresen su sentimiento de venganza contra los cabecillas de los abominables crímenes de miles de ciudadanos peruanos. Hablar en Perú, de “Sin odio, ni venganza”, es una forma abierta de dejar sin castigo a individuos como Alan García Pérez, y otros que tienen deuda de sangre con el pueblo peruano.
“Sin odio ni venganza” se dice en un comunicado publicado por un comité de familiares de victimas de la guerra interna. El contenido del texto no hace recordar a aquellos “comunistas maoístas” que en 1993, desde las prisiones se aliaron al régimen criminal de Alberto Fujimori, y que pedían un acuerdo de paz, y una política “sin vencedores ni vencidos”. Exigian la santa sacristía para victimas y victimarios. El texto tiene un tufillo a colaboración con el gobierno de García. Por un lado se señala con precisión los crimines de Alan García, pero por otro lado, en santa vocación cristiana lo perdonan, y le dicen que ellos “no buscan venganza”. Este grupo se equivoca, y creemos, que su planteamiento no refleja el sentimiento del pueblo. Por supuesto que las masas pobres del país gritan venganza de clases frente, no solo al actual presidente peruano, sino también frente a los jueces corruptos, policías, militares, políticos y parlamentarios que participaron en las orgías de sangre que se planificó desde palacio de gobierno.
Aquí el comunicado de este comité:
TODOS JUNTOS EN DEFENSA DE LA VIDA SIN ODIO, NI VENGANZA
PRONUNCIAMIENTO
Las organizaciones de familiares de víctimas y afectados por la violencia política nos dirigimos ante la opinión pública para denunciar los crímenes de lesa humanidad cometidos entre los años 1980 a 2000. Queremos recordar, de manera especial, los hechos ocurridos durante el primer mandato del actual presidente Alan García Pérez, periodo en el cual se produjo:
Más de 5000 peruanos desaparecidos forzadamente, cientos de fosas comunes.
254 internos ejecutados extrajudicialmente en la matanza de los penales del 19 de junio de 1986.
30 internos ejecutados extrajudicialmente en el penal de Lurigancho el 4 de octubre de 1985.
Decenas de torturados y desaparecidos por el siniestro Comando “Rodrigo Franco”.
Decenas de comunidades arrasadas como Accomarca, Cayara, Putis, Vilcashuamán, Vinchos, Umaru, Bellavista, Parcco, entre otros.
Estos son solo algunos hechos que citamos para recordar lo dolorosa que fue aquella época; para decirle al Presidente Alan García, que cuando hacemos memoria de los hechos que lo atañen directamente durante su primer mandato, no buscamos venganza, tampoco creemos que debe aplicarse la ley de Talión, “ojo por ojo y diente por diente”, y mucho menos creemos que para el asesino debe hacerse valer el dicho que dice “quien a hierro mata a hierro muere”.
Al denunciar estos hechos de dolor que enlutaron a miles de hogares peruanos durante el conflicto armado interno solo EXIGIMOS JUSTICIA.
A pesar de que todos los criminales de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Policiales han sido condecorados, premiados y reconocidos, la mayoría de ellos aún ejerce la carrera como si nada hubiera ocurrido, como si ningún recuerdo de los crímenes cometidos pesara sobre sus conciencias. Otros se encuentran en el extranjero gozando con el dinero que percibieron por ordenar, ejecutar o desaparecer a nuestros seres queridos.
Creemos que entre los peruanos no podemos seguir viviendo en medio de conflictos. Como familiares y a pesar del sufrimiento que nos embarga, hemos aprendido a tolerarnos y a comprender el dolor de cada uno de nosotros. Por ello decimos que en nuestros corazones no existe venganza. Por ello también los familiares de los victimarios son parte de nuestra organización, tal como es el caso de los padres de Mariela Barreto, quien fuera agente del grupo Colina.
Como familiares vemos con preocupación los hechos que vienen ocurriendo en las últimas semanas. En ese sentido, rechazamos todo intento de demoler o desaparecer el Memorial “El Ojo que llora”, obra edificada en memoria de todas las víctimas del conflicto armado interno, en especial, por los miles de desaparecidos cuyos restos no hemos logrado recuperar para darles cristiana sepultura.
La población y las autoridades deben comprender el significado especial que guarda, para nosotros, este Memorial. Y es que se trata del único lugar en donde podemos colocar unas flores y velar a nuestros seres queridos, principalmente a los más de 12 mil desaparecidos injustamente. El tener el nombre de nuestros seres queridos plasmados en una piedrecilla, es un reconocimiento a la dignificación de su memoria y es una forma de Reparación simbólica que por derecho nos corresponde.
Sin embargo, la vieja política aprista no ha puesto el mínimo esfuerzo por reconocer como tal al Memorial, ni ha dado muestras de camino hacia un cambio, ni hacia una reconciliación nacional. Más aún, no ha sido capaz de pedir perdón por los hechos ocurridos en su primer gobierno y que son de su responsabilidad.
El hecho de darle continuidad al Plan Integral de Reparaciones asumido por el ex Presidente Alejandro Toledo no significa necesariamente un compromiso firme y decidido en la lucha por la búsqueda de verdad, justicia y reparación. Muy por el contrario, da mucho que decir cuando limita la autonomía de las ONG que defienden los derechos humanos, cuando desata persecución contra los activistas de los derechos humanos, so pretexto de denunciarlos como “TERRORISTAS”, más aún cuando promueve la pena de muerte. Creemos que la esencia de los hechos tiene que ver con el pacto por la impunidad entre el fujimorismo y el partido que hoy ocupa el poder, APRA. Juntos por la impunidad y el retiro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Como familiares nos preguntamos: ¿Qué pasaría si planteamos, pena de muerte para los presidentes violadores de los derechos humanos? O quizá también ¿Pena de muerte para los militares que asesinaron a nuestros seres queridos?
Hermanos y hermanas, ésta no es una jungla. Vivimos en un país soberano bajo leyes y normas establecidas, sentemos precedentes para que no se repita la historia y digamos juntos NO A LA VENGANZA.
Familiares de Torturados, Ejecutados Extrajudicialmente, Asesinados, Calcinados y Desaparecidos.
Lima , 17 de enero 2007.