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Año 2007.
ORGANIZAR LA LUCHA CONTRA EL IMPERIALISMO
Por: Luis Arce Borja.
La característica fundamental de la etapa actual en el mundo, es la agresión criminal del imperialismo contra los pueblos oprimidos. En la cabeza de estas agresiones está el gobierno de los Estados Unidos, en cuyas acciones cuenta con el apoyo de las demás potencias imperialistas. Las brutales guerras de rapiña para apoderarse del petróleo, de las riquezas forestales, de las minas, de las fabulosas riquezas marinas en los mares de los países del tercer mundo, ha convertido el mundo en un gigantesco campo de batalla entre pobres y ricos. Esta contienda se amplia y poco a poco configura una explosiva situación política internacional cuyo centro de gravedad es la lucha de sobrevivencia de los pueblos oprimidos, de cuyo desenlace dependerá no solamente la estabilidad social del planeta, sino también el futuro mismo de la humanidad ahora amenazada por la voracidad del capitalismo salvaje.
En este cuadro de guerras de agresiones los estados ricos no tienen ningún límite para aplicar sus planes de dominación y exterminio de la población. La brutal y sangrienta guerra contra el pueblo Irak, es sin dudas la prueba mas contundente de la política de agresión imperialista a los pueblo del llamado tercer mundo. Las cifras de victimas de la invasión yanqui a Irak, son diversas, y se puede hablar desde 150 mil civiles muertos desde el inicio de la guerra (dato del Ministerio de Sanidad iraquí, 2006) hasta 600 mil como se registra en informes extraoficiales. Otra de las guerras imperialistas es el conflicto Palestina-Israel. En esta guerra y genocidio el agresor es el gobierno israelí apoyado directamente por los Estados unidos. A estas guerras imperialistas hay que agregar el sangriento conflicto en Afganistán y diversos países de África, en cuyas guerras se extiende la mano criminal de los americanos y sus socios de Europa occidental, Japón, Canadá, Rusia y otros países.
De la agresión sangrienta del imperialismo, surge otra característica a nivel mundial, y ella se refiere al hambre y la miseria de millones personas. La voracidad del capitalismo desnutre, enflaquece, y extermina mediante el hambre a pueblos enteros. De acuerdo a cifras oficiales de instituciones internacionales, cerca de mil millones de personas viven en situación de pobreza extrema con salarios que apenas llegan aun dólar por día. Mientras el hambre y la miseria crecen a nivel mundial, el 1% de la población más rica del planeta consume más del 57% de la producción mundial. En este cuadro de miseria 21 millones de personas mueren cada año a causa del hambre y la pobreza. Si a esto se suma las calamidades de las enfermedades como la tuberculosis, el sida y otras plagas mas que cada año matan a millones de personas, se entiende que algunos hablen del exterminio mundial de los mas pobres del planeta.
Solo en América Latina, más de 210 millones de personas viven por debajo de la línea de pobreza, lo que significa que como ingreso perciben apenas 70 centavos de dólar por día. De esta cantidad mas de 50 millones de personas sobreviven en la miseria extrema, sin salarios y en el mayor de los casos con solamente una comida por día. Según la FAO (informe 2005), el 7% de los niños latinoamericanos menores de 5 años sufren desnutrición crónica. Otra secuela de la pobreza en América Latina es el crecimiento vertiginoso de la prostitución, principalmente infantil, de cuyo flagelo no se salva ni quiera países como Cuba.
¿Qué hacer frente a esta situación?.
Luchar, volver a luchar hasta lograr el triunfo definitivo. No hay otro camino, y cualquier otra dirección solo sirve de ventajas al imperialismo y los grupos de poder. Si el pueblo llora, suplica, se arrodilla, reza o hace genuflexiones, la situación será peor y el hambre y la miseria seguirá agravándose en beneficio de aquellos que lucran y se enriquecen con la miseria del pueblo. El camino es la lucha, y en este combate los pobres “nada tienen que perder salvo sus cadenas”. Esta lucha es contra el imperialismo y sus sátrapas locales, tan responsables del hambre y la miseria del pueblo, como las mismas transnacionales. Lucha que deberá tomar en cuenta como cuestión fundamental la organización política independiente de los asalariados, principalmente del proletariado. Sin una organización revolucionaria, que sea capaz de encabezar el odio del pueblo contra sus explotadores y causantes de todas sus desdichas, ninguna lucha popular coronará en victoria.
La situación actual, caracteriza por la agresión imperialista y la represión contra los pueblos que se levantan en rebelión, debe hacer reflexionar sobre el tipo de lucha a emprender. Rechazar el engaño y la estafa de las elecciones presidenciales y el sistema parlamentario, cuyos tabladillos, están organizados exclusivamente para engañar y estafar a las masas pobres. Ningún proceso electoral ni ningún parlamento basura será fuente de reivindicación de los pobres. Las soluciones a las demandas históricas de los asalariados no hay que buscarlas en el orden y las leyes burguesas impuestas a sangre y fuego, sino más bien al margen de estas, y en lucha directa contra el Estado.
Cómo decir “Feliz año nuevo y viva el 2007”, mientras en el mundo millones de personas se mueren de hambre, y mientras miles y miles de combatientes y luchadores sociales, son reprimidos, torturados, asesinados y muchos de ellos mueren lentamente en las prisiones. Aquí lo único que podemos decir y desear al pueblo, es que se siga luchando y cada vez con mayor energía y voluntad revolucionaria. Que el año 2007 sea una etapa de combate y de lucha por el socialismo. Superar las derrotas transitorias, remontar el espontaneísmo de las masas que solo han servido para que nuevas castas políticas se apoderen del poder como en Argentina, Bolivia Perú, Ecuador, etc. Superar la lucha electorerista y parlamentaria, que solo sirven para que vagabundos, lumpenes y traficantes políticos se entornillen en el poder del Estado.
Que esta lucha no sea solamente contra el imperialismo, sino también contra sus sátrapas disfrazados de “demócratas”, “antiimperialistas”, y hasta “socialistas”, cuyos regimenes camuflados de progresistas son tan nefastos como aquellos que surgen de las mismas canteras de los grupos de poder locales. Que las masas no se dejen estafar con esos grupos políticos que hablan de revolución y antiimperialismo, pero que al mismo tiempo sirven al imperialismo, a la burguesía y terratenientes. Que en esta lucha las masas sepan distinguir entre izquierda y derecha, y entre quienes defienden los intereses del pueblo y aquello que desde el parlamento, los municipios, los sindicatos, las ONGs, y otras instituciones contribuyen a que los pobres cada día sean mas pobres y desdichados.
30 de diciembre 2007.