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Los pobres están contra el Estado y los partidos politicos.
FUEGO EN LOS ANDES PERUANOS
Por: Ciro Silva Paredes.
El mal interpretado “vandalismo postelectoral”, son multimanifestaciones momentáneas de un vasto proceso vital, de un fondo orgánico amplísimo que es la vida toda del pueblo peruano. Quienes agredieron a las autoridades, destruyeron sus locales e incendiaron las ánforas electorales, reciben la carga emocional de siglos de opresión y desilusión. En las mentes de nuestros compatriotas quechuas, chancas y aymaras, subyace la opresión que viene del siglo XVI. Todo lo demás es pretexto de la historia y su azar (Votos golondrinos dicen los titulares del JNE y la ONPE).
Son masas que se hartaron muy fácilmente del partido del gobernante que eligieron como presidente hace seis meses ¿Por qué? Porqué las circunstancias económicas y sociales son dramáticas, y no hay soluciones a corto plazo, de tal manera que el nuevo objetivo de la masa, será expectorar al sobrexpuesto gobernante impostor, que se encaramó haciendo fraude en las dos vueltas electorales para llegar al poder, prometiendo el paraíso, y que sin embargo, hoy se ha convertido en mercantilista de píldoras anticonceptivas que todas las iglesias rechazan, en la versión peruana del ex Ministro chileno Diego Portales, y en un reciclado peón neoliberal que odia nuestra raza indígena.
Estamos pues, ante una nueva Revolución en las urnas, que no cree en los partidos políticos, sin catecismo, sin slogans, atomizada y balcanizada, que desprecia a todo lo que sea expresión del Estado ausente y decrépito. Son las masas que se alzan contra la clase dominante de ayer y de hoy, por su fracaso histórico y político, y que con la neutralidad de las Fuerzas Armadas están saliendo de su subterráneo histórico para transfigurar el Perú. Esa fuerza huracanada que no ha aparecido súbitamente, es la última etapa de un proceso que está llegando a su clímax. Es el destino histórico que no depende de la voluntad, ni los consejos de los “estadistas” de la casta política (que impide el avance de nuevos cuadros). Son las circunstancias objetivas de una sociedad prerrevolucionaria. En el encuentro entre el Perú formal (bancocracia, iglesias, partidos) y el Perú informal vencerá el segundo. La cadena socialmente opresora se está rompiendo por el eslabón más débil, el Perú se está incendiando, hay fuego en los Andes.
El problema nacional no está en la superestructura, sino en la infraestructura, en el sótano, en el Estado decrépito que las masas desprecian, en el repudio a los partidos políticos, cuyas consignas no podrán prevalecer sobre las masas que intuyen claramente que una Constitución Política es obra de la Nación y no de la mazorca política.
Un sector de los fatuos congresistas de hoy, ignoran como en nuestra patria se está produciendo una revolución social, más allá de las izquierdas y más allá de las derechas, la que se expresa en un hartazgo por el decrépito Estado Peruano y sus instituciones falsificadas. No les importa que el Perú se sume a la anarquía en esta hora de crisis del Estado Andino que las masas lo repudian por inútil y por distante de la Nación, y que hoy ha tenido coyunturalmente una válvula de escape en las Elecciones Municipales y Regionales, y que sabe perfectamente que nuestro sistema planetario constitucional gira copérnicamente alrededor del “Jefe de Estado”: el Sol Alan, y que si él se desploma, el cataclismo se extiende a su Poder Judicial, al Congreso y a sus ministros satélites. Un séptimo hijo, que estaría oculto en los Estados Unidos, podría ser el detonante que por incapacidad moral, lleve al recientemente apuñalado, hijo de Víctor Raúl -vía la vacancia presidencial o el golpe de masas-, a postular el 2,010 a la Alcaldía de Trujillo.
Si no existe una alta cirugía que ponga al Estado al servicio de las masas, aquí se producirá una insurrección popular de alcances imprevisibles. Los fiscales y jueces serán juzgados, los policías apresados y los nuevos congresistas decapitados.
No se necesitaba ser profeta para pronosticar que todos los partidos políticos no ganarían mas de cinco regiones y algunos Concejos Provinciales. El Perú profundo exige una verdadera regionalización y descentralización económica (que supere la migaja de 4 mil millones del canon ¿cuánto debieron pagar realmente las mineras en mas de una década?, Una Asamblea Constituyente que despresidencialice la Presidencia de la República, un Congreso que sea renovado por tercios y que defienda los derechos de los consumidores y usuarios, un Estado que asuma la Deuda Social Interna, un Presupuesto General de la República que no recorte lo que realmente deben recibir los sectores sociales (Salud: 718’, Educación: 606’, Interior: 1,400’, OCMA: 21’, Total: 2,745’ menos), y lo que es urgente un GRAN PROYECTO GEOESTRATÉGICO INTEGRADOR DE DESARROLLO Y DEFENSA NACIONAL, que en el Frente Interno: integre las distintas y diversas plataformas regionales; y en el Frente Externo: sea compatible con la Carta de Navegación Mundial a fin de impulsar agresivamente un Schock de Inversiones Extranjeras con Responsabilidad Social Corporativa y justo pago de las utilidades, canon y regalías. Proyecto cuyo Gran Objetivo Nacional sea la REVOLUCION DEL EMPLEO.
Lima, 24 de Noviembre del 2,006.