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Las Bambas de Vizcarra

Las Bambas de Vizcarra

Gabriel Adrian

20 de mayo de 2019

El conflicto en torno a la empresa minera MNG se ha reactivó en los últimos meses. Los pobladores de la comunidad de Fuerabamba bloquearon la carretera que comunica la mina con el puerto de Matarani porque viola su propiedad privada. Los comuneros protestan porque el Ministerio de Transportes del Perú declaró la carretera que cruza su propiedad como via nacional. Los comuneros exigen que su comunidad se declare perteneciente a zona directa de influencia de la mina para que obtengan beneficios económicos. En el 2015, 5 comuneros fueron muertos y más de un centenar heridos por la policía en las jornadas de protesta por las órdenes del ex-presidente Kuczynski. El Estado, esta vez con Vizcarra a la cabeza, arremete nuevamente contra los interes del pueblo, ha detenido al Vicepresidente de Fuerabamba y continua reprimiendo a los comuneros.

Este conflicto evidencia que los límites del modelo extractivista y rentista. Desde el triunfo del neoliberalismo, el Perú ha sido literalmente lotizado y entregado a las transnacionales y a los empresarios criollos chupasangre. Cuando uno observa un plano de las concesiones mineras y petroleras desde mediados de los años 1990 hasta hoy, uno se da cuenta que el país ha sido rematado. El siempre aclamado crecimiento de la economía se sustenta en cimientos de papel. El Perú, tigre sudamericano, no tiene más que ofrecer al mundo que cobre y cebiches. Si India, China así como otras potencias emergentes de Asia no hubieran dado el gran salto productivo, el Perú seguiría hundido en la miseria de los años 1980.

El modelo del extractivismo minero está siendo impuesto a través de corrupción, de balas y de destrucción del medio ambiente y contaminación de aguas y tierras. Concensiones mineras son otorgadas gracias a ingentes pagos a presidentes y ministros de turno que toman las decisiones. Según Oxfam, entre el 2006 y el 2014 fueron muertas 250 personas y 3,600 fueron heridas en el marco de conflictos sociales, casi todos víctima de las fuerzas policiales. Nadie ha sido juzgado por esto, ningún presidente o ministro, ningún policía. Por el contrario, campesinos y comuneros son muertos, perseguidos y encarcelados. La policía tiene, como siempre, licencia para matar. En cualquier país que se repute democrático, hubieran renunciado presidentes y ministros, pero no en nuestra República Bananera del Perú, todos se quedan y siguen haciendo sus negocios en gran estilo.

Uno de los que hace el gran negociado es el Presidente Vizcarra, testaferro del gran capital minero. Vizcarra es alabado por haber "destrabado" grandes proyectos mineros Quellaveco, Mina Justa y Tormocho. Vizcarra sigue, de esta manera, la política entreguista del vendepatria Kuczynski. Los medios de comunicación, ayudan en esta tarea, estupidizando a la gente y presentando una imagen positiva de Vizcarra que tiene "altas" cuotas de aprobación. El pueblo no se puede seguir enganhando de esta manera y ver que la inversión minera solo alimento las arcas de las potencias imperialistas, sean estas la yanqui o la china, y los bolsilos de políticos corruptos por Vizcarra, o Kuczynski.

El Estado y los medios de comunicación han refinado su estrategia de lucha contra la comunidad Fuerabamba y han desplegado una campaña de criminalización y desprestigio. Sus abogados fueron detenidos bajo la acusación de ejercer actos crimininales asesorando a la comunidad. Hay 115 comuneros con denuncias por hacer participado en las protestas. Ni cortos ni perezosos la prensa fujiaprista se lanzó a echarles barro a los asesores y a los comuneros tildándolos de extorsionadores y criminales. Esta es la misma práctica que la prensa reaccionaria aplicó para descalificar al Partido Comunista del Perú - PCP cuando llevó adelante su lucha armada. En principio se les calificaba como luchadores sociales o guerrilleros. Con el pasar del tiempo se conviertieron en terroristas y traidores a la patria. La prensa reaccionaria servía y sigue sirviendo los intereses del Estado y del gran capital que explotan nuestro pueblo.

Durante la lucha guerrillera, el PCP representó un muro armado contra la expoliación y el entreguismo de nuestras riquezas y contra el pisoteo de los derechos de campesinos y trabajadores. El PCP organizaba huelgas en contra de la camarilla revisionista de Izquierda Unida que en colusión con el empresariado tracionaba las luchas de los trabajadores. Los empresarios mineros contrataban matones que aterrorizaban y mataban sindicalistas. Como respuesta a esta práctica criminal, el PCP ajusticiaba a directivos de las empresas mineras. Para el Estado peruano, la derrota de la guerrilla representaba una prioridad para garantizar la inversión entreguista al capital transnacional. El Estado, la prensa reaccionaria y los partidos políticos, izquierda incluida, le cuentan el pueblo que la el país perdía dinero por la lucha armada. El país y todos lo peruanos han perdido realmente durante estos más de 30 anhos de entreguismo a las transnacionales y privatizaciones. Qué ha ganado nuestro pueblo con esta política hambreadora y vendepatria.