7 de octubre de 2023

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Evo Morales protege a compinche de Ollanta Humala

Por: Gabriel Adrián.

22 de enero de 2015

Esta semana Evo Morales ha anunciado que a Martín Belaúnde Lossio muy probablemente no se le otorgará asilo político en Bolivia porque este no se concede en casos de corrupción. Belaúnde Lossio es buscado por la justicia peruana por el delito de peculado y como coautor del delito de asociación ilícita para delinquir y ha solicitado asilo político en el país andino. Sobre Martín Belaúnde Lossio pesa una orden de preventiva por sus conexiones con la red criminal del encarcelado ex presidente de la Región Áncash, César Álvarez; se le acusa de haber utilizado su empresa “Ilios Producciones” para ocultar el desvió de fondos públicos a ‘La Centralita’, desde donde se planificaban campañas para desacreditar a los enemigos políticos de Álvarez.

Beláunde Lossio es un personaje intímamente ligado al gobierno. Desde la expedición de su orden de captura, el gobierno se ha desvivido por encubrir al prófugo y a evitar su captura. El Ministro del Interior, Daniel Urresti, por ejemplo, declaró a fines de diciembre que Belaúnde Lossio no había sido ubicado por la Interpol cuando esto no era cierto. Belaúnde había solicitado ya asilo en Bolivia mediados de diciembre de 2015 y las autoridades peruanas lo sabían. De esta manera, Urresti buscaba ganar tiempo para hacer la fuga más fácil al prófugo. También el Ministro de Justicia, Figallo, ha sucitado un escándalo por interceder por el prófugo.

No es de sorprender que Belaúnde Lossio sea protegido por el gobierno de Humala. El prófugo fue asesor de la campaña presidencial de Ollanta Humala en 2006 y apoyó activamente su candidatura en 2011. Según investigaciones periodísticas, Belaúnde Lossio le ha hecho a través de testaferros transferencias millonarias a Nadine Heredia, la primera dama de la República. Esta no ha podido justificar estos jugosos ingresos. Según investigaciones periodísticas, Beláunde habría amasado una millonaria fortuna haciendo lobby para que una empresa espanola adquiera licitaciones públicas. El se ha valido de sus contactos con la red presidencial de Humala-Heredia para hacer ganar estas licitaciones.

Representantes del gobierno de Evo Morales han anunciado que muy probablemente no se le otorgue asilo político a Belaúnde Lossio pero se le dará la oportunidad que solicite asilo en otro país. Es decir, se le apoyará para que siga huyendo de la justicia peruana. Otro fue el procedimiento del gobierno boliviano en la expulsión de tres ciudadanos peruanos acusados injustamente de terrorismo en el año 2011. Tan sólo cuatro días después de su detención, el viernes 5 de agosto de 2011 los ciudadanos peruanos Williams Antonio Minaya, Hugo Walter Minaya y Blanca Riveros Alarcón fueron expulsados por las autoridades bolivianas y entregadas a la policía peruana en la localidad fronteriza de El Desaguadero. Aunque sólo se les encontró textos de contenido marxista y volantes contra el “gasolinazo” de Evo Morales de diciembre pasado el gobierno boliviano los acusó en un principio de instigación a la comisión de un delito, de organizar células de la guerrilla peruana “Sendero Luminoso” y de estar vinculados al narcotráfico. La policía boliviana no contaba con ninguna prueba para encarcelar y expulsar a los ciudadanos peruanos. Los mencionados jóvenes peruanos se encuentran hoy en la cárcel acusados de terrorismo. No se les acusa de la comisión de ningún delito en concreto, sólo de militancia en Sendero Luminoso; la policía peruana no posee tampoco pruebas conretas en su contra. Hay que enfatizar que la legislación anti-terrorista peruana es altamente represiva y viola principios fundamentales de un estado que se reputa democrático. Por ejemplo, la sola acusación de un arrepentido o una autoinculpación arrancada con torturas bastan para enviar a una persona a la cárcel por 15 años.

El gobierno de Evo Morales trata con diferente medida dependiendo de quien se trate el solicitante de asilo. Si se trata de jóvenes izquierdistas, Morales es expedito en extraditarlos a una justicia sin garantías de un juicio justo. Si se trata de un personaje de la red de corrupción de Ollanta Humala y de políticos regionales, lo protege. Este episodio de la política internacional boliviana refleja la política interna de Morales quien desde que subió al poder se ha dedicado a descabezar a cooptar y descabezar el movimiento popular y a servir a los intereses del gran capital boliviano.