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LA IZQUIERDA QUE NO BAILA “CONGA”
Por: Atanasio Borja.
Olmedo Aurich, dirigente de la CGTP, Sute y Patria Roja abrazando a Ollanta Humala
Si la derecha es dueña de la orquesta que interpreta la “Conga” para que baile Ollanta, los comunistas no están dispuestos a bailarla ni mucho menos aceptará la invitación de una izquierda inconsecuente con sus principios.
Con una “mano firme” aplaudida por la derecha y jurando no aceptar ultimátum de nadie, Ollanta Humala ya tiene definido su rumbo y asumiendo una confrontación con las propias organizaciones sociales que votaron por él. Su defensa a Minera Conga, en Cajamarca y la unidad de “el agua y el oro” generará escasez de los recursos hídricos, aunque esto, poco o nada le importe a una izquierda que hoy se convierte en furgón de cola.
Queda claro que los “aliados” de Ollanta vienen asumiendo el papel de seguidismo, al ser parte del gobierno, por lo que no irán más allá de lo que él diga. Y a todo esto ¿qué dice el Partido Comunista Peruano?; la ambivalencia es una de sus características, aunque muy comprensible ya que sus puestos de trabajo ganados por su condición de “aliados” correrían peligro. Insistiendo en la victimización de Ollanta, sus dirigentes insisten en que la derecha pretende acorralarlo
“Ya le dimos nuestro apoyo al gobierno que se encuentra acosado por una derecha recalcitrante que pretende acorralarlo e impedir el cumplimiento de sus compromisos con el pueblo”, señala Mario Huamán, en su calidad de secretario general de la CGTP. Una vez más la historia se repite; si con el régimen de Juan Velasco Alvarado, el PC Unidad se mantuvo incondicional, en esta ocasión no será distinto. Toda una estrategia de supervivencia y es que si durante años el Partido Comunista del Perú Patria Roja le dio una mano para revivir al muerto, el PC Unidad se la supo morder y acomodarse al nuevo presidente.
Una vez más la historia se repite; si con el régimen de Juan Velasco Alvarado, el PC Unidad se mantuvo incondicional, en esta ocasión no será distinto. Toda una estrategia de supervivencia y es que si durante años el Partido Comunista del Perú Patria Roja le dio una mano para revivir al muerto, el PC Unidad se la supo morder y acomodarse al nuevo presidente.
De otro lado, Javier Diez Canseco, pretende darle al fujimorismo una falsa presencia en las protestas sociales de Andahuaylas, como si el pueblo apurimeño- reducto Humalista- fuera fácilmente manipulado por éstos. Queda claro que las protestas en Andahuaylas son parte de la reacción genuina de un pueblo que rechaza la depredación de sus recursos naturales. Diez Canseco pareciera esperanzarse en que los pobres del Perú no le pasen la factura a Ollanta y que permanezcan pasivos.
Ahora resulta que para la derecha es un “ex emerretista” y hasta un “ex religioso” el “cabecilla” de las protestas ya que no se les puede pasar por la cabeza que la organización popular se enfrente a Ollanta o que el Partido Comunista del Perú Patria Roja diga Presente.
No es una novedad que el Partido Nacionalista deshizo la alianza Gana Perú; aunque las personalidades y cascarones de izquierda se sienten parte de la alianza, Ollanta ya no los toma en cuenta: Resulta lógico ese apego y es que surge la necesidad de sentirse parte de algo o de alguien, al carecer de bases a nivel nacional y ante la incapacidad de caminar solos y pensar con cabeza propia.
Ni qué hablar de los marginales o “chauchillas”, como los calificó alguna vez un dirigente nuestro; cascarones que traficando becas e improvisando “academias” pretendieron ganarse un espacio en el espectro de la izquierda y que hoy hacen mutis por un plato de lentejas que el oficialismo les brinda.
Todo esto marca un proceso de división de la izquierda, aunque en esta ocasión no lo generó la propia izquierda sino Ollanta Humala. De ahí que el Partido Comunista del Perú Patria Roja vea la necesidad de replantear la relación: Movimientos Sociales- Ollanta Humala.