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MEMORIA DE UNA GUERRA Y LOS PERESTROIKOS PERUANOS
Por: Luis Arce Borja.
Sobre el PCP y Jorge del Prado, hay tanto que hablar que un capitulo del libro MEMORIA DE “UNA GUERRA. Perú, 1980-2000” no es suficiente. Sin embargo a rasgos generales se ha tocado pasajes fundamentales para comprender la naturaleza política y el oportunismo de los dirigentes de ese partido. Se pasa revista la trayectoria de este partido desde 1937 cuando fue expulsado Eudocio Ravines hasta llegar a la era de del Prado y su ligazón con la ex Unión Soviética. Se muestra como este partido, sostuvo la ola publicitaria que las potencias imperialistas otorgaron a la Perestroika, que como se conoce fue la doctrina neoliberal en los países llamados socialistas. Que los actuales dirigentes de los retazos de este partido digan, que”“la vida de Jorge del Prado es un ejemplo de consecuencia total con los ideales comunistas”, es solo propaganda partidaria y muestra la gravedad de la crisis sin salida de este partido que lo ha sacrificado todo por incrustarse en el sistema político de la burguesía y grupos de poder.
En el panorama político peruano no hay nada en torno a este partido, y su papel en los acontecimientos sociales es cero. Este PCP no tiene ningún peso en el desarrollo social y político del país. Los discípulos de Jorge del Prado, ya sea en el movimiento sindical o político, son parias que viven a la sombra de tal o cual personaje político creado por los grupos de poder. No tienen ninguna producción ni intelectual ni política, y no son capaces ni siquiera de comprender el derrotero histórico político de Perú y America Latina. Sus actividades y movimientos son de sobrevivencia y fundamentalmente de oportunismo político. Si antes recibían financiamiento de la ex Unión Soviética, ahora buscan soporte económico en las canteras de la Social Democracia Europea. Ni en el campo electoral ni en el terreno de la lucha de clases directa son importantes. Han liquidado las organizaciones de base (sindical y popular), y con ello perdieron sus cartas negociadoras frente a otros partidos y el gobierno. La miserable supervivencia de este partido es en torno a una Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) burocratizada, despoblada y sin ninguna fuerza sindical. En lo electoral siempre están colgados de cualquier aventuro político. Así como fueron aliados electorales de Alan García y de Alberto Fujimori, con las consecuencias nefastas para el país que se conocen, se preparan ahora para sostener la candidatura electoral del Ollanta Humala, un militar torturador y criminal de la época de Fujimori.
MEMORIA DE UNA GUERRA. PERU, 1980-2000 (Extracto del capítulo séptimo).
“Pero Jorge del Prado y sus más cercanos colaboradores, no solo practicaron el oportunismo a nivel local. Su conducta sinuosa tuvo dimensión internacional. Por ejemplo, en abril de 1985 por primera vez Mijail Gorbachov propuso a la asamblea plenaria del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) su famoso plan estratégico denominado Perestroika. Con este plan político que fuera presentado en nombre del leninismo y del socialismo, se inició la cuenta regresiva en la destrucción de la antigua Unión Soviética. ¿Cuál fue la posición de Jorge del Prado?. En su periódico “Unidad” señaló inmediatamente que la “Perestroika es el gran jalón histórico de leninismo que mantiene la pureza de la ideología proletaria, en tanto corrige los errores de Krushchev y Brezhnev". En mayo de 1987, en el IX Congreso del PCP (Unidad) se reafirmó el apoyo a la Perestroika y a la gestión política del “camarada Gorbachov”, porque estaba “perfeccionando el sistema económico del socialismo” para dar nuevos y vigorosos estímulos al crecimiento de las fuerzas productivas y al progreso científico técnico y fortalecer el socialismo. Las alabanzas a Gorbachov de parte de los petrestroicos peruanos, como le decían en ese tiempo a los militantes del este partido, se hacia cuando las potencias de Occidente, sobre todo los Estados Unidos, habían convertido la “Perestroika. Mi mensaje a Rusia y al Mundo” en un best seller de las librerías burguesas de los países imperialistas. En 1988, del Prado, una vez más reafirmó su militancia en el proyecto político de Gorbachov. Señaló que “ningún partido de izquierda podía restar “importancia a las reformas” que se estaban realizando en la URSS, a partir de la Perestroika, y que ello significaba “una nueva visión de libertad de expresión y la necesidad de combatir el abuso del poder”. Decía también que ahora va a existir una “mayor identificación de los partidos socialistas con el socialismo real” (Declaraciones de Jorge del Prado . Revista Si, julio 1988).
El apoyo militante de Jorge del Prado a la Perestroika, no fue “amor al chancho sino a los chicharrones”, como se dice en Perú. En efecto en agosto de 1991 Mijail Gorbachov, el histórico líder del socialismo real, como decían los comunistas peruanos, fue derrocado de la presidencia por un golpe militar organizado por el propio Partido Comunista de la URSS, altos militares del ejército y miembros de la KGB (Comité de seguridad del Estado). Se impuso un gobierno del Consejo de Estado de Emergencia presidido por Gennady Yanasev, vicepresidente del gobierno de Gorbachov. ¿Qué dijo el inefable Jorge del Prado respecto a este golpe militar anti Perestroika?. En una entrevista para Radio Programas del Perú apoyó el golpe militar y dijo que sus “objetivos eran justificables”, y que las masas sostenían este golpe (Declaraciones publicadas en la revista Caretas, 26 de agosto 1991).
Del Prado olvidó decir, que en efecto las masas salieron para sostener al borrachín Boris Yeltsin, quien aprovechó el desorden y descontento popular contra la Perestroika para convertirse en el héroe de la burguesía rusa. Valentín Pacho, otro dirigente del PCP (Unidad) y secretario general de la CGTP en ese entonces, dijo que el golpe era correcto porque los soviéticos estaban descontentos con Gorbachov (Declaraciones al diario La Republica, 21 de agosto 1991).