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EL CINISMO CRIOLLO DE GARCIA PEREZ
Por: Augusto Caña Mamani.
El gobernante criollo ALAN GARCIA PEREZ, quien como monumento de la soberbia se ha petrificado en el poder y tiene oídos sordos al no escuchar la protesta de los pueblos nativos de la Amazonía; hablar a este hijo de la partera colonial extranjera y de chilenófilo, es como hablarle a un muro. Pero este endurecimiento genera desconfianza y antipatía del pueblo que poco a poco se va dándose cuenta que el cinismo del Presidente elegido con fraude solapado es más grande que una montaña de turbios cimarrones.
Alan García Pérez, desentiende de las razones que puedan hacerle entender, porque la razón ya no es opción para quien hipoteca todo y promueve la desnacionalización de nuestro país. Desde los medios de comunicación del sistema capitalista neoliberal, (Radio y TV) prolifera su amenaza acusatoria de terrorismo contra los que protestan por su descabellada política antipatriota. Este agente y testaferro del imperialismo adula a su patrón condicional y amenaza con meter preso a los que protestan. Su amenaza se convierte en su fuerza y esa fuerza se permite la soberbia que presume su ventaja: Por eso vocifera con una seguridad implacable. Por eso no cede en nada, porque ceder seria perder el piso de su gobierno.
El cinismo y la soberbia de Alan García Pérez se regocijan en su boca y en su sermoneo demagógico donde se defiende a capa y espada la inversión extranjera saqueadora y la chilenización de la economía, la venta sistemática de nuestro territorio y se descuida la defensa de nuestra soberanía nacional. La cacareada democracia solo sirve como escudo de su corrupción. Ahora ese ladrón de cuatro esquinas, ese dictadorzuelo, se hace de soberbia, se hace del salvador de los ricos y victimario de los pobres; habla en nombre de la democracia pero rapta esa democracia para que sus corruptos Ministros, Congresistas y su manoseado Poder Judicial salgan a imponer el fascismo patibulario contra el pueblo. Sabe muy bien que esa democracia occidental famélica está devaluada y solo sirve como recurso mediático del dictador. En el corral colonial del llamado “Perú” la voluntad omnímoda de García Pérez debe ser respetada y la mayoría de los peruanos, sin opción del dialogo, sin voz ni palabra quedan subordinados a su designio para que pueda hacer lo que le conviene.
Alan García Pérez, como hijo del aprismo apátrida de la década de los treinta, fácilmente se olvida de su pasado terrorista contra el local del CNA, la agitación aprista del 05 de febrero de 1975; también es terrorismo fascista de matar centenares de presos políticos desarmados en Lurigancho y el Frontón. Ahora este iracundo “antiimperialista” con alma de Caín, defiende la lógica imperial del capitalismo salvaje de la globalización neoliberal. Su corrupto régimen no tiene alternativa de solución en la política de progreso nacional por eso su gobierno se desmorona por dentro y huele mal a distancia como la cebolla podrida. Este archi criollo republicano desea hacer ganar siempre a los ricos, con esto provoca que los peruanos del Perú profundo pierdan todo, incluso la vida misma.
Por eso ya no puede ofrecer razones; la amenaza contra la protesta del pueblo, contra los trabajadores, estudiantes y los nativos de la selva amazónica, se convierte en su razón de ser, es decir, en razón de fuerza mayor: Reaccionaria y represiva. Esta razón de fuerza ya no ofrece razones, se hace fuerza de soberbia y esta soberbia, consiste en liquidar toda razón. De esa fuerza de soberbia y cinismo proviene su poder. El poder de vender todo el territorio nacional, incluidos sus riquezas naturales no necesita de razón alguna. Lamentablemente su contundencia radica en la decisión misma. La decisión de hipotecar con todo, se basta a sí misma. Se convierte en puro juego y que incluso le divierte. Por eso, con altanería napoleónico, hasta llega a mofarse de que su gobierno, será régimen histórico de salvación nacional.