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POMAC: TIERRA, HOTEL Y MAFIAS
Por: Alexandro Saco.
Hace unos meses estuve en el Bosque de Pomac, zona en la que se desarrollaron los sican, y que conserva aún ese aire de las civilizaciones anteriores. Unos pocos kilómetros separan Ferreñafe del inicio del bosque camino a Batan Grande, y cuesta arriba Laquipampa e Incahuasi. Nuestra intención era llegar a Laquipampa ese mismo día, pero la movilidad es escasa, así que seguimos la recomendación de un transportista quien nos llevó hasta el Hotel Bosques de Pomac, ubicado en medio de la reserva a poca distancia del lugar en que se ha producido el imperdonable asesinato de los policías en el desalojo.
Ahora que observó como cumpliendo un mandato judicial correcto son desalojados los que puede que sean víctimas también de los traficantes de tierras, me pregunto cuál es la diferencia con el hotel que ocupa varias hectáreas en medio del Bosque de Pomac. Si se trata de una reserva natural e histórica, no es posible que sobre ésta haya propiedad privada.
Pero además los hechos de esta semana permiten acercarnos a otros temas:
Ø La proliferación de mafias (1) ilegales y legales que en el país operan y que el Estado está imposibilitado de enfrentar; sea por falta de voluntad de los gobernantes o por que la actual organización estatal es intrínsicamente limitada para responder a estas manifestaciones. Mafias de transporte, de traficantes de tierras, de pseudo empresas de seguridad como las vinculadas al caso Majaz u otras enquistadas en las fuerzas armadas o policiales, y mafias legales como las de las cadenas de boticas, persisten por que el propio Estado las facilita o muchos buscan sus servicios.
Ø Paralelamente aparece nuevamente la necesidad de construir desde una óptica de libertades el derecho a la vivienda como básico para el desarrollo social ¿qué hace más libre a alguien que tener un piso y un techo? Es decir, el Estado debe procurar destinar en propiedad terrenos públicos a las personas o familias que los necesiten (2). Basta con entregar en propiedad un arenal, para que la fuerza social levante una ciudad. El hecho es que los peruanos sientan que su Estado les facilita la propiedad de un pedazo de tierra, que finalmente no es del gobierno sino de cada uno de nosotros, pensando en proyectos urbanísticos más elaborados que los actuales. Y eso no es alimentar el facilismo, sino incorporar a los que no poseen nada en el circuito de la propiedad. En la historia reciente existen muchos casos en los que grandes empresarios han adquirido terrenos a precios de burla; entregar propiedad a la gente a un costo menor que el de los traficantes, no es populismo.
Sea por el lado de la permeabilidad ante las mafias o por el de la necesidad de ser propietario de tierra, los niveles del Estado no son capaces de implementar políticas para estas situaciones, entre otras, que cada cierto tiempo lo ponen contra las cuerdas. Entonces, la organización y alcances estatales en varios aspectos han caducado; ante eso lo oportuno es conservar las instancias que son funcionales, pero superar las disfuncionales. En buena hora se logra desalojar a gente de una reserva natural e histórica, pero un hotel se mantiene a poca distancia. La función gubernativa, en este y otros casos, valida en unos lo que persigue en otros.
La mafia como grupo organizado que trata de defender sus intereses estará ahí donde el Estado no es capaz de regular o de garantizar un derecho, como en el caso de los traficantes de terrenos. El grito de los políticos sobre la reforma policial es cóctel de hipocresías. Para apoyar a las fuerzas policiales lo que hace falta es reaccionar adecuadamente frente a los usan a la población y al Estado para lograr un beneficio indebido. Los políticos se achican frente a las mafias legales o ilegales que existen, porque éstas están incrustadas en distintos ámbitos.
Así las cosas, las muertes de policías o civiles provocadas por las mafias cuestionan y debilitan la legitimidad del régimen. Se está incubando hace mucho una cierta convivencia político criminal que se manifiesta en hechos que conmocionan a la sociedad, y que se relaciona con el enfoque de prioridades que los gobiernos asumen desde hace décadas, fortaleciendo dependencias legales o ilícitas en lugar de libertades sociales, como vivienda, salud o educación.
(1 )f. Grupo organizado que trata de defender sus intereses. / DRAE
(2)Entre el kilómetro 180 y 200 de la Panamerica Sur se ha producido una nueva e inmensa apropiación de terrenos del Estado.
* La imagen corresponde al Hotel Bosques de Pomac