3 de noviembre de 2024

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PERÚ: EL DELFÍN ALUCINADO

Por: Carlos Angulo Rivas.

4 de julio de 2008

La instalación de bases militares norteamericanas en la región sudamericana no es un problema nacional sino de incumbencia internacional, de seguridad geopolítica y de defensa de la independencia y soberanía de nuestros países. Más claro ni el agua cristalina de los puquiales andinos. La presencia de tropas norteamericanas en el Perú, en Iquitos y Ayacucho, autorizadas por García Pérez no es una ficción y menos una mentira como éste quiere hacer ver; ahí están los decretos y las resoluciones del gobierno peruano en manos de este pivote del imperialismo quien junto al narcotraficante Alvaro Uribe constituyen la guardia pretoriana de la Casa Blanca en el continente. Por consiguiente la preocupación del presidente boliviano Evo Morales no sólo tiene justificación sino validez absoluta en tanto esa presencia norteamericana armada significa la avanzada del proyecto de guerra preventiva de George W. Bush iniciada en la región con la movilización de la IV Flota Naval de Estados Unidos en los mares del Caribe y el Atlántico, las bases militares en Colombia y Ecuador (Manta no autorizada, por el presidente Rafael Correa, a permanecer vencido el plazo el próximo año.)

Alan García puede pedir explicaciones frente a las declaraciones de su par boliviano Evo Morales, quien tiene todo el derecho de expresarse sobre una injerencia militar en la región y más aún en un país vecino de cercana historia e identidad, pero de manera alguna el atolondrado peruano puede imitar a uno de los últimos Borbones de España, el rey Juan Carlos, repitiendo la desafortunada frase de ¿por qué no te callas? dirigida al presidente Hugo Chávez. La falta de imaginación de García Pérez es total salvo que en sus sueños alucinados acostumbrados se crea el monarca escogido para las Indias o sea el delfín de la corona por encima de herederos blandengues, Letizias y descendientes. Evo Morales no ha cometido ni injerencia (palabra de moda) ni intromisión en la política interna peruana sino en la que corresponde a los peligros de la penetración norteamericana en el continente con el objetivo de traerse abajo los avances integracionistas del sur donde Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile, Venezuela, Ecuador y Bolivia, vienen ganando batallas importantes. Y tiene mucho mayor razón Evo Morales cuando en su país las fuerzas fascistas amparadas en el plan desestabilizador de Estados Unidos contra su gobierno nacionalista y soberano, protagonizan una aventura desintegradora, destructiva y segregacionista en las provincias orientales de Santa Cruz, el Beni, Pando y Tarija.

Los exagerados y dramatizados términos de Alan García no son gratuitos sino perfectamente calculados y obedientes. Más aún cuando la base de su política entreguista y sometida a los intereses norteamericanos en el país y en la región son la única defensa a su precario gobierno impopular que enfrentará un paro nacional de proporciones el próximo nueve de julio. Además los monarcas salen sobrando en este asunto de penetración militar yanqui.