INICIO > LATINOAMERICA > Perú
LA RAZON INMUNDA DEL PERU
El diario La Razón, cuyos propietarios provienen de la mafia de Alberto Fujimori se mueve con tranquilidad y toda libertad. Este diario que durante la década maldita del fujimorismo recibía millones de dólares del narcotráfico que distribuía Vladimiro Montesinos, gracias al apoyo del Apra en el gobierno, no tiene ningún problema para seguir envenenando la opinión publica. Sin reparos defiende a militares criminales, y sin reparos es vocero de esa sentina social que se llama el fujimorismo en Perú. Si el Perú, no estaría en manos de una clase política corrupta y mafiosa, este medio de comunicación o mejor dichos sus representantes, hace tiempo estarían en el banquillo de los acusados por asociación ilícita y vínculos con mafiosos y criminales. Pero como Perú, hablando de sus dirigentes y su sistema político-jurídico, es una charca inmunda, la Razón seguirá siendo el “vocero de la oposición”.
Una muestra del “periodismo” del diario fujimorista, es la nota que aquí seguidamente reproducimos para conocimiento de cómo los militares criminales siguen siendo santificados y convertidos en “héroes”.
LA RAZON( 25 de febrero).
De héroes a villanos Comandos victoriosos fueron castigados con la separación
Dos años después de su contribución patriótica en el Alto Huallaga, en la lucha contra el terrorismo y en el Alto Cenepa contra los invasores ecuatorianos, los comandos encabezados por el general Alatrista fueron convocados para encargarse de una nueva tarea, la liberación de los rehenes que permanecían cautivos en manos de un grupo armado de la banda terrorista Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, en la residencia del embajador de Japón, Morihisa Aoki.
La tarea fue cumplida victoriosamente el 27 de abril de 1997, en el marco de la operación "Chavín de Huántar", reconocida en el mundo entero como una sobresaliente acción militar, insuperada hasta ahora por ningún ejército del planeta en razón al mínimo costo de vidas humanas, entre las que se contaron el rehén, ilustre magistrado Carlos Giusti, y los comandos del Ejército, coronel EP Juan Valer Sandoval y capitán EP Raúl Jiménez Chávez.
Contra toda lógica, el gobierno de Valentín Paniagua, manipulado por los "caviares" de los llamados organismos de derechos humanos, pasó al retiro al general Alatrista y a varias decenas de oficiales que ejecutaron las victoriosas acciones del Alto Huallaga, Guerra del Cenepa y "Chavín de Huántar".