3 de noviembre de 2024

INICIO > MEDIO ORIENTE > Irak

Estallan violentas protestas en varias ciudades iraquíes.

SADAM HUSEIN, ASESINADO EN LA HORCA.

Por: Agencias.

30 de diciembre de 2006

El ex presidente iraquí Sadam Husein, derrocado por la invasión estadounidense, ha sido asesinado en la horca a los 69 años, con lo que se ha cumplido la condena a muerte impuesta por un tribunal títere el pasado mes de noviembre, después de que un proceso plagado de irregularidades le condenara por la supuesta y no probada muerte y tortura de 148 iraquíes chiíes en la localidad de Duyail, en 1982.

Como era previsible, violentas protestas estallaron hoy en la ciudad iraquí de Falluja, bastión de la resistencia, y en Tikrit para protestar por la ejecución del ex presidente Saddam Hussein. En tanto, un atentado dejó al menos 30 muertos en Kufa, 180 kilómetros al sur de Bagdad.

Según informó el canal de televisión al Arabiya, algunos edificios gubernamentales de Falluja fueron tomados por asalto. Los seguidores de Saddam también incendiaron el tribunal de la localidad de Qarma, muy cerca de Falluja, donde también hubo tiroteos con fuerzas de seguridad.

Asimismo, se iniciaron manifestaciones en la ciudad de Tikrit, la zona donde nació el ex presidente, pese a que regía un toque de queda durante cuatro días. Los manifestantes se reunieron en los alrededores de la gran mezquita que hizo construir Saddam Hussein y que lleva su nombre. Muchos de ellos mostraban banderas iraquíes y fotografías del ex presidente marcadas con un listón de luto.

Confirmado el asesinato

El vicepresidente del titiritesco Tribunal Supremo de Apelación, el juez Munir Hadad, ha confirmado el asesinato de Sadam Husein en un lugar "fuera de la ’Zona Verde’", donde están las instalaciones del Gobierno títere iraquí y las sedes de las embajadas de Estados Unidos y del Reino Unido.

El juez, que estuvo presente durante el asesinato, afirmó que Sadam Husein "rechazó que le cubrieran su cabeza antes de que le pusieran en la horca" y así fue asesinado. "Tenía en la mano un Corán y leyó las frases de la profesión de fe musulmana (no hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta)".

El asesinato se llevó a cabo en torno a las 6.00 hora local de Bagdad (4.00 hora peninsular española), sólo cuatro días después de que el servil Tribunal de Casación de Irak ratificara su sentencia a muerte.

El "asesor" de la Seguridad Nacional de Irak, Muafaq al Rubai (cargo similar al que ejerció Montesinos en Perú durante la dictadura de Fujimori), que estaba presente durante el asesinato, afirmó que el ex presidente "pareció sólido y no se resistió a la muerte".

"No, no temía la muerte. Cuando se acercó al lugar donde está la horca me miró y me pidió a mí que no tuviera miedo", dijo Rubai en declaraciones a la televisión estatal iraquí ’Al Iraquiya’. Señaló que la única petición del ex presidente legal fue que su copia del Corán "fuera entregada a un hombre que se llama Bandar", refiriéndose al ex presidente del tribunal revolucionario, Awad al Bandar.

Según Rubai, durante la ejecución estuvieron presentes un juez del Tribunal de Casación iraquí, un representante de la Fiscalía, otro del Gobierno y "un grupo de testigos", pero "no estuvo ningún estadounidense", lo que demuestra que ya los patrones confian en sus empelados y se atreven a dejarles sólos.

Al Rais ha asegurado que el Gobierno difundirá más adelante fotografías de Sadam Husein tomadas durante el asesinato. La televisión estatal iraquí informó de que el crimen fue grabado en vídeo y fotografiado.

El cadáver de Sadam Husein será entregado a su familia, según afirmó al Rubai, que sin embargo no detalló cuándo. La hija mayor del ex presidente legal, Raghad Sadam, pidió que su padre sea enterrado en la capital yemení, Saná, para que el cadáver sea trasladado a Irak "tras la salida de la tropas de ocupación".

Momentos después de la ejecución, las autoridades iraquíes impusieron el toque de queda de cuatro días en Tikrit, la ciudad natal de Sadam, así como en varias localidades cercanas, en previsión de posibles disturbios por el asesinato del único líder aceptado por todos los iraquíes.