RUSIA: ¿Y AHORA QUÉ?

(BBC Mundo).

Las cartas ya están sobre la mesa. El 7 de mayo Dmitry Medvedev asumirá como nuevo presidente de Rusia y Vladimir Putin será su primer ministro y mano derecha.

Instalada en el Kremlin, la "dupla ganadora" intentará entregar lo que le prometió al electorado: estabilidad y continuidad.

Durante los ocho años del gobierno de Putin, el país creció a un ritmo promedio del 7%, pagó la totalidad de la deuda externa y creó una reserva para posibles crisis que supera los US$1.000 millones.

Hoy, los ricos viven a cuerpo de rey, pero buena parte de la clase media también se ha beneficiado de la bonanza económica derivada de los altos precios de los combustibles. Rusia es dueña de las mayores reservas conocidas de gas natural y segunda productora mundial de petróleo.

Desde 2003, por ejemplo, los salarios de los trabajadores se duplicaron y millones de viviendas sociales fueron construidas.

Los rusos quieren más de lo mismo y ven a Medvedev como el intermediario entre ese deseo y su realización.

¿Quién es Medvedev?

Pero el presidente electo recibe el país no solamente con sus virtudes, sino también con sus grietas.

Bomba de tiempo

Los analistas coinciden en que el principal desafío del nuevo gobierno será controlar la inflación, que el año pasado se elevó a 11,7%, una cifra muy superior al 2,4% de promedio que alcanza en la eurozona.

Putin será el primer ministro en el gobierno de Medvedev.

De hecho, las pocas quejas que se escuchan en las calles son respecto a la carestía. Especialmente entre la población más anciana.

"Espero que el gobierno deje de hablar y haga algo por mejorar las cosas", me dijo en Moscú Ivan Polyanskih, un jubilado de 77 años.

"Yo soy de la vieja generación y me gustaría que regresaran los tiempos en que todo era barato. Ahora todo es tan caro", se quejó.

Precisamente, el alza constante de los precios y el creciente abismo entre ricos y pobres han sido señalados por los expertos como una posible bomba de tiempo para la administración de Medvedev.

"Durante la campaña presidencial, algunos precios permanecieron congelados, pero ahora seguramente subirán", le indicó a BBC Mundo Sergei Markov, parlamentario del partido oficialista Rusia Unida.

"Si estos problemas no son controlados, perderemos el apoyo de las clases menos favorecidas y podría, incluso, haber levantamientos populares", comentó con preocupación.

¿Valiente?

Otro de los temas que podrían complicar el nuevo mandato es la necesidad de diversificar la economía, que depende casi absolutamente del frágil equilibrio de los combustibles.

"Si no quiere depender de esa droga que es para muchos el petróleo y el gas, tendrá que hacer reformas estructurales", le explicó a BBC Mundo Rodrigo Fernández, corresponsal de El País en Rusia desde hace casi 20 años.

"Pero generalmente ese tipo de cambios son impopulares y no sabemos si tendrá la valentía de hacerlos", agregó.

El coraje de Medvedev y su capacidad para imponerse son algunos de los misterios que quedan por desvelar en este nuevo escenario político ruso.

Hasta ahora, "el delfín" de Putin se había mantenido a la sombra de su tutor. Ahora le llegó la hora de ponerse al frente. ¿Cómo lo hará? Eso es algo que aún está por verse.