3 de noviembre de 2024

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Netanyahu exculpa a Hitler del holocausto y culpa a los palestinos

Por: Alí Abunimah.

26 de octubre de 2015

El hombre fuerte del régimen sionista afirma que Hitler no tenía intención de exterminar a los judíos europeos hasta que un palestino le convenció para que lo hiciera

El intento del primer ministro israelí de exonerar a Hitler y llevar la culpa del Holocausto a las puertas de los palestinos es una muestra más de su incitación a la violencia y la demonización de un pueblo que vive bajo el dominio colonial y militar de Israel. También supone una curiosa negación del Holocausto.

En un discurso ante el Congreso Sionista Mundial celebrado en Jerusalén el martes, Netanyahu afirmó que Hach Amín al Huseini convenció a Hitler para que llevara a cabo el exterminio de seis millones de judíos.

Al Huseini fue el Gran Muftí de Jerusalén, la más alta autoridad confesional sobre temas religiosos pertenecientes a la comunidad musulmana y a los santos lugares durante los años 20 y 30 del siglo XX, cuando Palestina estuvo bajo el dominio británico. Fue nombrado para ese papel por Herbert Samuel, confeso sionista que fue el primer Alto Comisionado británico de Palestina.

Netanyahu dice que Al Huseini “tuvo un papel central en el fomento de la solución final. Voló a Berlín. En ese momento, Hitler no quería exterminar a los judíos, solo quería expulsarles. Y Hach Amín al Huseini le dijo a Hitler: ‘Si les expulsas, vendrán todos aquí’ [a Palestina]. ‘¿Qué debo hacer, entonces, con ellos?’, le preguntó Hitler. ‘¡Quemarlos!’, le respondió Al Huseini”.

No existe ningún registro de semejante conversación y Netanyahu no ha proporcionado ninguna prueba de que haya tenido lugar. El Muftí se reunió con Hitler en una ocasión, pero esa conversación de 95 minutos tuvo lugar el 28 de noviembre de 1941. Huseini buscó el apoyo del Führer a la independencia árabe, como explica el historiador Philip Mattar en su libro The Mufti of Jerusalem. Por entonces, los planes de Hitler para exterminar a los judíos estaban ya en marcha.

Las órdenes de Hitler

En su obra clásica de historia La guerra contra los judíos, Lucy Davidowicz escribe sobre los preparativos de los principales lugartenientes de Hitler para llevar a cabo el genocidio: “En algún momento del agitado verano de 1941, quizá en mayo, Himmler convocó a Höss [sic] a Berlín y, en privado, le dijo que ‘el Führer había dado la orden de una Solución Final de la Cuestión Judía’ y que ‘nosotros, las SS, debemos cumplir la orden’”.

Y añade: “A finales del verano de 1941, dirigiéndose a los hombres de los Einsatzkommandos reunidos en Nikolaiev, él [Himmler] les reiteró la orden de liquidación y señaló que los dirigentes y los hombres que tomaran parte en la liquidación no tendrían ninguna responsabilidad personal en la ejecución de esta orden. La responsabilidad era solo suya y del Führer”.

Davidowicz explica también que “en el verano de 1941, se puso en marcha una nueva empresa, la construcción del Vernichtungslager, el campo de exterminio. Dos civiles de Hamburgo llegaron a Auschwitz ese verano para enseñar al personal cómo manejar el Zyklon B y en septiembre, en el famoso Bloque 11, se llevaron a cabo las primeras gasificaciones de 250 pacientes del hospital y de 600 prisioneros de guerra rusos, probablemente comunistas y judíos…”.

Según la versión fabricada de la historia de Netanyahu (que, además, niega el Holocausto), nada de esto debería haber pasado. ¡Fue todo idea del Muftí!

El Muftí en la propaganda sionista

¿Por qué trae Netanyahu a colación al Muftí en estos momentos y, de paso, exonera a Hitler? La falsa afirmación de que el Muftí tuvo que convencer a unos nazis reacios para que mataran judíos ha sido promovida por otros propagandistas antipalestinos, especialmente por el ya jubilado Alan Dershowitz, profesor de derecho de Harvard.

Como ha señalado el profesor de la universidad de Columbia Joseph Massad en su libro La persistencia de la cuestión palestina (2006), Hach Amín al Huseini ha sido durante mucho tiempo un tema favorito de la propaganda sionista e israelí.

Huseini “proporcionó a los israelíes su mejor propaganda vinculando a los palestinos con los nazis y el antisemitismo europeo”, observa Massad. El Muftí huyó de la persecución británica y se refugió en Alemania durante los años de la guerra.

Massad escribe que Al Huseini “intentó obtener de los alemanes la promesa de que no apoyarían el establecimiento de un Hogar Nacional Judío en Palestina. Los documentos que la Agencia Judía exhibió en 1946, con la pretensión de mostrar que el Muftí tuvo un papel en el exterminio de los judíos, no muestran tal cosa; lo único que estas cartas sin firma del Muftí muestran es su oposición a que se permitiera a los judíos de la Alemania nazi y de Rumanía emigrar a Palestina”. Sin embargo, sigue diciendo Massad, “el Muftí sigue siendo presentado por los propagandistas israelíes como alguien que participó en el exterminio de los judíos europeos”.

Citando a Peter Novick, profesor de historia de la universidad de Chicago, autor de El Holocausto en la vida americana, Massad observa que en los cuatro volúmenes de La enciclopedia del Holocausto, patrocinada por Yad Vashem, la institución oficial israelí constituida en memoria de las víctimas del Holocausto, “el artículo sobre el Muftí es el doble de largo que los artículos dedicados a Goebbels y Göring, y mucho más largo que los artículos sobre Himmler y Heydrich juntos”. La entrada dedicada a Hitler es solo un poco más larga que la de Huseini.

En un artículo publicado por Al Yazira en 2012, Massad explica que “el sionismo ha reconstruido la lucha palestina contra la colonización judía no como una lucha anticolonial, sino como un proyecto antisemita”.

Parte esencial de la mitología sionista

La historia del Muftí se ha convertido en una parte esencial de la versión sionista de la historia palestina, que deja de lado un hecho básico: el infame acuerdo del movimiento sionista con el régimen de Hitler en 1933.

El llamado Acuerdo de Transferencia facilitó la emigración de judíos alemanes a Palestina y rompió el boicot internacional a los productos alemanes lanzado por los judíos estadounidenses. Massad explica:

Desesperado por convencer a Gran Bretaña para que dejara de apoyar el proyecto colonial sionista y horrorizado por la colaboración nazi-sionista, que reforzó aún más el robo sionista de Palestina, el líder elitista y conservador palestino Hach Amín al Huseini —que inicialmente se opuso a la revuelta campesina palestina de 1936 contra la colonización sionista— intentó convencer a los nazis para que no apoyaran la inmigración judía a Palestina, que ellos habían promovido a través del Acuerdo de Transferencia con los sionistas en 1933.

De hecho, el Muftí inició los contactos diplomáticos con los nazis a mediados de 1937, cuatro años después de que hubiera comenzado la colaboración nazi-sionista. Irónicamente, Massad añade:

Fueron los mismos colaboradores sionistas con los nazis los que posteriormente demonizaron a Huseini, presentándole a comienzos de los años 50 —hasta hoy— como un hitleriano de proporciones genocidas, a pesar de que su limitado papel terminó siendo el de un propagandista radiofónico de los nazis ante los musulmanes de la Unión Soviética y el Este europeo.

Hay que tener en cuenta que muchos movimientos nacionalistas del Tercer Mundo colonizado por los británicos coincidieron con los nazis, incluyendo los nacionalistas indios. Esto se debió, principalmente, a la hostilidad existente entre nazis y británicos, y no a alguna inexistente afinidad con la ideología racista de los nazis. Fue sin duda en este sentido que el Partido del Congreso indio se opuso a la declaración de guerra británica contra Alemania, como explica Perry Anderson en La ideología india.

De hecho, el Muftí dejó claro a los alemanes, así como al gobierno fascista de Benito Mussolini en Italia, como declara Mattar, que quería “la plena independencia de todas las partes del mundo árabe y el rescate de Palestina de las manos del imperialismo británico y del sionismo. Insistió en que la lucha contra los judíos no era de naturaleza religiosa, sino por la supervivencia palestina y por una Palestina independiente”.

El hecho de que Huseini se reuniera con Hitler y tuviera relaciones con los nazis no es un secreto. Pero las invenciones de Netanyahu y otros sionistas deben ser vistas como lo que son: un intento de culpar a los palestinos del genocidio de los judíos europeos en base a mentiras y, de paso, un intento de borrar de la memoria la historia de la colaboración del sionismo con el régimen genocida de Hitler.

Esta despreciable propaganda no tiene otro propósito que deshumanizar más aún a los palestinos y justificar el asesinato y la limpieza étnica perpetrados por Israel. El intento de Netanyahu de culpar a los palestinos del Holocausto es ensí mismo una forma de incitación al genocidio.

The Electronic Intifada. Traducción: Javier Villate, Blog Disenso. Revisada por Las Haine