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USA: PRESUPUESTO MILITAR CIFRA RÉCORD

12 de agosto de 2007

La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el domingo destinar 459.600 millones de dólares al presupuesto convencional de defensa para el ejercicio fiscal 2008, que comenzará el próximo 1 de octubre, lo que supone un incremento de casi 40.000 millones respecto al año anterior.

Aunque la partida presupuestaria deberá ser aprobada por el Senado, y someterse a consultas entre ambas cámaras del Congreso antes de ser concretada a finales de septiembre, merece la pena prestar especial atención al sorprendente incremento del presupuesto militar.

En realidad, el presupuesto del Pentágono ha seguido una tendencia al alza en los últimos años.

En 2005, el presupuesto militar de todo el planeta ascendió a 1, 2 billones de dólares, de los cuales el de Estados Unidos representó el 48 por ciento; en 2007, el presupuesto de Defensa de Washington fue de 532.800 millones de dólares, cifra que se incrementará en un 17 por ciento el próximo año, en el que supone el mayor incremento presupuestario desde el decretado por la administración del Ronald Reagan.

En un principio, la administración de George W. Bush solicitó unos fondos de 623.000 millones de dólares, de los cuales 481.400 millones corresponderían al presupuesto convencional, que finalmente ha sido 21.800 millones de dólares inferior al requerido por el ejecutivo.

No obstante, dado el gasto adicional de guerra para el presupuesto de Defensa del actual ejercicio fiscal, el presupuesto de total para el próximo año fiscal alcanzará la cifra récord de 716.400 millones.

Mientras tanto, el presupuesto militar para las guerras en Irak y Afganistán y la lucha contra el terrorismo asciende a 141.700 millones de dólares, lo que no satisface la demanda de incrementar el presupuesto de guerra presentada por el gobierno de Bush.

Según fuentes demócratas en el Capitolio, el Congreso intentará encontrar nuevas vías para resolver el problema de la financiación bélica cuando se reanude la sesión en septiembre.

Sin embargo, los medios de comunicación pronostican mayores discrepancias entre el gobierno de Bush y el Congreso, con predominio demócrata, sobre la parte de las arcas del Estado que se dedican a la guerra.

Con los conflictos de Afganistán e Irak, los presupuestos ’antiterroristas’ de Estados Unidos llegaron al medio billón de dólares, y al concluir el próximo año fiscal, el gasto total de la guerra contra el terrorismo ascenderá a 660.000 millones de dólares.

Desde que se hizo con el control de ambas cámaras del Congreso, el Partido Demócrata ha venido lidiando un intenso enfrentamiento con la Casa Blanca para conseguir la retirada de las tropas desde Irak, lo que hace esperar un acalorado debate sobre el gasto ’ antiterrorista’.

Asimismo, la Cámara de Representantes redujo en un cuatro por ciento el presupuesto del sistema antimisiles solicitado por el gobierno de Bush, lo que supone otro varapalo contra el proyecto armamentístico de la Casa Blanca.

Aunque continuará la disputa en torno al presupuesto de defensa, merece la pena prestar más atención al destino del ingente presupuesto militar.

Estados Unidos ha venido siguiendo de cerca y condenando el incremento del presupuesto de Defensa y la transparencia del mismo en otros países, que sin embargo, no incrementan con tanta celeridad las partidas dedicadas a este sector como lo hace Washington.

Se estima que el gasto militar real de Estados Unidos supone un billón de dólares anuales, es decir, diez veces más que el del Reino Unido, cuyo presupuesto de defensa ocupa el segundo puesto en el mundo.

En cuanto a la transparencia, el enorme gasto militar de Estados Unidos incluye grandes cantidades de ’presupuesto oscuro’.

En la partida de defensa convencional del actual año fiscal están incluidos proyectos ocultos por valor de 30.100 millones de dólares, un 6,5 por ciento de la suma total.

Según fuentes oficiales estadounidenses, Washington dedicará unos 140.000 millones de dólares a la financiación de la investigación y compra de armas en 2008, dentro de lo que se incluye a los aviones bélicos F-22 y F-35, los destructores tipo DDG y submarinos de categoría Virginia.

El índice de falta de transparencia en la financiación de la investigación y compra de armas del ejército estadounidense se cifra en un 20 por ciento, según los medios de comunicación.

En general, es imposible invertir la tendencia ascendente del gasto militar de Estados Unidos a no ser que se solucionen los conflictos en Afganistán e Irak y la guerra contra el terrorismo en el mundo, lo que le convertirá a George W. Bush en el presidente más derrochador de la historia de Estados Unidos.

El Pentágono, sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.

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