ILUSIONES Y NUEVA ESTAFA A LOS POBRES Y HAMBRIENTOS

«Los invito a lograr un Uruguay donde la educación, la salud y el trabajo decente sean derecho de todos, todos los días...”. (1° de marzo 2005). Estas fueron las primeras palabras del flamante presidente de Uruguay. ¿Dónde hemos escuchado el mismo discurso?. Es el mismo texto que antes utilizaron Lula de Brasil, Mesa de Bolivia, Néstor Kirchner de Argentina, y Lucio Gutiérrez del Ecuador. Estos, así como Tavaré, tuvieron a flor de labios la demagogia y el engaño desde el primer segundo que se sentaron en el sillón presidencial. Después, la historia ya la conocen, y las bonitas palabras se convirtieron en palos, garrotes y hambre para los pobres. No poco periódicos de que con Tavaré se iniciaba “una experiencia inédita de un gobierno izquierdista, signo que ha venido proliferando en el cono sur americano”.

Como se verá Tabaré, el nuevo presidente de este país, ha hecho prevalecer, para el día de la juramentación presidencial, el mismo espectáculo y el mismo libreto, que otros han utilizado para engatusar a la población. Un diario de Uruguay, dijo: “La República Oriental tiene por primera vez presidente socialista apoyado por el 70 por ciento de la población, después de 174 años en donde el país estuvo en manos de gobiernos conservadores”. Y agregó : Además del impacto interno que significa el cambio para esta pequeña nación de 3,2 millones de habitantes, la llegada de Vázquez al poder consolida el giro hacia la izquierda o centro izquierda que dio América del Sur en los últimos años con Néstor Kirchner en Argentina, Luis Ignacio ’Lula’ da Silva en Brasil y Ricardo Lagos en Chile”. (Diario La Nación, 2 de marzo 2005).

La crónica

Tabaré Vázquez de 65 años juró como presidente de la República ante la Asamblea General. Previamente lo realizó el vicepresidente y desde ahora presidente de la Asamblea General, Rodolfo Nin Novoa. Luego recibió del presidente saliente Jorge Batlle la Banda presidencial.

"Juro trabajar incansablemente por la felicidad del pueblo uruguayo". Esas fueron las primeras palabras de Tabaré Vázquez como Presidente de la Republica.

Vázquez destacó en su discurso el “Compromiso de trabajo al extremo de mis aptitudes, potestades y posibilidades para un país productivo” y que “Atrás, definitivamente atrás, quedan los tiempos de los gobiernos pretendidamente iluminados y sustancialmente distantes”, agregó. “Prometimos cambios y haremos cambios”, dijo. En tal sentido, destacó que gobernará con austeridad, diálogo y tolerancia.

Agradeció la presencia de los mandatarios extranjeros y recibió aplausos al decir : “Los problemas de los uruguayos los resolvemos entre los uruguayos”. Así destacó los principios de autodeterminación de los pueblos y de no injerencia extranjera. También fue ovacionado cuando expresó su “firme rechazo a todo tipo de terrorismo”.

Hubo una mención especial para tres grupos: mujeres, jóvenes y uruguayos que viven en el exterior. Respecto a los jóvenes, dijo que valen no sólo porque son el futuro sino porque son “ellos mismos”. “Queremos contar con sus esperanzas, con su alegría y sobre todo, con su rebeldía y su compromiso”, dijo. “la patria peregrina es peregrina pero sobre todo es patria”. Recordó a Artigas y dijo que su exilio fue “una larga agonía” que soportó “sin un lamento, sin un reproche”. “(...) Su nombre suena todavía y suena fuerte”, agregó, en referencia a la vigencia del ideario artiguista, agregando que su administración rechazará "todo tipo de terrorismo, violencia y discriminación".

Añadió que, como lo había anticipado "muchas veces", el "gobierno que hoy asume quiere más y mejor Mercosur".

"Mantendremos relaciones con todos los países latinoamericanos porque de todos nos sentimos hermanos por ser latinoamericanos".

Vázquez añadió que "nuestra integración al mundo tampoco ignorará nuestra relación con los organismos internacionales", aunque afirmó que dará prioridad a "la relación sur-sur". Subrayando que "este gobierno es de todos los uruguayos y todas las uruguayas".