7 de octubre de 2023

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OBAMA: PREMIO NOBEL DE LA GUERRA 2009

Por: Luis Arce Borja.

15 de octubre de 2009

En 1851 Carlos Marx, escribía que la lucha de clases creaba circunstancias y condiciones que hacían posible que personajes mediocres y grotescos jueguen el rol de héroes. Si en esa época, Marx hablaba de Francia y de Napoleón, ahora se trata de una intensa lucha de clases y de guerras imperialistas a nivel mundial, en cuyo centro gravita como personaje principal el presidente de los estados Unidos a quien acaban de otorgar el premio Nobel de la Paz.

¿Por qué el Nobel de la Paz para Obama?.

Este premio, en manos del presidente de la potencia más criminal y agresiva de la historia de la humanidad, hace parte de la nueva estrategia política de los Estados Unidos y demás potencias mundiales. En primer lugar, este premio esta relacionado a la profunda crisis moral, económica y política del sistema imperialista mundial, y a la necesidad que tienen los EE.UU. de reforzar su imagen internacional. El gobierno norteamericano, a causa de sus agresiones militares, ha acumulado tanto odio en los pueblos del mundo, que en el terreno político este factor resulta una debilidad para su estrategia de seguir siendo una potencia militar y política hegemónica a nivel mundial. El Nobel de la Paz 2009, hace parte de un plan publicitario cuyo objetivo es hacer creer a los pueblos que sufren las guerras imperialistas, que Obama no es responsable de la guerra en Irak, ni en Afganistán, y menos aún en el apoyo al Estado israelí para que siga exterminando a la población Palestina. Un periódico belga (Le Soir), señala que el viernes 9 de octubre (mismo día del consagrado premio Nobel), Obama tenía una reunión con el Consejo de Seguridad para discutir la mejor forma de continuar la guerra en Afganistán.

Santificar a Obama es uno de los objetivos de este montaje publicitario realizado en complicidad con la ONU, Amnistía Internacional, los gobiernos de los países de la Comunidad Europea y los grandes medios de comunicación mundial. Para el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, el premio al presidente de los Estados Unidos, “refleja las esperanzas que ha despertado con su visión de un mundo sin armas nucleares". Hay que ver como Obama se ha paseado por casi todo el mundo hablando de paz y democracia, pero sin embargo ha reforzado la guerra de agresión contra el pueblo de Irak y Afganistán. Irak, con 1,2 millones de personas muertas (del 2003 a septiembre del 2007) resulta un verdadero genocidio a cuenta del invasor norteamericano. (Cifras de la empresa encuestadora británica, Opinión Research Business).

Los recientes discursos “pacifistas” de Obama, tienen similitud en su contenido demagógico y falso a los que utilizó en su campaña electoral y que lo llevó la presidencia de los Estados Unidos. Habla de “reconciliar America y los musulmanes”, pero al mismo tiempo grita amenazadoramente que Irán constituye una “amenaza para la paz”, y pide al Movimiento de Resistencia Palestina (Hamas) a que deje las armas y se someta a las condiciones de los Estados Unidos y de Israel. Si Obama prometió en su campaña electoral retirar las tropas militares de Irak, recientemente anunció lo contrario y dijo que por razones de seguridad y estratégicas este retiro no se efectuara. Hace pocas semanas, Obama ha decidido enviar 40 mil soldados para reforzar su contingente militar en Afganistán, y según Robert Gates del departamento de Defensa USA, el aumento de militares para los tres próximos años será de 22 mil soldados, además de los 68 mil que desde el 2001 participan en esta guerra. El mismo Gates acaba de anunciar que el congreso americano, a pedido de Obama, ha aprobado una partida de 80 mil millones de dólares para financiar operaciones militares en Irak y Afganistán hasta el próximo 30 de septiembre, y otros 10 mil millones de dólares de ayuda humanitaria para repartir entre Kabul y otros países de la región.

En segundo lugar, mediante la publicidad en torno a este premio las potencias mundiales en particular el gobierno americano, pretenden hacer creer que Obama y los Estados Unidos quieren la paz mundial y que en un futuro inmediato se concretizará una paz de mil años, donde los ricos y pobres del mundo, las victimas y los victimarios vivan en plena armonía celestial. Los que se opongan a esta paz (paz de cementerio) son los “terroristas”, y todos aquellos que hacen resistencia activa a la intervención americana en medio Oriente, America Latina y otras partes del mundo. Este galardón en manos de Obama, no es un instrumento de paz sino más bien un taparrabo para encubrir nuevas agresiones imperialistas a los países pobres. Se equivocan o mienten quienes piensan que este premio compromete al presidente de los EE.UU. a efectuar hechos concretos por la paz mundial. La grave crisis del sistema imperialista, es un factor de desequilibrio social mundial, y ello atizara la lucha de clases y las luchas de carácter nacional en los países pobres. En Colombia por ejemplo los americanos han instalado siete bases militares, y se sostiene un régimen corrupto y criminal. A mediados de este año (2009) el jefe del Comando Sur de los Estados Unidos) encargado de la “seguridad” de America Latina, anunció que había que permanecer alerta contra las fuerzas terroristas que podrían amenazar las riquezas acuíferas de Brasil, Argentina y otros países. En otras palabras, las tropas norteamericanas, están listas para intervenir militarmente en cualquier país latinoamericano donde se amenace los intereses de esta potencia.

En tercer lugar, el Nobel de la paz, convertido en instrumento político, será utilizado como cobertura para encubrir los genocidios y crímenes de guerra cometidos por los Estados Unidos, y otras potencias mundiales. Este es uno de los objetivos del premio Nobel de la Paz y su entrega al mandatario de los Estados Unidos. De esta manera se fabrica un héroe de color, y se camufla la naturaleza política de este personaje, y sobre todo se encubre que él representa al país más peligroso para la paz mundial. Obama es presidente de los Estados Unidos por que así lo decidieron las grandes transnacionales, principalmente las que se enriquecen con la explotación de petróleo que se roba a sangre y fuego a los países de medio Oriente y aquellas que se dedican a la fabricación de armas de guerra. Irak, que cuenta con la tercera reserva mundial de petróleo (115.000 millones de barriles), ha sido el botín de las transnacionales americanas como la petrolera Exxon Mobil que en el año 2008 tuvo ganancias de 442.851 millones de dólares, o la Chevron» (petrolera estadounidense) que solo en el año 2008 ganó 263.159 millones de dólares, y la ConocoPhillips» (petrolera de EEUU) con 230.764 millones de dólares para el 2008. Es legítimo reclamar la paz para los pueblos invadidos del medio Oriente, pero es justo también reclamar sanción para los criminales de guerra en particular para los responsables civiles y militares de los Estados Unidos, Inglaterra y otros países comprometidos en crímenes, torturas y genocidios de miles de personas. No se trata de voltear la página y decir “borrón y cuenta nueva”. La paz mundial no podrá viabilizarse mientras existan individuos como Obama que hablan de paz y de democracia, pero sin embargo siguen invadiendo países y enviando miles de soldados a masacrar pueblos como ahora ocurre en Afganistán e Irak.

Si Obama ha recibido el premio Nobel de la Paz, no es por algún merito contra las guerras, sino por que él personifica mas que nadie la táctica política empleada a escala a mundial, cuya medula es usar el discurso político como un elemento de marketing, donde las palabras nada tiene que ver con la realidad. En diciembre del 2008, James Petras, hablando de la elección presidencial de Obama, señalaba que la elección del candidato negro del partido Demócrata, era la más grande estafa de la historia reciente. Para ello, anotaba, había una diferencia abismal “entre la demagogia de su campaña ‘populista’ y sus antiguas relaciones cada vez más estrechas con los personajes políticos más retrógrados, de los corredores de poder y con el apoyo millonario financiero de los grupos de poder. A solo tres semanas de su elección presidencial, anota Petras, Obama nombró en altos cargos de su gobierno a “todos los políticos que habían provocado las guerras interminables de las últimas dos décadas, y a los diseñadores de las políticas económicas responsables de la quiebra financiera y la recesión cada vez más profunda que azota a decenas de millones de estadounidenses”. Obama, denuncia Petras, prometió la paz para Oriente Próximo pero al mismo tiempo juraba servilmente lealtad eterna al Partido de la Guerra de los sionistas estadounidenses que obedecen a un poder colonial extranjero (Israel). Podemos afirmar, sentenciaba el analista y profesor norteamericano, “que la elección de Obama ciertamente representa un hito en la historia estadounidense: La victoria del mayor estafador de la historia reciente”.

La entrega del Nobel de la Paz a Obama, ha desnudado la naturaleza perversa de este premio. Ahora en su fase inmoral y caricaturesca, se ha convertido abiertamente en un instrumento político de los Estados Unidos, país responsable de las guerras y agresiones criminales de los pueblos oprimidos. El Nobel de la Paz para Obama deja al descubierto como nunca que el interés político de los organizadores de este premio, no es la paz ni la democracia, sino más bien camuflar la agresión imperialista y encubrir la esencia reaccionaria y guerrerista del sistema imperialista mundial.

Este montaje, ha sido diseñado con la colaboración y complicidad de las Organización de las Naciones Unidas (ONU) que inmediatamente publicó un sendo comunicado de felicitación para el flamante premio Nobel de la Paz. Lo mismo ocurrió con Amnistía Internacional, que en un comunicado (9 de octubre) señaló sin remordimientos que el premio otorgado al presidente de los Estados Unidos, es merecido en tanto “el presidente Obama ha tomado algunas medidas que favorecen el respeto de los derechos humanos en los Estados Unidos y en el resto del mundo”. Por su parte el Dalai Lama, premio Nobel de la Paz en 1989, se dirigió a Obama, para alabarlo y reconocer “su intención de resolver los conflictos internacionales a través de la sabiduría y el poder del diálogo”. Hasta Adolfo Pérez Esquivel, otro premio Nobel de la Paz, tomó la palabra para comparar a Obama con Luther King, y en tono mentecato, señalar que el presidente de los Estados unidos, y Premio Nóbel de la Paz tiene que “construir un Nuevo Contrato Social para la humanidad, de respeto e igualdad para todos”.