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CONDOLEEZZA RICE PROMOVIÓ EL USO DE TORTURAS

(DIN Internacional)

27 de abril de 2009

El senador republicano y ex candidato a la Presidencia, John McCain, ha criticado a la administración Obama por preparar -según él- el terreno a una "cacería de brujas" a la que tachó de "mala para el país y para futuros presidentes".

Aunque el informe del Senado fue publicado hace una semana, hasta ayer los más grandes medios de comunicación de EE.UU. habían mantenido oculta la implicación de Condolezza Rice en el tema, sin publicarla.

La ex secretaria estadounidense de Estado, Condoleezza Rice, se sumó ayer a la lista de altos funcionarios de la administración de George W. Bush que impulsaban la práctica de la tortura contra prisioneros indefensos.

Tras la divulgación del nombre del ex secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, como uno de los principales implicados, la lista se ha ampliado a Rice y al ex fiscal general, John Ashcroft, quienes habrían dado su autorización en el verano de 2002 para el empleo de métodos de interrogatorio como la asfixia simulada y castigos corporales contra secuestrados "presuntos terroristas" que permanecían confinados en prisiones secretas.

Un ejemplo "testigo" comprobado es que el 17 de julio de 2002 Condoleezza Rice, en su calidad de Consejera de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, aprobó que la CIA usara "métodos alternativos de interrogatorio", incluyendo la "asfixia simulada", cuando se interrogaba a Abu Zubaydah, entre varios otros secuestrados por la CIA.

La televisora CNN recordó que el 7 de febrero de 2002, el entonces Presidente Bush había firmado un memorando anulando el artículo 3 de la Convención de Ginebra, que se refiere al tratamiento de prisioneros de guerra.

Los nombres de Rice, Ashcroft y otros antiguos cargos de la administración Bush, como el ex vicepresidente Dick Cheney, figuran en una cronología preparada por el Comité de Inteligencia del Senado que ha sido desclasificada por el Departamento de Justicia.

La ampliación de la lista de ex altos funcionarios de la administración Bush en estos documentos secretos, que sugieren o prueban su responsabilidad en casos de tortura, ha desatado una intensa batalla en el seno del Congreso.

En este sentido, el senador republicano y ex candidato a la Presidencia, John McCain, ha criticado a la administración Obama por preparar -según él- el terreno a una "cacería de brujas" que "será mala para el país y para futuros presidentes".

Contra esta opinión se manifestaba ayer el secretario de Defensa, Robert Gates, quien fungió como director de la CIA durante casi 30 años y formó parte del gabinete de George W. Bush. "Tratar de ocultar estos memorandums habría sido poco realista ya que su divulgación era inevitable", aseguró Gates en alusión a la investigación que sigue su curso en el Congreso y a las demandas legales pendientes que han entablado organizaciones defensoras de los derechos humanos.

En medio de un intenso forcejeo e intercambio de reproches y acusaciones entre demócratas y republicanos, el fiscal general, Eric Holder, dijo que "no voy a permitir la criminalización (del caso) a partir de diferencias políticas". "Sin embargo, añadió, como fiscal general es mi responsabilidad hacer cumplir la ley. Y si encuentro evidencia de algo indebido, procederé con todo el peso de la ley…", aseguró.

El vocero de la Casa Blanca, Bob Gibbs, intentó reducir las expectativas en torno a la creación de una comisión de investigación que han demandado algunos congresistas como el demócrata Patrick Leahy, presidente del comité judicial en el Senado. "Una comisión de este tipo se prestaría a un intenso forcejeo político", aseguró cuando se le preguntó si, acaso, el presidente Obama apoyaba esta idea.
El diario The New York Times reportó que el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, y otros prominentes senadores coinciden con la Casa Blanca en oponerse a la creación de una comisión especial para investigar los métodos de tortura aprobados por la administración Bush contra sospechosos de terrorismo, impulsada por la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y otros prominentes congresistas demócratas.

Mientras se siguen conociendo detalles sobre las torturas de la CIA, el secretario de Defensa, Robert Gates, respaldó ayer la decisión del Gobierno de desclasificar los documentos con los que la anterior administración legitimó las torturas, pero expresó su preocupación por posibles repercusiones sobre el proceso que llevó a la autorización de métodos coercitivos.

Gates, en visita a una base militar en Carolina del Norte, donde infantes de marina preparan su viaje a Afganistán, explicó que su mayor preocupación era proteger a los agentes de la CIA involucrados en las torturas, pero que las aplicaron dentro de las directrices que les dio el Departamento de Justicia.

Aunque el informe del Senado fue publicado hace una semana, hasta ayer los más grandes medios de comunicación de EE.UU. habían mantenido oculta la implicación de Condolezza Rice en el tema, sin publicarla.