7 de octubre de 2023

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OBAMA Y LOS SINDICATOS MAFIOSOS

Por: Gabriel Adrián.

2 de septiembre de 2008

Las películas dando la imagen de sindicatos en Estados Unidos como títeres de la mafia no son mero entretenimiento de Hollywood. Por lástima el movimiento sindical estadounidense ha estado siempre ligado al bajo mundo. Desde sus orígines sindicatos han sido traicinados por sus líderes sirviendo intereses oscuros de la mafia y del poder político. Los sindicatos represetan un gran potencial económico y político. Aún hoy, en tiempos que el vendaval neoliberal ha arrasado con las formas de organización colectiva en la tierra del Tío Sam - en el sector privado sólamente 7% de los trabajadores están sindicalizados- los sindicatos siguen representando potencial político, pues, sindicalistas son electores.

Es por eso que Barack Obama, candidato presindencial del Partido Demócrata, se ha preocupado por estrechar vínculos con sindicatos, especialmente con los Teamster, el segundo sindicato de mayor importancia en los Estados Unidos. Los Teamster tiene 1’400,000 afiliados y una sólida presencia en importantes sectores de la economía yanqui, especialmente entre camioneros, estibadores, mecánicos de avión, vigilantes de aparcamientos, empleados de cerveceras y empresas funerarios, vigilantes de prisión. Es decir, un sindicato con fuerte presencia entre los trabajadores “blancos” del país del Norte entre los cuáles el Partido Demócrata ha perdido apoyo desde el ascenso de Reagan en los años ochenta..

A Obama no le preoucpa que los Teamster hayan estado envueltos en escándalos de corrupción y arregle de cuentas al más puro estilo de “El Padrino”. Según investigadores del crimen organizado, una buena parte de los primeros casinos y hoteles de las Vegas, ciudad creada por la mafia gringa, fue financiada con fondos de los Teamster. Cuatro de los presidentes de los Teamster han sido formalmente procesados y terminaron tras las rejas. Los Teamster se hicieron tristemente célebres bajo la égida del padre de su actual presidente, de Jim Hoffa, a quien se le imputaban negociados con la mafia. Jim Hoffa terminó en prisión en 1967 por intentar influenciar testigos en procesos judiciales. Nixon lo amnistió después que los Teamster recomendaron su reelección. En su intento de recuperar su poder en el sindicato se hizo de enemigos. Jimmy Hoffa desapareció misteriosamente en 1975.

En 1999 los Teamster crearon su propia unidad de lucha contra la corrupción. Pero el objectivo de esta iniciativa era escapar a la vigilancia que le venía haciendo el FBI por más de diez años por sospechas de corrupción y negociados con la mafia. En 2004 el jefe de esta unidad anti-corrupción, Ed Stier, renunció manifestando que no existía una voluntad real de luchar contra la corrupción dentro del sindicato. Esta unidad anti-corrupción le cuesta al sindicato 6 millones de dólares anuales. En los últimos años los Teamster se han visto involucrados en una serie de escándalos por la malversación de fondos y de costos por servicios prestados a los afiliados. Sin embargo, parece que debido a su larga trayectoria para ocultar negocios turbios no se le ha podido probar nada a la dirección de los Teamster.

En la edición de junio de la revista de los Teamster aparece Obama estrechando la mano de James Hoffa, Presidente del sindicato. Hoffa ha declarado públicamente su apoyo a Obama manifestando que éste se compromete en la lucha contra “injustos tratados de libre comercio que afectan a miles de trabajadores estadounidenses”.

Críticos conspicuos afirman que no ha sido su posición crítica ante tratados de libre comercio con Colombia y con Corea lo que ha acercado a Obama a los Teamster. Se afirma que Obama habría prometido a la alta dirección del sindicato de retirar la vigilancia que les hace el FBI desde hace años. En mayo de este año apareció un artículo en el Wall Street Journal sobre el apoyo del movimiento sindical al, en ese entonces, pre-candidato demócrata. Según este artículo Obama había manifestado en mayo del 2007 que la FBI debería dejar de vigilar a los Teamsters. En febrero del 2008 los Teamster expresaron públicamente, por primera vez, su apoyo a Barack Obama.

Las conexiones de Obama con sindicatos mafiosos enturbian la impía imagen del candidato demócrata. Esto refleja que Obama es parte del podrido sistema político estadounidense en que como en ningún otro país el dinero lo define todo. Esto demuestra también que una elección de Obama no cambiará sustancialmente las relaciones de poder en los Estados Unidos y en el mundo como tanto ingenuo y despistado piensa. En términos de política interna, quizás cambien algunas cosas como la cobertura médica y el accesso a la educación. En el país más poderoso del mundo quien no tiene dinero y se enferma se jodió; quien quiere dar a sus hijos una educación de calidad se endeudará de por vida o simplemente no podrá hacerlo. En estos sectores se esperan algunos cambios ante una eventual elección de Obama. Estos cambios no serán, sin embargo, sustanciales.

En la política internacional los efectos serán aún menores. Un Barack Obama quizás no hubiera invadido Irak, que tampoco lo hizo Bush padre en la primera guerra del Golfo, pero si hubiera invadido Afganistán. Obama continuará con la política de agresión de los yanquis a nivel mundial apoyando los intereses de consorcios estadounidenses. Obama continuará la agresión y el embargo contra Cuba; el apoyo a criminales como Uribe en Colombia o García en Perú continuará; continuará apoyando la política de exterminio del Estado de Israel contra el pueblo palestino; la CIA continuará desetabilizando gobiernos y movimientos progresistas o aquellos que se opongan contra sus intereses en todo el mundo; se firmarán tratados de libre comercio que beneficien aún más a los intereses de las grandes empresas estadounidenses.