7 de octubre de 2023

INICIO > EUROPA > Otros paises

FORUM DE LAS RESISTENCIAS DE BEIRUT

Intervención de Nadine Rosa-Rosso (*)

26 de febrero de 2010

(Foto de Nadina Rosa-Rosso en el forum de Beirut)

Este artículo trata sobre el colonialismo israelí en Palestina. Se trata de la resistencia al interior de la Comunidad Europea contra el sionismo y el imperialismo. El artículo hace propuestas concretas útiles para la solidaridad internacional con Palestina y la resistencia contra la guerra en Irak y Afganistán. Publicado en francés el sábado 30 de enero de 2010 en la página del Movimiento de los Indígenas de la República (Movement des les Indigènes de la Republique): http://www.indigenes-republique.fr/

Traducido por Nuria Alvarez (Groupe Décolonial de Traduction)

La agresión sionista contra Gaza del invierno de 2008-2009 es la continuación de la guerra de colonización comenzada en 1947. Esta última guerra fue preparada políticamente, en particular para el público occidental, mediante la inclusión de Hamás, la Yihad Islámica, el FPLP y otras cinco organizaciones de resistencia Palestina en la lista de organizaciones terroristas.

Ahora bien, para Dirk Marty, ponente en el Consejo Europeo, “encontrarse en esta lista equivale a una condena a muerte”. La ofensiva contra Gaza tenía como claro objetivo ejecutar esta pena de muerte: liquidar la resistencia palestina a través de la destrucción del gobierno palestino elegido democráticamente.

Lo que el ejército sionista realiza con sus soldados, sus aviones, sus carros de combate y sus bombas, los gobiernos europeos lo llevan a cabo con leyes que criminalizan a la resistencia y a aquellos que la apoyan. Por ello, luchar hoy contra la agresión y la colonización significa también concretamente en Europa luchar por la retirada de las organizaciones de la resistencia palestina de la lista de organizaciones terroristas.

Por esta razón, el 1 de febrero de 2009 lancé un llamamiento a la retirada de Hamás y de las otras organizaciones palestinas de la lista europea de organizaciones terroristas.

Nuestro punto de partida es que la cuestión Palestina no es ni una cuestión religiosa, ni una cuestión humanitaria. Es una cuestión eminentemente política. Consiste en denunciar el carácter colonial de Israel y de toda su política y en reconocer y apoyar como legítima la resistencia del pueblo palestino y de todas sus organizaciones de resistencia.

Este manifiesto ha recibido el apoyo de cientos de personalidades europeas, americanas y canadienses. Su argumentación a favor del llamamiento se resume en cinco justificaciones políticas esenciales:

1. La Unión Europea, al igual que EEUU, obliga siempre a los pueblos a organizar elecciones bajo una fuerte vigilancia occidental. Pero cuando el resultado de las elecciones no le gusta, organiza el bloqueo, participa en la guerra, directa o indirectamente, y apoya a los agresores con el fin de deponer a los representantes electos.

2. La Unión Europea tiene que admitir que el tiempo de las colonias ha terminado y ya no volverá. Debe renunciar a su política imperialista y adoptar con el resto del mundo relaciones postcoloniales que respeten incondicionalmente su soberanía y su dignidad. Esto implica renunciar a una política internacional racista que trata a los pueblos del Tercer Mundo como si fueran incapaces de decidir su sistema político de forma responsable. Ya es hora de respetar la Resolución 2621 XXV de 12 de octubre de 1970 de Naciones Unidas, que afirma “el derecho inherente de los pueblos colonizados a luchar por todos los medios necesarios contra las potencias coloniales que reprimen su aspiración a la libertad y a la independencia”.

3. La Unión Europea debe independizarse de Estados Unidos y dejar de seguir ciegamente todas las aventuras militares de su política imperial. Retirar a Hamás de la lista de organizaciones terroristas puede ser un paso en este sentido, ya que esta lista fue establecida por Estados Unidos en 1995, tras los acuerdos de Oslo, para obligar al pueblo palestino a renunciar a sus derechos legítimos. El legítimo derecho a la resistencia está contenido en el artículo 1 §4 del primer protocolo adicional de Ginebra del 8 de junio de 1977, que incluye entre los conflictos armados internacionales aquellos “en los que los pueblos luchan contra la dominación colonial y la ocupación extranjera o contra los regímenes racistas, en el ejercicio del derecho de los pueblos a disponer de sí mismos,…”.

4. Retirar a las organizaciones palestinas de la lista de organizaciones terroristas significa reconocer la legitimidad de la resistencia. Todas las resistencias en el mundo han sido calificadas de terroristas. En el siglo pasado, las resistencias al fascismo fueron consideradas terroristas por los nazis. Dirigentes nacionalistas como Nelson Mandela han pasado décadas en prisión bajo la acusación de terrorismo. Fué solamente en 2008, quince años después de recibir el Premio Nobel de la Paz y catorce años después de convertirse en el presidente de la Sudáfrica, cuando los EEUU lo retiraron de su “Terror List”. Y el día de hoy, conmemoramos la muerte del dirigente nacionalista congolés, Patricio Lumumba, asesinado por haber reivindicado una verdadera política de independencia. Las celebraciones en Francia y en Bélgica del cincuenta aniversario de la independencia de numerosos Estados africanos podrían ser la ocasión para denunciar esta política asesina.

5. Y finalmente, se trata también de reconocer el derecho a nuestra resistencia y poner fin a la política de criminalización de los activistas, de quienes combaten la guerra y el imperialismo en los países de la Unión Europea. Política de criminalización que afecta particularmente a las poblaciones araboparlantes y musulmanas de Europa, sospechosas ya de querer cubrir nuestros países de minaretes y velos.

Las reacciones al llamamiento demuestran que, a pesar de las dificultades que siguen siendo importantes, es posible construir en Europa, pero también en Norteamérica, el principio de un frente de apoyo a las resistencias anticoloniales y antiimperialistas en el mundo.

La primera condición para reforzar este frente es no dejarse intimidar por las medidas de criminalización, como la prohibición reciente en Gran Bretaña de expresarse contra la presencia de soldados británicos en Afganistán. Los demócratas europeos dignos de ese nombre no pueden en ningún caso aceptar estas derivas fascistizantes de los estados.

La segunda condición es imponer entre nosotros los puntos de vista pero también la presencia física de los representantes de la resistencia, con el fin de crear lazos directos entre los pueblos en lucha del mundo.

El mundo está cambiando pero la mayoría de las fuerzas políticas tradicionales, en particular en la izquierda, se resisten a admitirlo. La época en la que Occidente dictaba su politica ha terminado. Las relaciones de fuerza económicas cambian también con el empuje de naciones como China, India, Brasil o Rusia. En el plano político, todo el continente latinoamericano se mueve. Como declaraba el presidente venezolano Hugo Chavez en Copenhague: “si el capitalismo se opone (a los cambios), nosotros estamos obligados a librar batalla contra el capitalismo y a abrir las vías de salvación de la especie humana. Esta tarea nos incumbe a todos; bajo las banderas de Cristo, de Mahoma, de la igualdad, del amor, de la justicia y del humanismo verdadero y mas profundo”.
Los pueblos en lucha tienen hoy la posibilidad de unir sus resistencias frente a sus gobiernos y a un imperialismo cada vez más debilitado y decadente. Si se unen más allá de sus diferencias, este siglo no será el del choque de civilizaciones, sino el del choque y la victoria de las resistencias contra el imperialismo.

(*).Contacto: nadinerr@gmail.com
Telf. : 0032484597802 /003227926913 - Bruxelles