7 de octubre de 2023

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LOS CONSEJOS DEL SABIO A ZAPATERO

Por: Floren Aoiz.

23 de diciembre de 2007

Felipe González, a quien muchos denominan Mister X, fue aupado a la dirección del PSOE en una maniobra sucia apoyada por los servicios secretos franquistas, la CIA y sus colegas de la socialdemocracia alemana.
Alguien ha considerado que Felipe González merece no sólo el calificativo de sabio, sino el honor de formar parte de una comisión que reflexione sobre el futuro de Europa. Gracias a esto hemos visto al sabio con el actual presidente del Gobierno español en la escalinata de La Moncloa. Las malas lenguas se han hartado de difundir a los cuatro vientos que no se tragan, pero aparentaron una total sintonía entre sonrisas y gestos de satisfacción. Era la imagen de un ex presidente y un presidente que parece empeñado en dejar de serlo. Y me vinieron a la mente muchas asociaciones.

González, a quien muchos denominan Mister X, fue aupado a la dirección del PSOE en una maniobra sucia apoyada por los servicios secretos franquistas, la CIA y sus colegas de la socialdemocracia alemana. Curiosos antifranquistas aquellos que contaban con la ayuda de la Brigada Político Social mientras los verdaderos enemigos de la dictadura sufrían torturas, cárcel e incluso la muerte. Lo prepararon para llegar a la presidencia, y cumplió su papel: OTAN, reconversiones y una descomunal ofensiva contra el independentismo. Bajo sus auspicios la sección navarra del PSE dio un giro acrobático e hizo suyo el particionismo de la derecha. Mientras estuvo en el Gobierno se produjeron los crímenes de los GAL y el proceso de Argel, la dispersión y otros saltos represivos. El PSOE le echó un pulso a Euskal Herria y recurrió a todo cuanto estuvo en su mano para ganarlo, pero fracasó. González se tuvo que ir a su casa y todavía no ha digerido el humillante fracaso. El, tan inteligente, audaz y desprovisto de escrúpulos, estaba seguro de lograrlo. En el mismo escollo encallaría más tarde la nave de la gaviota, pilotada por un arrogante Aznar que aún hoy arrastra entre conferencias y desvaríos el estigma del naufragio.

Desde hace tiempo, poner fin a eso que llaman problema vasco es la gran tentación de todo candidato a estadista, pero termina siendo la causa del fracaso de todos ellos. Sin embargo, hay sabios que no lo saben. Por eso es poco probable que González haya invitado a rectificar a un Zapatero que en menos de cuatro años ya ha logrado reproducir todos sus errores.