Socorro Rojo Internacional.
ESPAÑA: PRISIONERA “CONDENADA” A MUERTE
Fina García Aramburu es militante del PCR (r).
El grave estado físico de la presa política militante del PCE(r) Josefina García Aranburu se deteriora a pasos agigantados y día a día. El domingo 2 de septiembre fue de nuevo ingresada (por quinta vez en pocos meses) en el hospital aquejada de fuertes dolores.
Uno de los médicos ha vuelto a recomendar su liberación inmediata como única posibilidad de curación y salvación de su vida.
Le recetan siete pastillas diarias para calmar los intensos dolores que le están destrozando el hígado. Apenas puede comer porque los alimentos le provocan náuseas y el hematocrito lo sigue teniendo muy bajo.
La situación médica se ha complicado varias veces y cada día va a peor, de manera que tanto en junio de 2006 como en agosto y diciembre del mismo año también la tuvieron que ingresar en el Hospital 12 de Octubre de Madrid desde la prisión de Alcalá-Meco.
Nada más llegar al aeropuerto de Barajas y llevada a los calabozos de la Audiencia Nazional tuvo que ser examinada por el médico forense porque su situación era muy grave, con riesgo más que evidente de ataques al corazón. Tanto el médico forense como el juez Marlaska pudieron ver los informes médicos y la medicación que Josefina traía desde Francia.
Poco después, el 14 de agosto de 2006 fue ingresada en el Hospital 12 de Octubre de Madrid procedente de la prisión de Alcalá-Meco después de padecer tres anginas de pecho consecutivas.
Su estado de salud es tan sumamente delicado que apenas pudo aguantar dos meses en el presidio desde que la extraditaron de la cárcel de París. Pero el Estado fascista, aunque se le llena la boca de paz y otras buenas palabras, no persigue más que el exterminio de los presos políticos, acabar poco a poco con las escasas fuerzas físicas que aún les restan después de décadas de encierro injustificado.
En el caso de Josefina García Aranburu, el deterioro de su situación es consecuencia directa de la peregrinación por las cárceles francesas y españolas y del brutal trato padecido. Sin embargo, su moral no se ha resentido ni ún ápice, sigue con el ánimo muy alto y con ganas de salir a la calle para continuar en la lucha. Es un ejemplo de integridad y de coraje para todos los antifascistas.
Los médicos del hospital ya advirtieron a la prisión que el único tratamiento válido para Josefina es su liberación de la cárcel porque para una dolencia cardiaca como la que ella padece cualquier situación de reclusión la agrava, como efectivamente estamos comprobando.
A la cardiopatía de esta militante del PCE(r) presa, se le ha unido una hernia discal causada por el forcejeo mantenido con la Gendarmería en el Palacio de Justicia de París durante su juicio, del que fue expulsada violentamente varias veces, dislocándole uno de los brazos.
Los médicos han advertido que debe ser operada también de la hernia, ya que le causa dolores intensos por todo el cuerpo.
El 5 de septiembre de 2006 se celebró en la Audiencia Nacional el juicio de apelación sobre su libertad, que había sido denegada antes por los jueces Garzón y Marlaska. El Fiscal pidió que continuara en prisión porque no se había entregado voluntariamente a las autoridades sino que habían tenido que pedir la extradición a Francia. Se olvidaba que, una vez cumplida su pena de cárcel en Francia, no fue puesta en libertad sino trasladada a una prisión española para prolongarla y que no pretenden otra cosa sino hacer que cumpla dos penas sucesivas por los mismos hechos, lo que es contrario a todas las leyes del mundo.
También dijo que había un riesgo de que se fugara y volviera a la lucha clandestina. Entonces el abogado le recordó que estaba ingresada en un hospital después de tres anginas de pecho que había tenido justo un mes antes y que era imposible no solamente la fuga sino incluso que se pudiera mover de la cama.
Su abogado defensor calificó la situacion de prisión de gratuita y desproporcionada, una situación que jamás se había conocido ni siquiera en los peores tiempos y que carecía de cualquier respaldo legal, incluso de las leyes españolas, porque ya había cumplido su condena y que todo eso constaba en los papeles judiciales de Josefina.
A Josefina se le tiene como verdadero rehén por una condena y delito que ya tiene cumplido, con lo cual su situación se convierte en el secuestro de una persona con una grave enfermedad. ¿Hablarán de paz y tolerancia sus secuestradores y exterminadores?
Fina estuvo presa 20 años en España, siendo brutalmente torturada, por su militancia en los GRAPO. Tras su puesta en libertad, se volvió a incorporar a la lucha política, pasando a la clandestinidad como militante del PCE(r). Fue detenida en 2002 en París y juzgada en Francia. Cumplida su condena en el país galo, donde fue torturada y golpeada en su juicio, cosa que agravó aún mucho más su precario estado de salud, fue ilegalmente extraditada a España, donde no tiene ninguna causa pendiente y por lo tanto se le tiene secuestrada por delitos ¡¡que ya tiene cumplidos!!
Esa es la terrible situación: más de 24 años de cárcel, con la salud totalmente rota por su estancia en prisión y las torturas a la que ha sido sometida, con la condena no sólo totalmente cumplida, sino sin causas abiertas. Callar esta situación de extrema gravedad de esta revolucionaria presa, es contribuir con el exterminio a que son sometidos los presos y presas políticas.
Datos: PCE(r)
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4 septiembre 2007