7 de octubre de 2023

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Ni las barras bravas se salvarán de la pena de muerte.

VIOLENCIA EN EL FÚTBOL: OTRO AUTOGOL DEL GOBIERNO APRISTA

Por: Yásser Gómez.

11 de febrero de 2007

(Revista Mariátegui). El fútbol puede ser utilizado como anestesia social por dictaduras o gobiernos democráticos, siempre y cuando, los que dirijan estas campañas conozcan del tema. Porque de lo contrario, este, se convertirá en un boomerang que terminará rompiendo el cristal, al que se le quiere sacar brillo o desnudará por completo la incapacidad de un gobierno como el del APRA, que intenta vender una falsa imagen de seguridad.

Lo que se perdió Montesinos
Si hacemos un análisis de los diez años de la dictadura fuji-montesinista, no podemos negar que el manejo mediático para persuadir la opinión de los peruanos -dirigido por Vladimiro Montesinos y sus secuaces- fue casi perfecto. Es decir, los medios de desinformación sesgaban las noticias y sólo salía lo que era favorable al gobierno y al establishment neoliberal. Sumado a esto, estaban los reality shows, los escándalos narco-farándula, los ataques a personalidades críticas de la tiranía, empujadas con portadas grotescas de la prensa de cincuenta céntimos, entre otros, que perturbaban y distraían a la gente.

Hay que resaltar que por esos tiempos, el periodismo no se alineaba por convicción -como hoy al APRA- a la banda Fujimori-Montesinos. Tenían dos motivos para hacerlo: podía ser, porque les quitaban la publicidad estatal y los presionaban con los impuestos (SUNAT) hasta desaparecerlos o recibían su sobre y/o costal de miles, cientos o millones de dólares, según la ambición e importancia del broadcaster o periodista vendido. A diferencia de estos tiempos -aunque hay algunos que siguen recibiendo las "bolsas" de las transnacionales, como lo hicieron durante la elecciones presidenciales, para atacar y favorecer a, ya sabemos quienes- que los medios de desinformación de manera gratuita han prometido sostener a Alan García y a esta democracia de los ricos, hasta las últimas consecuencias.

A fines del año 2000, Fujimori tuvo que renunciar porque se hizo público un video que mostraba lo corrupto del régimen, mientras, la indignación se expresaba en todo el Perú. La Marcha de los Cuatro Suyos había sido la señal, de que, el miedo a enfrentar la dictadura en las calles no existía. Entonces lo que se venía eran cinco años con una resistencia dura, sobre todo en la costa y sierra sur del país. Por eso, EEUU elegantemente tuvo que invitar a renunciar a Fujimori -soltando el mencionado video- y de paso, le mandaba el mensaje a Montesinos, de que, se las arreglase como pudiese, porque ya no les era útil. Por que, la subversión estaba aplastada, desarticulados los movimientos sociales y el Consenso de Washington regía la economía peruana. La misión había sido cumplida y como Noriega, Husseín o Pinochet, Vladimiro ya no les servía para nada.

Pero que hubiera pasado si sumada a esa astucia, chantaje y capacidad de corrupción de Montesinos para con casi todos los sectores de la sociedad peruana, hubiera tenido un hinchaje por el fútbol. Que desde niño hubiera cultivado un amor por el balompié y hubiera sido un asiduo concurrente a los estadios. Con la manipulación del fútbol como control social, hubiésemos tenido un escenario similar al argentino, si recordamos lo favorable que fue para la Junta Militar de Videla la organización y obtención del mundial de fútbol 1978, que provocó sentimientos de triunfo y anestesia social en los argentinos, aunque un gran sector tenía amargura por las desapariciones y persecuciones de sus compatriotas.

Goles, torturas y desapariciones. El festejo de la Junta Militar durante el Mundial de Argentina 1978.

Entonces, la falta de acercamiento o conocimiento del fútbol y todo lo que representa en una sociedad, desde las perspectivas: social, humana, deportiva, sicológica y de desfogue, nos evitó -tal ves- la dictadura perfecta. Qué habría sucedido, si Vladimiro hubiese lavado su dinero obtenido de la corrupción, invirtiéndolo en los más populares equipos del fútbol peruano y que estos hubiesen obtenido torneos como la Copa Libertadores, Conmebol, Merconorte o hubieran estado siempre peleando finales de estos campeonatos. O habría decidido, "tomar" sigilosamente la directiva de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) -porque con la FIFA nadie se mete- para poner "orden", llevar a los mejores dirigentes, cuerpo técnico y, que la selección hubiese realizado una preparación exigente, que hubiera tenido como resultado, la clasificación a dos mundiales por lo menos. Con esta fiebre todo hubiera sido diferente para ellos, tal vez el pueblo hubiera estado menos insoportable. Felizmente para nosotros, no sucedió. ¡Lo que te perdiste Montesinos! Por que, a veces, el fútbol puede ser el opio del pueblo.

¡Mazzetti encarcela a quien puedas!
Cuando la noche del viernes 19 de enero en el estadio Monumental de Universitario de Deportes, ocurrió lo que sucede todos los domingos, fuera de los estadios de fútbol, es decir, peleas entre barras rivales, y donde siempre algunos de sus integrantes o los que acompañan a la masa, llevan la peor parte, por no decir que son acuchillados, golpeados o reciben algún balazo. Por una semana los buitres de la sociedad peruana tuvieron bastante carroña para devorar y entre los que quisieron aprovecharse de esta situación para ganarse alguito ante la opinión pública, estuvieron el gobierno alanista y la oposición, representada en la congresista nacionalista Cenaida Uribe, los que al final salieron perdiendo.

Aquella jornada nocturna era la presentación oficial del equipo de fútbol profesional para el 2007 del club Universitario de Deportes. El rival era el Sport Boys del puerto del Callao. Muchas tarjetas amarillas y rojas en el campo de juego, conatos de bronca y cuando faltaban algunos minutos para que finalice el partido, la pequeña barra del Boys que ocupaba la tribuna popular sur del estadio -con una reja de por medio- molestaba a los hinchas de Universitario de las dos tribunas adyacentes, de ahí ambos pasaron a las amenazas y a golpear la reja, cuando de pronto los fanáticos del equipo estudiantil de la popular Norte habían traspasado la tribuna occidente -dos rejas de fierro incluidas- los barristas del Boys iniciaron la retirada y la turba agarró a golpes a unos cuantos desprevenidos. Pero un adolescente fue maltratado, precisamente en la mitad de las gradas de una tribuna sur casi vacía. Los flashes empezaron a ser disparados como si saliesen de ametralladoras. Los diarios futboleros ya tenían la portada lista, los programas televisivos dominicales podían volver a contarnos lo violenta que es la juventud. Y todo el que deseaba sus cinco minutos en la pantalla chica, podía levantar la mano para ser protagonista.

Lo que vino después nos demostró, que lo mas podrido del país no estaba en esos adolescentes que por diversos motivos tienen a la violencia como una justificación para seguir existiendo y sentirse que "sirven para algo", sino que la podredumbre moral y la actitud delictiva se reparte entre nuestra clase política y todos los oportunistas que salieron a "condenar" la violencia de ese día y lo que pedían, no era una solución a estos hechos, sino sólo, culpar a Universitario de Deportes, desde el dirigente corrupto que lo maneja en las sombras -Alfredo Gonzáles- hasta el técnico Nunes sin olvidarse del masajista y los recogebolas. Seguro saldando sus cargos de conciencia, porque al fin de cuentas, toda la sociedad es culpable de lo que ella misma produce, sea esto, bueno o malo.

Ahí aparecieron todos, pero a la primera que le brillo los ojos y "cargó con el problema" fue la congresista del Partido Nacionalista Peruano (PNP) Cenaida Uribe, quien preside la Comisión de Juventud y Deportes del Congreso de la República, la que durante una semana de "exhaustiva investigación" que consistió en visitar el lugar de los hechos, conversar con los responsables del estadio crema y analizar los diversos informes periodísticos, para dar como resultado que los "culpables" son los dirigentes e hinchas de la "U", la barra brava Trinchera Norte, el comando técnico y los jugadores de Universitario. Incluso antes que inicie su investigación, la parlamentaria Uribe aseguraba a diversos medios que: "Según lo que dice la prensa los culpables son los dirigentes de Universitario por no haber solicitado con antelación el permiso a la Prefectura".Lamentable por los votantes a quien ella representa y por su bancada que sigue actuando sin rumbo y con lentos reflejos políticos.

Para los flashes. Cenaida Uribe (Der.) debió aprovechar políticamente esta situación a favor del Partido Nacionalista.

Uribe tenía el plato servido -y podía ganarse algo más que una "fotito"-, para enrostrarle al gobierno alanista y a sus esbirros como la Ministra del Interior, Pilar Mazzetti, que estos sucesos de violencia descontrolada, eran una muestra de incapacidades personales e institucionales, que intentan maquillar con shows mediáticos de fantasiosos operativos anti terroristas, que supuestamente daban "seguridad a la población" y al final no podían prevenir ni controlar a unos pandilleros tirapiedras.

Pero como la oposición no supo aprovechar esta situación, también lo intentó el régimen aprista. Alan García "mostrando firmeza" prometió penas de diez años de prisión para los revoltosos, claro que ustedes se están preguntando ¿Y no pidió pena de muerte? Aunque lo pensó no se atrevió a decirlo, pero si ofreció cerrar cada estadio donde existiera violencia, es decir, en medio año nos quedaríamos sin canchas para el campeonato de primera división. Así es la demagogia, como la propuesta de la ministra Mazzetti, para que los hinchas y barristas que quieran entrar a los estadios muestren su documento de identidad y/o se empadronen en el club, es decir, tan sofista como su presidente. Cualquier persona que concurre a un estadio sabe que eso es imposible y que la solución no va por ahí.

Cierto es, que los dirigentes de Universitario presentaron la solicitud a la Prefectura a última hora, pero es algo cotidiano en nuestro sistema, el que todos niegan, sobre todo el aprismo, que días antes había autorganizado una marcha a favor de la pena de muerte con gente traída con falsas promesas, de pueblos jóvenes y comedores populares -llevada en ómnibus contratados- de Villa el Salvador (Moyano-fujimorismo) y el Callao (Kouri-Giampietri) que envió su solicitud a la Prefectura el mismo día de la marcha e ingresó a la Plaza de Armas y al patio de Palacio de Gobierno, algo que al resto de peruanos se les tiene prohibido.

Entonces, si así se maneja el país, como se le puede echar la culpa de la violencia, sólo a un club de fútbol, a unos adolescentes pandilleros o como obviar que aquella noche habían menos de diez efectivos policiales dentro del estadio y que el resto de policías se habían retirado, porque no había un papel firmado de la Prefectura. Y si esta decisión se hubiese tomado en una marcha de protesta que hubiera terminado en violencia callejera o en la toma de algún local ¿Acaso la Ministra del Interior y el jefe de la Policía no hubiesen sido separados de su cargos? ¿Cómo se puede cometer la barbaridad de ordenar que la policía se retire cuando se sabe que hay dos barras que siempre se han enfrentado? ¿Eso se llama negligencia o ahora tiene otro nombre? Así la dirigencia de Universitario este copada por irresponsables, entonces, no se supone que ¿El Estado debe velar por la seguridad ciudadana? ¿O sólo utilizan el tema de la seguridad para criminalizar las protestas y perseguir opositores?

Aunque -como siempre- los medios de desinformación evadieron tocar los verdaderos factores que originan la violencia, como las brechas sociales -cada vez más amplias- entre pobres y ricos, como consecuencia del Neoliberalismo, gracias al que se generan las pandillas, la delincuencia y lo desamparada que está la sociedad con un Ministerio del Interior ineficiente. Porque "el 20 % de policías son corruptos" -Mazzetti dixit- y que estos días se dedica a perseguir pandilleros y barras bravas, con avisos gratuitos en la prensa escrita y televisiva, como si estuviésemos en el Viejo Oeste, ¡Wanted! "Son un peligro para la sociedad como los terroristas". Porque seguro Alan García le ordena a la Ministra del Interior: ¡Mazzetti encarcela a quien puedas, ya que no tenemos terroristas para mostrar en la tele!. Y que no nos extrañe que un día de estos, García pida pena de muerte para ellos, porque nunca aceptará, que este ha sido otro autogol del gobierno aprista.