7 de octubre de 2023

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ALAN GARCÍA: PADRE DEL FUJIMORISMO

15 de enero de 2007

Alberto Fujimori alcanzó la presidencia del Perú en 1990, tras derrotar en segunda vuelta al candidato del FREDEMO, Mario Vargas Llosa, por una diferencia mayor al 20% de votación.

Esta notable victoria no la pudo haber logrado sin la decidida y nada desinteresada colaboración del partido gobernante, el APRA y, sobretodo, del propio Alan García. En los inicios del año 1990, el ingeniero Alberto Fujimori no pasaba de ser uno de aquellos candidatos folkloricos que, sin posibilidad real de ganar, no hacían sino darle colorido a la campaña electoral. Sin embargo, un par de meses después, aquel "curioso japonecito" se encontraba subiendo en las encuestas de forma inesperada y galopante. Alan García veía este ascenso con alivio. El joven presidente había observado con enorme preocupación personal el "futuro diferente" que se le acercaba.

Mario Vargas Llosa era el gran favorito para ganar las elecciones. El empuje inicial del candidato del FREDEMO fue la encarnizada lucha que libró contra la estatización de la banca, impulsada con vehemencia por García Perez. Este suceso los convirtió a ambos en enemigos políticos y motivó en el lider aprista una antipatía personal que luego se trasluciría en la campaña presidencial de 1990. El desasosiego de García residía en que era muy claro que el próximo congreso se avocaría a la tarea de investigarlo. Sobre esto, los integrantes del FREDEMO habían proclamado, en todos los tonos, que era de necesidad pública que se revisen en forma minuciosa, las acciones del gobierno saliente. Teniendo en cuenta el poco respaldo popular que tenía el candidato presidencial del APRA, Luis Alva Castro, era mas que probable que el control del congreso lo tuviera el FREDEMO. En este contexto García Perez encontró en Fujimori una verdadera oportunidad para cerrarle el ’camino a la candidatura fredemista. Entonces practicamente se desentendió de Luis Alva Castro y se concentró en lanzar duras críticas contra el candidato Vargas Llosa.

El lider aprista se mostraba "temeroso" de la pólítica liberal y, con enorme desparpajo, advertía a la población sobre los futuros apremios que nos traería un eventual gobierno fredemista. Vargas Llosa: 33%, Fujimori: 29%. Los resultados de la primera vuelta no podían alegrar más a García. Había logrado que el FREDEMO no tenga una mayoría real en el congreso. Los comerciales psicosociales en donde se mostraba "el horror dantesco" que se viviría bajo un gobierno fredemista, surgieron efecto. En sus cálculos contaba con los escaños apristas y también con los de Cambio 90. Fujimori era la gran oportunidad de negociar la impunidad; era el socio que anhelaba. Había que ayudar a que este candidato, sin plan de gobierno, llegue al, poder. El gobierno aprista se abocó a la tarea de apoyar y asesosar a Fujimori, y ,al mismo tiempo, a denigrar al FREDEMO.

Mientras su entonces ministro de economía, Vasquez Bazán, se desgañitaba intentando explicar al periodismo los "caprichos" de la hiperinflación, el presidente García no perdía oportunidad para presentarse "acongojado" por lo que ocurriría con el Perú, luego del "shock económico" que aplicaría el FREDEMO. Fujimori: 62%, Vargas Llosa: 38%. Con estas cifras Alberto Fujimori alcanzó la presidencia de la republica de 1990 hasta 1995. Como es sabido, el 5 de abril instauró una dictadura soterrada que en los años de su segundo período se mostró en forma más clara y descarada. El Perú debe en gran parte a Alan García, a su interés personal, a su busqueda de impunidad, a su egocentrismo inconmensurable, el advenimiento de un presidente informal, improvisado y, ahora lo sabemos, corrupto. Gracias Alan.

(Revista Alan Nunca Mas).