7 de octubre de 2023

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Un caso más de la guerra contrainsurgente.

PERU: MILITARES DESCUARTIZABAN A LOS PRISIONEROS.

11 de noviembre de 2006

La noticia que mas abajo reproducimos no dice nada, si es que no señalamos, que torturar hasta la muerte y después descuartizar al prisionero, no ha sido un hecho aislado o casual en la guerra contrainsurgente que aplicó las fuerzas armadas para luchar contra la guerrilla maoísta. Nada de eso, los más aterradores crímenes contra la población fueron cotidianos y generalizados durante las dos décadas que duró el conflicto armado en Perú. En Ayacucho, la base militar “Los Cabitos” y la “Casa Rosada”, fueron como atestiguan los propios militares criminales, centro de tortura donde por lo menos se liquido a mil prisioneros de guerra.

El caso que aquí se narra, muestra de por si como funcionaban los militares peruanos, y muestra también que a pesar de que estos oficiales cometían brutales crímenes eran ascendido y premiados por los altos jefes de las fuerzas armadas. Así se verá que Óscar Manuel Valladares, capitán en esa época, fue ascendido a comandante después que ordenó el asesinato y descuartizamiento del prisionero Efraín Aponte. Aquí los hechos.

Por: Luis Velásquez.

El fiscal Manuel Cornejo Falcón solicito ayer 35 años de prisión para los militares que descuartizaron a Efraín Aponte Ortiz, luego de torturarlo en la base militar del Monzón, en Huamalíes-Huánuco.

Según la acusación fiscal, el entonces capitán Óscar Manuel Valladares Olivares ordenó descuartizar a Efraín Aponte, luego que este murió al no soportar las torturas a la que fue sometido para lograr que se autoinculpe de terrorismo.

Cornejo indicó que también tienen responsabilidad los suboficiales Adrián Aróstegui Morales, Liner Manicuara Huanio y Víctor Calderón Rivera.

El fiscal pidió para Valladares Olivares y los demás acusados 35 años de prisión.

Según la acusación fiscal y las denuncias de La República de esa época, el 16 de junio de 1991 Efraín Aponte atendía en su tienda en Monzón a Benito Soto Pacheco, cuando de improviso ingresó una patrulla militar, que detuvo a ambos y se los llevó a la base militar.

Lo torturaron

Los detenidos fueron puestos en diferentes cuartos. Soto Pacheco pudo escuchar las torturas a que era sometido Aponte, hasta que luego hubo un silencio total en la base.

Al preguntar qué pasaba, los soldados Tapullina Nube Tito, ’Incakola’, y Juan de Barreto Antonio, ’Cascarita’, le dijeron que Aponte había muerto al no soportar las torturas.

Soto refiere que el capitán Valladares ordenó descuartizar el cuerpo de Aponte, meterlo en un saco negro y arrojarlo al río Monzon, en la zona denominada Pista Loli.

Al enterarse del destino de Efraín, sus familiares lograron rescatar sus restos del río. Los pies, brazos y manos habían sido desmembrados y metidos al interior del tórax, al que previamente le vaciaron las vísceras.

Prófugos

De los cuatro acusados, el capitán Valladares sigue en actividad y ahora es comandante. Óscar Valladares afronta este proceso con mandato de comparecencia.

Los tres suboficiales acusados se encuentran con paradero desconocido. La policía nunca ha podido encontrarlos para que respondan ante la justicia por la grave acusación que se les hace.

“La justicia está por llegar"

El fiscal Manuel Cornejo anotó que está probada la acusación en base a los partes militares que los mismos acusados escribieron en 1991 y la confesión de los soldados que fueron testigos del hecho en la base militar del Monzón. "Los militares no pueden decir que son inocentes", afirmó el fiscal.

Vladimir Aponte, quien tenía 10 años cuando su padre fue asesinado, refirió que la justicia está por llegar para los asesinos de Efraín Aponte, que lo dejaron sin hogar y sin padre. "Una cosa es hablar, otra cosa es vivirla, ver a tu padre con vida, luego verlo en pedazos, después de ser detenido y llevado a una base militar", anotó el hijo de la víctima.

El proceso fue trasladado a Lima, donde se realizará el juicio público a los militares acusados.