7 de octubre de 2023

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SHIMON PERES: ¿HOMBRE DE PAZ O CRIMINAL DE GUERRA?

Por eldesconcierto.cl@eldesconcierto

28 de septiembre de 2016

En Occidente lo recuerdan por su nobel de Paz y su rol en los acuerdos de Oslo. Pero Shimon Peres es más que eso: tuvo un rol clave en décadas de colonialismo, apartheid y ocupación del territorio palestino. Incluso llegó a afirmar que antes de Israel “no había nada”.

El mundo está de luto. Al menos eso dicen desde los grandes medios de comunicación a lo largo del planeta por la muerte de Shimon Peres, ex primer ministro y ex presidente de Israel, principal precursor de los acuerdos de Oslo y premio Nobel de la Paz por este mismo hecho.

Peres murió anoche a los 93 años producto de una hemorragia cerebral grave. Llevaba dos semanas internado en el centro médico Sheba de Tel Aviv.

La noticia causó conmoción en el mundo, con líderes de distintos países recordándolo como un “hombre de paz”. “No me imagino un tributo mejor a su vida que renovar nuestro compromiso con la paz que él creía posible (…) nunca renunció a la posibilidad de una paz entre israelíes, palestinos y los vecinos de Israel“, afirmó el presidente de EEUU Barack Obama.

Dos santos, el papa Francisco colaborador de la dictadura de Argentina y Shimon Peres, el carnicero del pueblo palestino.

Por su parte, el actual primer ministro israelí Benjamin Netanyahu aseguró que Peres “dedicó su vida al renacimiento de nuestro pueblo. Era un visionario inclinado hacia el futuro. Era también un paladín de la defensa de Israel, cuyas capacidades reforzó de múltiples maneras”.

Sin embargo, quienes recuerdan con honores a Simon Peres parecen olvidar la amplia gama de conflictos bélicos en que se vio envuelto, así como su rol en la fundación de un Estado que ocupó el territorio palestino.
Los muertos que dejó Shimon Peres.

Militante sionista casi toda su vida, Peres tuvo una amplia trayectoria política en Israel, siendo ministro de relaciones exteriores, primer ministro y presidente en varias ocasiones. Su trayectoria fue bajo el alero de su mentor David Ben-Gurion, clave en la formación del Estado de Israel -y ocupación del territorio Palestino- en 1948.

En los 50, fue el encargado de desarrollar en secreto el programa nuclear de Israel, según informa un artículo del New York Times.

Al igual que Ben-Gurion, Peres fue un fiel promotor del poder e influencia de Estados Unidos en Medio Oriente. Esto lo hizo ser una figura querida en Occidente -tal como lo demuestran las condolencias de los líderes mundiales tras su muerte-, especialmente en Francia e Inglaterra, países con los que conspiró para invadir el canal de Suéz en 1956.

Tras las guerras de 1967, Peres fue de los principales impulsores de los asentamientos ilegales en Cisjordania que fueron reduciendo cada vez más el territorio palestino. Si bien tuvo un rol clave en los acuerdos de Oslo en los 90, cuando Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) se reconocieron mutuamente, estos han demostrado ser desastrosos para el pueblo palestino, confinado actualmente a pequeños enclaves dentro de un territorio que está ocupado en su totalidad.

Solo dos años después de recibir el nobel de la Paz, siendo él primer ministro, la aviación israelí bombardeó el pueblo libanés de Caná, que dejó como huella la muerte de 106 civiles en 1996.

Obama responsable de las carnicerias en Medio Oriente y aliado de peso de Peres.

Otra guerra que forma parte de su legado son los enfrentamientos en la franja de Gaza en 2008, siendo él presidente de Israel. Conocida como “Operación Cast Lead”, durante tres semanas se enfrentaron a fuego abierto con palestinos. El resultado fue trágico, para un lado: Más de 1450 palestinos muertos, la mayoría niños y mujeres.

Durante años, organizaciones de derechos humanos presionaron para que se le juzgara como criminal de guerra y su rol central en décadas de colonialismo, apartheid y ocupación de Palestina.

En 2013, siendo todavía presidente, negó a la nación que hoy no le rinde ningún homenaje, diciendo que antes de 1948 y la formación de Israel “no había nada”.