7 de octubre de 2023

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Militares chilenos siguen aprendiendo a matar y torturar en Escuela de las Américas.

LA ESCUELA DE ASESINOS CAMBIÓ DE NOMBRE PERO VIVE... Y COLEA.

Por: Ernesto Carmona.

1ro de septiembre de 2006

122 militares chilenos cursan “estudios” este año en la Escuela de las Américas (School of Americas, SOA), el establecimiento de EEUU que, desde su fundación en Panamá, en 1946, enseñó a matar y a torturar a unos 64.000 uniformados de 18 países latinoamericanos. Sólo en El Salvador de los años 80/90, los SOA tienen responsabilidad en la muerte de 75.000 personas, sin considerar el resto de América Latina.

La cantidad precisa de “estudiantes” fue entregada por la ministra chilena de Defensa, Vivianne Blanlot, a una misión de activistas ligados a la Orden Maryknoll de EEUU que luchan contra la versión actual de la SOA, el Instituto para la Cooperación en Seguridad del Hemisferio Occidental (Western Hemisphere Institute for Security Cooperation, WHINSEC), con sede en Fort Benning, Columbus, Georgia, EEUU

El reverendo Roy Bourgeois es el líder del Observatorio Escuela de las Américas (SOA Watch), una ONG que propicia la extinción del WHINSEC. Ahora encabeza una misión que recorre América Latina solicitando a los gobiernos que dejen de enviar a sus tropas a instruirse en Fort Benning. Lo acompañan Lisa Sullivan, Linda Panetta y Carlos Mauricio, vinculados todos a la Orden Maryknoll, que en 1980 perdió en El Salvador a cuatro religiosas asesinadas por militares adiestrados en la SOA/ WHINSEC.

La misión Maryknoll viajó a Chile a solicitar que el gobierno de Michelle Bachelet deje de enviar militares al Fuerte Benning, pero la ministra Blanlot les dijo que su cartera no puede darle órdenes a las Fuerzas Armadas, sino apenas “sugerirle” que dejen de lado al SOA/WHINSEC. Mientras el Ejército de Chile pareciera seguir funcionando como “un estado dentro del Estado”, los activistas contrarios ala SOA tuvieron mejor acogida este año en Argentina, Uruguay y Venezuela, cuyos gobiernos decidieron darle definitivamente la espalda al SOA/WHINSEC, conocido también como Escuela de Asesinos. El Presidente de Bolivia, Evo Morales, prometió un distanciamiento paulatino.

En esta gira, los críticos del SOA/WHINSEC visitaron, además, Ecuador, que se encuentra en campaña electoral presidencial, y Perú, donde acaba de asumir el nuevo gobierno de Alan García. En Lima fueron recibidos por el nuevo premier, o sea, el presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo Gálvez, quien se informó de la iniciativa. En enero 2007, el grupo se propone continuar su campaña en Colombia, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y República Dominicana.

Eficacia “académica”

El WHINSEC reconoce oficialmente la presencia de sólo 13 chilenos, apenas el 10% de los 122, pero en el ministerio de Defensa dijeron que anualmente concurre completo el 4° año de la Escuela Militar Bernardo O’Higgins, que forma a los futuros oficiales. También acuden a Fort Benning grupos escogidos de suboficiales y soldados que reciben instrucción acelerada por no más de un mes. En la Escuela de las Américas se han adiestrado más de 3.500 uniformados chilenos desde 1951.

El WHINSEC declara tener un presupuesto anual de 7,5 millones de dólares para la atención de 700 a 1.000 “estudiantes” por año, 6,3 millones provistos por el ministerio de Defensa (Pentágono) y 1,2 por el departamento de Estado. Su propaganda corporativa compara esos gastos con los 6 millones de dólares que cuesta un solo nuevo tanque M1 Abrams (1).

El perfeccionamiento que ofrece SOA/WHINSEC parece tener un alto rendimiento “académico”. Por ejemplo, el teniente del ejército chileno Miguel Krassnoff, uno de los más celebres asesinos y torturadores de Augusto Pinochet, aprendió todo lo que sabe en un cursillo de Contrainsurgencia Urbana de apenas un mes, desde el 7 de enero al 8 de febrero de 1974, cuando la escuela todavía funcionaba en Panamá.

La SOA perfeccionó a los uniformados de América Latina más aventajados en matar seres humanos causándoles el mayor sufrimiento posible. Por sus aulas pasaron desde el coronel uruguayo Tomás Casella, extraditado a Chile por el asesinato del desertor de la DINA Eugenio Berríos, hasta el mexicano Juan López Ortiz, jefe de la matanza de Ocosingo en 1994.

También estudiaron allí los altos oficiales venezolanos que participaron en el golpe del 11 de abril de 2002, en colaboración con Otto Reich, quien ocupó una curul del consejo de visitantes de la SOA, entre otros Efraín Vásquez, quien llegó a ser comandante general del Ejército, y el general Ramírez Poveda. La SOA se convirtió en WHINSEC en 2001, cuando abandonó Panamá para reinstalarse en Georgia.

Gente en el camino

En EEUU hay 19 activistas estadounidenses presos por bregar por la desaparición del WHINSEC. El propio sacerdote Roy Bourgeois ha estado cuatro años en prisión en EEUU por manifestar y “pisar la raya” que delimitaba al “instituto” en Columbus, Georgia, antes que pusieran una cerca. Según SOA Watch, 227 manifestantes han estado en prisión entre 1983 y 2006. En lo que va del año, ya han apresado a 34 activistas (2). El conjunto de manifestantes encarcelados ha purgado más de 90 años de prisión.

Las declaraciones de los inculpados en los tribunales ponen la piel de gallina por la valentía de ciertos estadounidenses de una decencia ejemplar: “La prisión es dura. He estado allí y otros han estado allí. Pero si ir a prisión va a ayudar a cerrar las puertas de la Escuela de las Américas, vamos. ¡Vamos!” (Padre Roy Bourgeois, en 1996, condenado además en 1983, 1990 y 1998 por actos de resistencia no violenta en Fort Benning).

“En la historia de nuestro país, el pueblo de EEUU -en cierto modo— ha sido cómplice del genocidio que le ha ocurrido a nuestra propia población nativa norteamericana. Nosotros exportamos a Centro y Sur América ese mismo tipo de violencia a través de instituciones como la Escuela de las Américas (Sacerdote Hill Bichsel, SJ, en 1996, también procesado y condenado en 1997 y 1998).

Colegio Interamericano de Defensa

La Escuela de las Américas, que funciona bajo el alero de la Organización de Estados Americanos (OEA), fue concebida para entrenar tropas, suboficiales y oficiales de baja y media graduación, pero además en EEUU existe el Colegio Interamericano de Defensa (CID), otra escuela de “envenenamiento ideológico” pero exclusiva para altos oficiales latinoamericanos próximos al grado de general, explicó el embajador de Venezuela en Chile, Víctor Delgado Monsalve, coronel retirado de la Fuerza Aérea.

El CID, que también funciona bajo el paraguas de la OEA, se convirtió en la rama educativa de la Junta Interamericana de Defensa, adscrita al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). Anualmente convoca a los altos oficiales latinoamericanos que pronto deberían ser ascendidos a general, explicó Delgado durante un encuentro con los luchadores estadounidenses.

El propio Delgado fue enviado al curso del CID por el gobierno de Rafael Caldera, en 1994, para sacarlo de Venezuela por sus simpatías abiertas con Hugo Chávez, mientras éste se encontraba en prisión por su frustrado asalto al poder del 4 de febrero de 1992, y por opinar en favor del intento de golpe de la Fuerza Aérea del 27 de noviembre de ese mismo año.

Se supone que la Junta Interamericana de Defensa es un organismo auxiliar de la OEA, que tiene 34 países miembros, pero siempre está conducida por un general de EEUU. A comienzos de los años 90, una vez desaparecidos el campo socialista y la Unión Soviética, EEUU se propuso convertir a los ejércitos latinoamericanos en una fuerza para-militar con tareas policiales antinarcóticos y “anti-terroristas” subordinadas a los intereses de Washington y para esos efectos instrumentó cursos teóricos en la Junta que fueron criticados por la mayoría de los oficiales venezolanos.

El reverendo Bougeois se interesó en incluir una propuesta contraria al CID en la plataforma de lucha de su organización SOA Watch.

Notas:
1) Ver https://www.infantry.army.mil/whinsec/about.asp?id=37
2) Ver http://www.soaw.org/new/type.php?type=18