7 de octubre de 2023

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EVO MORALES, "ANTIISMPERIALISTA" SOMETIDO A LAS POTENCIAS

Por: Felipe Quispe Huanca *.

12 de noviembre de 2013

Descolonización o recolonización
(Bolpress). La política gubernamental no es más que un descarado engaño y una soberana mentira para el pueblo trabajador empobrecido. En la prefabricada Bolivia plurinacional, empezando del Presidente Juan Evo Morales Ayma terminando en el último militante del partido MAS, están viviendo en una encrucijada de la colonización. Sinceramente, se han perdido en unos angostos callejones o caminos herraduras de los Andes, difíciles de salir para ellos. Esos desadaptados no saben qué conducta seguir.

En realidad, son ignorantes en la descolonización de todo lo colonizado, no pueden emprender un proceso de descolonización, tampoco son capaces de autodescolonizarse y cumplir con esa tan ansiada y anhelada descolonización, parece que no les gusta vivir en ese escenario de liquidación jurídico, político, ideológico, social y colonial, interno y externo. Entonces ¿qué estamos haciendo? Pues, la política gubernamental no es más que un descarado engaño y una soberana mentira para el pueblo trabajador empobrecido.

El gobierno de cambio aún está colonizado

El Presidente Evo Morales Ayma tiene que ser un ejemplo y un espejo para su pueblo. Sin embargo, en su gestión de gobierno de cambio están los hijos y nietos de los españoles malhechores y criminales, considerados como excelentes Marxo-Cristianos y otros apasionadamente neoliberales. Lo mantienen a los corifeos como si fueran los únicos escogidos e iluminados para manejar el país. Se dice, que trabajan desde las 5:00 am en el “proceso de cambio”, con ideas brillantes y nunca se equivocan como los indios.

Para el Presidente Evo Morales, los indios son conceptualizados como inservibles e ignorantes, como el caso del adobero Félix Patzi Paco, Abel Mamani, Felipe Quispe Quenta, Nilda Copa, Samuel T’ola, Guillermo Aruquipa y muchos viceministros y directores de ícono rostro indio. Les ha botado del gabinete ministerial como si fuera papel higiénico, por el hecho de que no pueden competir intelectualmente de igual a igual, de altura a altura, con los blancos-mestizos, como Juan Ramón Quintana, que había recibido una educación suprema en el Colegio Militar del Ejército y es especializado en genocidios e indiocidios [1] en la Escuela de las Américas (Panamá); Álvaro García Linera, otro incubado en los colegios privados y coloniales, finalmente en las aulas universitarias de la UNAM (México), es mejor matemático y maneja bien los números y las cifras; Luis Arce, Carlos Romero, Gabriela Montaño, Elizabeth Salguero, Amanda Dávila, Carlos Villegas, Roberto Aguilar, Teresa Morales y muchos otros todólogos y lisonjeadores que ostentan buenos documentos curriculares.

El Evo Morales recalcitrante plurinacionalista vive empapado del complejo de inferioridad y se siente un analfabeto político frente a esos cerebros privilegiados y neocoloniales, y está convencido de que los blancos de piel fina son sabelotodo, de ahí que les trata con delicadeza y sensibilidad y de fino humor de siempre En honor de esos hombres y mujeres superdotados, cuasi religiosamente les brinda con plegaria comunitaria a las reuniones del gabinete ministerial.

Por consiguiente, el Palacio de Gobierno lo convierte en un lugar sagrado, los días martes y viernes rinde homenaje a los ex presidentes asesinados dentro del palacio quemado, como al Gral. Manuel Isidoro Belzú Humerez, asesinado por las balas del Gral. Mariano Melgarejo Valencia, el 27 de marzo de 1865; Agustín Morales Hernández que fue aniquilado el 27 de noviembre de 1872, con seis tiros de la pistola del coronel Federico La Faye; Gualberto Villarroel López y sus seguidores quedaron muertos por una turba feudal y del Partido de Izquierda Revolucionaria (PIR), un 21 de julio de 1946. Esa mala sangre derramada llama a la sangre. Por lo tanto, ese tributo de sangre no es en vano. ¡Cuidado! que al Presidente Evo Morales Ayma también le tocaría tributar con su cuota de sangre y así salpicar a las paredes del palacio colonial, no faltan los malos espíritus que se esfuerzan, quieren deleitarse y refrescarse con la sangre de un insigne malhechor.

Evo Morales pretende eternizarse en el poder

En la vitrina política tenemos un Evo Morales vestido de un aspecto estrafalario, típico de los blancos-mestizos coloniales: alarde, soberbio, envidioso y odioso. Ignora qué la gloria es efímera y el poder dura poco en Bolivia. Los gobernantes que desfilaron por el palacio de gobierno muy poco tiempo duraron, de esa manera, el libertador Simón Bolívar apenas estuvo 4 meses y 14 días como primer presidente en la naciente república. Nadie ha gobernado en forma continua más de 10 años, con excepción de Mariscal Andrés de Santa Cruz Calahumana, con su proyecto de la Confederación Perú-boliviana.

El Presidente Evo Morales parece que no conoce, ni sabe la historia de Bolivia, de Simón Bolívar; por eso, de manera cacofónica escupía declaraciones como esta: “No estamos de paso por el Palacio” [2], “no estamos visitando el Palacio, hemos llegado al palacio para toda la vida… Hemos recuperado lo que nos correspondía y será para toda la vida”. [3] Pobre Presidente indio, muy alegremente, pretende eternizarse y petrificarse en el poder, como los monolitos de Tiwanaku, pues, tiene cabeza y no piensa, tiene ojos y no ve, tiene oídos y no escucha el clamor del pueblo. Este demagogo profesional, en sus fustes discursivos utiliza las frases del Sub-Comandante Marcos del EZLN de México, como esta: “Mandaré a Bolivia obedeciendo al pueblo al recibir la banda presidencial y al ver la medalla pesada de Bolívar, lloró amargamente”. [4]

Hoy por hoy, solo amenaza empuñando la mano izquierda y la mano derecha encima del pecho, arrepintiéndose de los 16 muertos en Huanuni, 2 muertos en Caranavi, 3 muertos en Qalancha, la brutal y bestial represión en el TIPNIS-Chaparina, Mallku Quta y muchos otros. Hablar con el Presidente Evo es como hablar con el principal “monolito”, transpira por todos sus poros ambiciones y reelecciones, de la boca respira y áspera ecos de humillaciones, calumnias y la persecuciones de dirigentes contestatarios como de la Confederación Indígenas del Oriente Bolivia (CIDOB) ¡Qué crueldad! ¡Qué bajeza! Incluso, empezó a ensañarse y encarcelar a los dirigentes cocaleros de Apolo y del altiplano. Sí, con aquellos hermanos de carne, hueso, pelos y uñas, que aportaron con rito de sangre y vidas humanas para que haiga (sic) el verdadero “proceso de cambio”, “cuidado a la Pachmama”, [5] y “vivir bien” en la prefabricada Bolivia plurinacional.

Evo utiliza el látigo verbal antiimperialista: ¿Qué hace el imperialismo en el gobierno de Evo Morales?

El catatónico Presidente Evo Morales, casi todos los días sale con furibundos ataques al imperialismo y al capitalismo. Teóricamente, hasta llegó romper las relaciones internacionales con los “gringos”. Esta actitud es simple y llanamente de boca afuera y ¡nada más! En el fondo delos fondos, en la práctica de las prácticas, Evo se somete y obedece. Por eso los gringos yanquis están felices y contentos de su vida. Además, resulta ser el mejor administrador de las empresas transnacionales y multinacionales de Norteamérica. En este sentido continúan ejerciendo su dominio en nuestra patria ancestral qullasuyana [6] (boliviana); es a través del plan internacional de sus instituciones de cooperación de las ONGs, de su USAID, de sus mormones, de su organismo de salud, educación, cultura y otros medios estratégicos etc.

Pues, con el gobierno MAS-Evo, en la embajada gringa de norteamericana, la bandera de varias estrellas continúa flameando aires de opresión, el luto, la muerte y el indiocidio. En allí (sic), bajo la sombra y la brisa del símbolo de opresión, los gringos sanguinarios elaboran y planifican espionajes, atentados, accidentes, golpes de estado, provocaciones, divisiones de las organizaciones sindicales y partidos, sobornos; preparan grupos paramilitares, terroristas; enseñan contrainsurgencia a los militares y policías; donde visitan los líderes dóciles y serviles y demás fanfarrones y calumniadores que se prestan a este tipo de planes sucios y asquerosos contra su pueblo empobrecido.

Los panindianistas-tupakataristas [7] revolucionarios, quiérase o no, estamos conscientes que los gringos yanquis son unos ogros malvados que ostentan planes sanguinarios contra los pueblos anticapitalistas y antiimperialistas. Esos planes son: terrorismos, secuestros, asesinatos, guerras, inversiones armadas, Plan Colombia, Plan Cóndor y muchos otros. Históricamente, siempre han definido con la fuerza de las armas en el mundo entero.

Desde esta perspectiva a las naciones originarias y autóctonas de una posición antiimperialista, anticapitalista, anticolonialista, antirracista nos toca realizar un boicot organizado, de no ser unos simples compradores de los productos norteamericanos. No depender de las ayudas humanitarias gringas. No seguir adorando a los científicos gringos, al dólar, Coca-Cola, su inglés, LM, ropa “made en USA”, sus raps, sus papas noeles, sus arbolitos de navidad, sus McDonalds y muchas otras cosas que han invadido a nuestro territorio ancestral. O sea con el gobierno de Evo Morales de corte “indigenista-izquierdista” seguimos aportando económicamente para que nos masacren y nos metan bala.

El Presidente Evo Morales lo mínimo que podría hacer es de verdad romper las relaciones con EE.UU. y así, avanzar con el programa antiimperialista; decir ¡basta! con la ciencia yanqui. Hasta el momento nunca dijo que “esta boca es mía y voy a decir ¡no! al consumismo”. ¡Si! a la soberanía alimentaria. Más bien es amante de la basura imperialista transgénica y entrega nuestra quinua ancestral a manos de los transnacionales para que prostituyan el “grano de oro”. Seguramente, mañana la quinua será transgénica y veneno para el propio indio.

En estos últimos tiempos el Presidente Evo Morales Ayma llegó hasta el extremo de convertirse en creyente de la secta religiosa Ekklesia. Además, hasta llegó a escuchar la misa y besó de rodillas la mano pelosa del Papa Francisco en Brasil, pues, ya no empuña la mano izquierda, sino imita como el mono al Presidente Barack Obama, alza la mano derecha y con la biblia en mano jura seguir el camino “Jesucristianismo”. ¿Esta es la descolonización? ¡Es una posición incoherente! ¿El Evo está volviendo a su vieja camada derechista? Creemos que sí, así va a terminar su vida política, bien reaccionario igual o peor que los q’aras [8] del MNR de ayer.

El MAS convive con las leyes neoliberales

El Presidente catatónico Evo Morales se expresaba en las concentraciones y en otras instancias especiales con estas palabras: “Con la fuerza del pueblo vamos acabar el Estado neocolonial y neoliberal”. [9] Sinceramente, no sé, no comprendo su contradictoria posición de un gobierno socialista e izquierdista, que refleja en su Constitución Política del Estado en el Art. 308: “El Estado reconoce, respeta y protege la iniciativa privada”. Entonces, ¿de qué socialismo estamos hablando? Y por qué calumnia a la gente, arguyendo de derechista y pro imperialista, si el propio Evo Morales es un neoliberal de izquierda que administra muy bien los intereses mezquinos del capitalismo y el imperialismo. Basta ver la ley 1008 (norteamericana), resulta ser una figura jurídica para erradicar la sagrada planta hoja de coca ley 1517 (INRA), con esta ley neoliberal obliga a los comunarios a sanear las tierras y cobrar tasas e impuestos. El decreto 21060 está vivo y activo y funciona contra los trabajadores, el Código Banzer, la ley de minería y muchos otros, las cuales mantiene “firme” para hambrear al pueblo trabajador empobrecido.

Entonces, ¿qué? El gobierno del MAS sigue trabajando con esa máquina vieja compuesta de piezas y aparatos ultraneoliberales. Pues, con un presidente indio de corte izquierdista-indigenista esa estructura está en pleno funcionamiento. Desgraciadamente, no cambia su dirección ni destruye las partes que componen el estado capitalista plurinacional. Los aparatos neoliberales que mantienen el gobierno del MAS son un paradigma “vivo”; está a simple vista y presente en todas las actividades cotidianas.

En el campo educacional, puede ser estatal o privado, así llámese escuela, colegios, institutos superiores, universidades públicas, universidades militares y policiales, institutos normales superiores de maestros y muchos otros, continúan bajo paradigmas coloniales, cognitivas prestadas. No tenemos pedagogos, ni siquiera a la altura del pensador Franz Tamayo. Los expertos de la Ciencia de la Educación siguen embriagados con los pensamientos de Ausubel, Novak, Piaget, Feuerstein, Gagné, Pavlov, Skinner, Bandura, Rogers, Vigotsky, Mentruyt, Nemeeth y demás psicólogos, ideólogos, pedagogos y demagogos. El gobierno les utiliza como una herramienta del sistema imperante en nuestro país. Con este espíritu maligno sigue manteniendo las neoinquisidores y extirpadores: las iglesias católicas, evangélicas, fundaciones, organizaciones no gubernamentales (ONGs), transnacionales y multinacionales, los medios comunicacionales manipulativos, etc.

El gobierno del MAS, igual o peor que los gobiernos tradicionales de derecha e izquierda, ha implementado y ha equipado enormemente al aparato represivo. No ha cumplido con esa promesa de cambio de la justicia. Son los mismos policías y el ejército, tribunales de justicia, jueces, fiscales, agentes, detectives, espías, calumniadores y muchos otros servidores del Estado Plurinacional imponiendo la orden de “vivir bien” [10] a punta de balazos, gases lacrimógenos y otros medios coercitivos al pueblo indefenso.

Proceso de cambio ¿en qué?

Desde la invasión española de 1492, donde Cristóbal Colón cae de rodillas en el suelo ajeno, vale decir en las Antillas, llamado Guahanani, en vez de besar a la madre tierra, la escupió y clavó la cruz de Cristo y enarboló el estandarte de Castilla. Y al ver a los originarios del lugar, tartamudeó que había llegado a las “indias”. Desde ese día, nos bautizaron con el término hinchado y despectivo “indio”. Y los herederos de los invasores blancos se convirtieron dueños y propietarios de las extensas tierras, medios de producción, así como minas, fábricas, industrias, bancos privados, hoteles de varias estrellas, flotas de transportes, casas comerciales, canales televisivos y radios, demás fuentes laborales, viviendo con todo lujo, chupando el sudor y la sangre india.

Un joven de apellido “Quispe” [11] con toda inocencia se preguntaría: ¿A quiénes hemos faltado el respeto? ¿Qué crimen hemos cometido en esta tierra, para ser mano de obra más barata y destinada a los trabajos más difíciles? ¿Será que hemos perdido la guerra contra el colonialismo? ¿Contra el republicanismo? ¿Incluso contra el plurinacionalismo? Porque estamos oprimidos, explotados y discriminados racialmente por unos cuantos coloniales, hijos y nietos de Pizarro, Almagro y Valverde. Y ¿por qué, no existe, ese tan cacareado proceso de cambio?

Con el “proceso de cambio”, los indios Yujras, Chuquimias, Quispes, siguen viviendo como los mit’ayos de la época colonial, rascando las peñas día y noche en el interior de las minas a cambio de un miserable sueldo y salario, sabiendo muy bien, que ellos generan divisas para el país. Pero el gobierno plurinacional no les reconoce ni les considera como factor importante. Más bien le da duro ataque a sus derechos y el fuero sindical.

Con el “proceso de cambio”, los indios Mamanis, Condores, Quispes, siguen destinados al campo, a la labranza de la tierra con herramientas más arcaicas de los Inkas. O sino, con los arados egipcios que trajo el invasor Pizarro. Estamos labrando la tierra de sol a sol, y cuidando nuestros sembradíos como la niña de sus ojos, con el propósito de subvencionar a los bajos salarios de los obreros en las ciudades. Al mismo tiempo que no le falten alimentos en sus mesas del blanco-mestizo y que sus mujeres coman a dos carrillos. Hasta el momento, no existe “seguro agropecuario”. Tampoco la mecanización del agro, faltan tractores agrícolas, motobombas, motocultores; tampoco hay caminos carreteros adecuados, postas sanitarias suficientes, agua potable, internet, canales televisivos comunitarios, si bien, que hay solo el Canal Estatal que transmite programas políticas del gobierno central; realmente, vivimos congestionados mentalmente con las propagandas políticas del MAS.

Con el “proceso de cambio”, los indios constructores de apellidos originarios trabajan duro y parejo en las ciudades coloniales, preparan barro, pisan adobes, ladrillos, mezclan el cemento, baten el estuco para las construcciones de las riquísimas y costosísimas mansiones de los ricos en las zonas aristocráticas y exóticas, para que en allí vivan los blancos-mestizos llenos de lujo, felices y contentos con su familiares.

Con el “proceso de cambio”, los indios e indias continúan barriendo y regando las calles, avenidas y desde muy tempranas horas de la mañana cargan montañas de basura a los camiones basureros, reciben un sueldo mísero y así mantienen limpias y saneadas las ciudades coloniales, a fin de que el blanco y el mestizo no se contagien con enfermedades transmisibles.

Con el “proceso de cambio”, los indios continúan siendo el jardinero, que cuida y maneja con mucha delicadeza a flor de piel las plantas de flores finasen los parques y los paseos, para que el citadino blanco-mestizo se deleite, besándose y abrazándose con sus buenas hembras en las noches metropolitanas.

Con el “proceso de cambio”, los indios cavan la tierra, abren el camino, trabajan y construyen autopistas, terminales de aeropuertos y autobuses, etc. Mientras el q’ara-blanco hablando en castellano, dirige la obra y mira tras de las gafas oscuras, apestando perfumes malignos y cigarro, con las manos al bolsillo.

Con el “proceso de cambio”, el indio sumiso no ha cambiado su situación, sigue siendo bestia de carga y herramienta viva del blanco. En las ciudades vemos, como los blancos burgueses llenos de lujo realizan sus compras, escogiendo los mejores productos agropecuarios en canastos grandes y su sirvienta india de apellido Quispe a su lado y al otro lado a un indio apellidado Quispe también, cargando las canastas. La india originaria trabaja de sirvienta del patrón blanco: lleva y lava sus bacines en su casa por unos cuantas mugrosas monedas. La india educada en el Ayllu [12] se convierte en múltiple y es más explotada, en suma: ella cocina los exquisitos platos para que coma toda la familia sofisticada, barre el patio, la acera, limpia las inodoros del baño de defecar, tiende las camas, lava ropa para toda la familia, luego plancha esa ropa lavada hasta reventar. La imilla [13] cría el bebé del blanco. Le cuida con toda delicadeza y esmero, como si fuera su propio hijo, hasta que crezca el niño, pues le lleva a la escuela y le hace jugar en los parques y las plazas, etc. La mujer blanca sólo sabe parir y nada más, no se mancha sus finas manos y uñas pintadas con el orín ni con el excremento de su hijo. La india es la persona indicada que limpia y lame las heces fecales, cambia los pañales, lo baña y se sacrifica hasta perder su juventud florida, en medio de esa desdichada vida dócil y servil; hasta ser violada sexualmente por sus patrones blancos. Estos forajidos en las zonas residenciales, todavía practican el derecho de pernada medieval, igual que sus ancestros europeos.

Con el “proceso de cambio”, para la india apellidada Quispe no cambia nada, sigue siendo “qhatira” [14] trabaja desde el alba y hasta el atardecer, vendiendo los artículos de primera necesidad y otros productos transnacionales. Ella no conoce el seguro social o sea, no está contada por el Estado plurinacional. En lo político es como la oveja enceguecida, lo da apoyo a cualquier partido, nunca tiene su propio instrumento político.

Con el “proceso de cambio”, los indios siguen siendo artesanos, crean arte bello; (como el caso del Mamani Mamani) útil para satisfacer las necesidades materiales del blanco, al mismo tiempo hacen las bellas artes, pintura, escultura, música, danza como en la fiesta del Gran Poder, Carnaval de Oruro, entrada universitaria, bailan hasta botar las grasas, se emborrachan hasta perder el sentido, para que aprecien los blancos y los gringos turistas.

El indio y la india que llevan ese gran supremo apellido Quispe, son policías uniformadas, son los que cuidan con toda fidelidad los bancos, las casas comerciales, casas de cambio, hoteles, embajadas, las mansiones de los altos capos de los gobernantes de turno; son los que están en las calles céntricas de la ciudad, dirigen el movimiento vehicular y el transeúnte. Estas apreciaciones que estoy realizando, no son una falaz mentira. Basta abrir los ojos y fijarnos en las zonas centrales, residenciales o zonas aristocráticas (zona sur de La Paz). Es otro mundo, donde exhibe una pequeña casucha pintada de color verde, similar de una perrera, dentro de ella está el indio vestido de verde olivo y sombrero verde, colgado en la cintura un revólver de calibre 9 milímetros. Este elemento se desvela el sueño y cuida como perro los intereses de los ricos, mientras tanto el blanco ricachón pasa su vida muy feliz dentro de su mansión y no le falta nada.

Con el “proceso de cambio”, en los cuarteles no ha cambiado ¡nada! Continúan siendo los indios de apellidos: Quispes, Yujras, Ninas, Yapuchuras, Ticonas, Huancas, Condoris, Mamanis, etc. como soldados de primera línea y carne de cañón en las guerras y en tiempos de paz, con el nombre de servicio militar a la patria. Somos empleados domésticos de los oficiales blanco-mestizos. En el cuartel reina el racismo y está más vivo que nunca. Por eso, no hay un Mayor Condori, un Coronel Mamani, un General Quispe. Los jefes y oficiales de alta graduación son de origen europeo; estos pueden ser por nacimiento bolivianizados en nuestras tierras, no importa que sea chino, gringo, alemán, árabe, español, italiano, etc. El asunto es, que tienen que ser decentes, que sean blanco-mestizos de piel fina, como para que ocupen los espacios más altos de la pirámide social. Estas son las características que vienen de generación en generación desde la invasión española hasta la actualidad plurinacional. En pleno siglo XXI, las tropas siguen siendo masa india, raza inferior, que reciben una rígida e inflexible educación militar. Son considerados como bestias de carga y de trabajo o de herramienta viva y armada que defienden los intereses transnacionales, multinacionales e imperialistas.

Con el “proceso de cambio”, los indios Quispes prosiguen como chofer, trabajan día y noche con camiones de alto tonelaje y realizan viajes de larga distancia. Otros son taxistas, micreros, minibuseros, tractoristas, etc.

Los indios originarios seguimos sirviendo a las ONGs como conejillos indios y experimentos para una “educación de paz”, cuestión, que es nada más que lograr su anhelada pacificación de la “Rebeldía Comunaria” contra un sistema imperante. Al mismo tiempo les permita “vivir bien” con sueldos exorbitantes.

¿Qué hace el blanco en Bolivia?

Frente a esta lacerante situación, nos preguntamos: ¿qué hacen los blancos-mestizos en nuestro país?, ¿trabajan igual que los indios en los medios de producción más difíciles?, ¿Usted ha visto en las comunidades a un blanco como sirviente del indio?, ¿Usted vio alguna vez a un blanco-mestizo arando la tierra con yunta en el campo? ¿Usted ha visto a un blanco trabajando como: albañil, carpintero, peluquero, zapatero, bordador, cargador, sombrerero, portero, barrendero, mercachifle, sastre, mecánico, lustra zapatos y etc.? ¡NO! ¡Mil veces no! ¡El “blanco es blanco”, por más que sea un inútil y un tonto, no se ensucia sus manos blancas y finas! Siempre está vestido de traje y corbata apestando perfumes exóticos, sentado en las oficinas públicas y privadas. Sino, sería un insulto a esa raza suprema semidioses venidos del occidente; hasta el sol, la luna, las estrellas podrían caer. Esta etnia blanca invasora y colonial es bien cotizada y tasada en la mal llamada Bolivia plurinacional, por eso son: empresarios acaudalados, hacendados, con mucho poder, son dueños de las minas auríferas y argentíferas, banqueros, ganaderos, obispos, alcaldes, gobernadores, jefes militares y jefes de los partidos políticos de izquierda y derecha, embajadores, cónsules, ministros, diputados, senadores, asesores, gerentes, rectores, decanos, directores y docentes universitarios, etc. y etc...

Conclusión

Los tiempos cambian, efímero es el poder en nuestras tierras y territorios. Evo Morales caerá, barrido por las traiciones y por los intereses de los blancos-mestizos. Su proyecto de cambio, “vivir bien” se hará triza en mil pedazos. El “cuervo indio” rumiará su desgracia y su dolor en el exterior. Ya no será mimado por sus séquitos, no recibirá aplausos de las manos callosas, nadie tendrá temor ni respeto, ya no lloverá ponchos, ch’ullus [15] y sombreros, títulos y órdenes. Será acusado, calumniado, maldecido, porque en esta vida se paga de todo. Ya no habrá dinero para corromper y emputecer a los dirigentes sociales. Ese día le tocará escaparse de la justicia ordinaria y de sus propias leyes plurinacionales. Porque será “hecha la ley hecha la trampa”, se va a saber de sus robos y mal manejo de las arcas fiscales del Estado, el proyecto “Evo cumple”, del Fondo Indígena y muchos otros desfalcos arbitrarios del partido MAS-Evo.

En conclusión, “un trabajo es un trabajo” y “el pensamiento indio es un pensamiento cósmico”. Porque sabemos, que hay piezas históricas e inéditas, que descansan en los archivos nacionales e internacionales, sobre los siete años del desgobierno del presidente Evo Morales.

En mi condición de un viejo político, no puedo vivir tranquilo y confinado en mi comunidad mirando desde los cerros de “Jisk’a Axariya”, susurrando mis pensamientos indianos en idioma silencioso; bueno, de pronto tengo que abrir mis ojos y ver, luego gritar en voz alta ante la faz del mundo, que los del gobierno del MAS con la etiqueta de izquierda-indigenista resultan ser los seguidores y continuadores de los gobiernos neoliberales y pro imperialistas, más bien, están resultando ser mejores administradores de los intereses mezquinos de las trasnacionales y multinacionales capitalistas e imperialistas.

En este sentido, como el indio aymara tuve que exponer mi rostro al fulgurante eterno sol y sentir el soplo y el aliento de la prisa del lago sagrado de los Inkas, me puse a la cabeza un gigante ch’ullu multicolor y multisigno, para que me estruje el cerebro. A fin de que el pensamiento “indio” llegue a la más profunda de los corazones y que el gobierno no viva en orgias demenciales de descolonización o la recolonización en nuestra patria ancestral.

Notas:

1. Nosotros los indios, en vez de etnocidio, estamos manejando el término indiocidio.

2. “Estamos tomando el poder para 500 años, para acabar con la discriminación. Respetamos a los sectores intelectuales, empresariales, yo me siento orgullo de ellos; yo les invito a que sientan orgullosos con nosotros”. La Prensa, 23 de enero de 2006, p. 2.

3. RODRÍGUEZ PEÑA, Alfredo, Evadas, p.123.

4. El presidente electo refuta: “La lucha de todos los sectores no ha sido en vano; la sangre derramada por nuestros hermanos no ha sido en vano; será y va a ser un gobierno sin muertos, no como nos han masacrados, nos han humillados; eso no va a ser este nuevo gobierno de los movimientos sociales”. El Diario, 23 de enero de 2006, p. 7.

5. Madre tierra (en idioma quechua).

6. Qullasuyo es la región sudeste del Estado Inka. Me refiero específicamente a los territorios aymaras, los cuales hoy por hoy, en su mayor parte son fragmentados en repúblicas: unos en Chile, Argentina, Perú y Bolivia.

7. El año 1781, en la guerra de la república india y la república española, fue inmolado el indio Túpak Katari por el ejército de Dios y del Rey.QUISPE HUANCA, Felipe. Tupak Katari vive y vuelve…Carajo, p.111.

8. Palabra aymara, que significa pelado. En lo político se distinguen a los blancos-mestizos en el territorio indio.

9. La Prensa, 22 de enero de 2006, p.6.

10. Generalmente, se escribe “bien vivir”.

11. Es el gran supremo apellido Qhispiy o Quispe, -espejo prístino que brilló en las guerras anticoloniales, anti raciales, antirrepublicanas y bolivianas-; quienes supieron brindar sus vidas y salpicar con un rito de sangre caliente y fertilizante a la madre tierra.

12. El Ayllu es un sistema político, económico y social.

13. Palabra aymara, se distingue a la muchacha joven dócil y servil.

14. Vendedora

15. Gorro indio.

Bibliografía

- La Prensa, 23 de enero de 2006.

- QUISPE HUANCA, Felipe, Tupak Katari Vive y Vuelve…Carajo,Cuarta Ediciones Pachakuti, Bolivia, 2007.

- RODRÍGUEZ PEÑA, Alfredo, Evadas, editorial, Gente Común, Santa Cruz, 2010.

- La Prensa, 22 de enero de 2006.

- El Diario, 23 de enero de 2006.