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SIRIA: GUERRA DE ESTADOS UNIDOS Y EUROPA-SE PREPARA LA DOMINACION DE MEDIO ORIENTE Y LA CAIDA DE IRAN
Alberto J. Miranda entrevista a Nagham Salman (*)
Pregunta: Saludos Nagham, hablemos en primer lugar de su tierra, ¿cuándo empezaron las actividades terroristas en Siria y cuál fue el detonante?
Respuesta: El primer acto terrorista fue el asesinato del general Kheder Tellawi el dia 17 de abril 2011, junto a sus hijos y sobrinos en la ciudad Homs. El mismo mes mataron a un hombre que trabajaba de frutero en la ciudad de Banias por ser alawita, la misma confesión a la que pertenece Bashar al Assad.
P: ¿Qué nivel de apoyo tenía el gobierno de Bashar al-Asad por aquel entonces? antes de que dieran comienzo las actividades terroristas en el país.
R: No puedo decir una cifra exacta pero la mayoría de los sirios apoyaban a Bashar Al Assad. Cuando llegó al poder el pueblo encontró en él la figura joven que quiso levantar el país y desarrollarlo. Pero siempre hubo una oposición democrática pacífica que quería reformas. El problema es que las protestas fueron utilizadas por los Hermanos Musulmanes para llevar al país al desfiladero de una guerra civil instigada por las potencias imperialistas.
P: ¿Cómo se comportan esas milicias terroristas y qué no vemos en los medios de comunicación españoles?
R: Aquí a España no llega nada de los crimines que cometen estas milicias. Puedo contar algunas cosas como masacres contra cristianos, destruir iglesias y masacres contra alawitas, la última de las cuales fue en el norte de Latakia y causó 400 muertos entre ellos niños, mujeres y ancianos. Esto no ha llegado a los medios españoles. La manipulación mediática interesada ha sido la norma durante todo el conflicto, pero algún día saldrá a la luz lo que ha ocurrido realmente en Siria.
P: ¿Quiénes componen esas milicias y quiénes las sostienen militar y económicamente?
R: Las milicias yihadistas y grupúsculos de Al Qaeda son adiestrados por la CIA y el M16 en Turquía, armados e infiltrados en Siria, todo ello pagado con petrodólares. Están compuestas por yihadistas chechenos, afganos, libios, saudis, tunecinos, europeos y de muchos países musulmanes. Estos grupos aterrorizan incluso a los rebeldes sirios y se caracterizan por su salvajismo en sus operaciones, donde aplican decapitaciones y mutilaciones a los integrantes de las minorías alawita y cristiana, consideradas apóstatas e infieles respectivamente. Creen que con ello se ganan el paraíso al grito de ¡Allá es grande!
P: Y tras todos estos acontecimientos y el papel desempeñado por el gobierno y el ejército, ¿ha variado el apoyo de los sirios al gobierno con respecto a primeros de 2011?
R: A día de hoy el país se encuentra más dividido que nunca a consecuencia del largo conflicto y el desgaste a que ha sido sometido el país desde el exterior. Sin embargo, y quizás también a consecuencia de los masacres de las milicias extranjeras de Al Qaeda infiltradas en Siria y sufragadas y pertrechadas por la coalición, el presidente aún tiene mucho apoyo popular.
P: ¿Crees que era consciente el gobierno sirio de que tras Libia, el próximo objetivo del imperialismo era Siria?
R: Ya durante el ataque a Libia se preparaban zonas en suelo turco cercanas a Siria para recibir a los mercenarios de Al Qaeda que habían hecho su trabajo en Libia y entrenarlos antes de encomendarles su nueva misión en Siria. Desde hace muchos años Siria es objetivo imperialista. En el 2003 y 2005 hubo una amenaza real estadounidense contra Siria.
P: ¿Qué cree que buscaba el imperialismo al invadir Libia?
R: Libia era un objetivo esencialmente geoeconómico. Querían su petróleo y ya lo tienen, a costa de más de un millón de muertos a consecuencia de los bombardeos de la OTAN y las masacres posteriores cometidos por las milicias yihadistas.
P: ¿por qué cree que el gobierno de Bashar Al-Assad no actuó con mayor contundencia en apoyo de Muamar el Gadafi? ¿existían buenas relaciones?
Existían buenas relaciones entre ambos gobiernos porque eran los dos gobiernos más autónomos de la región, en el sentido de no estar dominados por las potencias imperialistas. Por otra parte Ghadaffi era el único mandatario árabe en defender fervientemente la causa palestina. No obstante, supongo que no era fácil intentar apoyar a Ghaddafi contra la mismísima OTAN, mucho menos sabiendo que Siria sería la próxima en la lista y había que empezar a prepararse ante la injerencia externa.
P: ¿Y por qué crees que la siguiente en la lista ha sido Siria y no otro país no alineado?
R: La importancia geopolítica de Siria reside en el hecho de ser aliado de Irán y Hezbollá en su defensa de la causa palestina y la oposición contra la ocupación israelí. Además, es el único país que sigue teniendo una relación militar estrecha con Rusia y que se remonta a tiempos de la guerra fría. La inteligencia anglosionista pretende acabar con la última base rusa en la región para dominar de forma exclusiva todo el territorio y expoliar los recursos naturales de la región con la caída de Irán. Pero el objetivo prioritario es que Israel deje de tener enemigos para convertir en verdadera su falsa legitimidad política cuando ya nadie se atreva a defender a Palestina en las instancias internacionales.
P: ¿Qué papel está jugando el movimiento islamista Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, ante este conflicto?
R: Por desgracia Hamas ignoró todo el apoyo político que le mostró el gobierno sirio durante años, pese a la factura política internacional que ha pagado Siria por albergar sus oficinas y representantes en Damasco. Qatar ha comprado literalmente a sus líderes para que abandonen la alianza con el gobierno sirio y se olviden de la causa palestina, su propia causa, para aliarse con los islamistas. Milicianos de Hamas se han unido a las milicias rebeldes en Siria y a los Hermanos Musulmanes en Egipto en la lucha contra el ejército.
Aunque pueda parecer un contradicción, el islamismo es aliado de las potencias imperialistas en las primaveras árabes, y está fomentado por la coalición compuesta por EUA, Reino Unido, Francia, Arabia Saudita, Qatar y Turquía. El objetivo es que caiga Irán a medio plazo y el Islam sunita gobierne toda la región. También Israel consigue legitimidad religiosa ante la comunidad internacional, consciente de que carece de legitimidad política.
P: Y hablando de esa coalición internacional, ¿cómo está viviendo la población en Siria los últimos acontecimientos donde EEUU y sus aliados amenazan con intervenir militarmente en el país?
R: La gente está preocupada porque sabe lo que puede resultar de este ataque. No olvida lo que pasó en Irak tras la agresión y la posterior ocupación anglosionista, que se ha saldado con millones de iraquís entre muertos y refugiados, y que se ha convertido en un estado fallido más sectarizado que nunca, donde hay atentados a diario.
Aparte de esto, en Siria, el anuncio del ataque ha reforzado el patriotismo de gran parte de la población, incluso en sectores que no simpatizaban con el gobierno.
P: Pueblos de todo el mundo están siguiendo detenidamente las noticias que llegan desde Damasco por temor a que una intervención extranjera en Siria pueda desencadenar sucesos mucho mayores, llegando a sostenerse incluso la teoría de que desemboque una III Guerra Mundial si Rusia, China e Irán mantienen su posición ¿Está existiendo apoyo militar de Rusia, China o Irán al gobierno sirio?
R: Aunque todos los países de Oriente Medio están dominados directa o indirectamente por las potencias imperialistas, desde años están en vigor acuerdos militares entre Rusia y Siria, que se remontan a la guerra fría, además hay expertos militares rusos que trabajan en Siria y no es algo nuevo. Lo mismo sobre Irán pero la relación entre China y Siria es más política y económica que militar.
Pero desde que empezó el conflicto hay apoyo de los servicios de inteligencia rusa e iraní al gobierno sirio, lo mismo que están haciendo los servicios de inteligencia estadounidenses, británicos, turcos, qatarís, franceses y saudís apoyando a los rebeldes sirios.
P: ¿Y crees realmente que estos acontecimientos pueden desembocar en la III Guerra Mundial?
R: Estados Unidos y sus aliados pueden decidir cuándo empezar el ataque, pero no podrán decidir cuándo pararlo, depende mucho de la reacción del ejército sirio.
P: Y volviendo al papel de Rusia y China, ¿cuál cree que fue el motivo por el cual ambos países no vetaron la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que permitía la intervención militar en Libia y sí lo han hecho con Siria?
R: Los intereses internacionales en la región varían dependen del país. En Libia, Rusia y China tenían intereses económicos y supongo que ya negociarían con los imperialistas una compensación por el negocio perdido a consecuencia del ataque.
En Siria, por el contrario, los intereses de ambas potencias son geoestratégicos. Si cae Siria, China perderá un posible proyecto de futuro para conectarse con el mediterráneo a través de Irán (un proyecto de energía que ya estaba bajo estudio),y la posible caída posterior de Irán pondría en peligro su suministro de petróleo. Por su parte Rusia perdería su última base militar en el mediterráneo, en el puerto de Tartus en Siria. En el caso de Rusia, también se trata de una competencia geoeconómica en el sentido de que tiene previsto construir un gaseoducto alternativo a Nabucco.
P: Sobre los sucesos de Egipto, ¿está de acuerdo con la izquierda española que habla de golpe de estado de Abdul Fatah al-Sisi y pide la devolución al poder de Mohamed Morsi avalado por unas elecciones democráticas?
R: Fue un golpe de estado sui generis pero al rescate de la mayoría del pueblo. Lo que algunos han calificado como un golpe popular apoyado por el ejército, y ello por un conjunto de causas tanto internas como internacionales.
A Mohamed Morsi no parecía importarle nada más que consagrar su poder absoluto en el menor tiempo posible. Todo lo contrario a lo que debiera ser una auténtica democracia, donde el pueblo tiene derecho a elegir a sus representantes pero donde, una vez elegidos, los gobernantes tienen el deber de aprobar leyes y crear instituciones que garanticen la separación de poderes, el respeto a las minorías y la pluralidad religiosa e ideológica, sin lo cual no hay legitimidad democrática.
Durante su corta pero intensa presidencia, Mohamed Morsi no ejerció en ningún momento como el presidente de todos los egipcios, sino como el presidente de los 12 millones de egipcios que votaron por él, siguiendo la hoja de ruta marcada por sus patrocinadores, que pretenden islamizar Egipto a corto plazo para a medio plazo crear un califato sunita en toda la región tras la caída de Siria y Hezbollá en el Líbano y la derrota de Irán. Si este escenario acabara produciéndose, el califato adoptaría la ideología religiosa impuesta por Arabia Saudita y Qatar, sería económicamente administrado por Turquía, y estaría siempre bajo control absoluto de las potencias occidentales.
Mientras tanto, la economía del país, completamente ignorada por Morsi, se iba degradando en todos sus sectores, en especial el turístico, hasta el punto de que a día de hoy se sostiene con pinzas gracias a la ayuda financiera condicionada de los Estados Unidos y las petromonarquías del Golfo Pérsico, de tal manera que también la pobreza ha sido una de las causas del gran descontento popular que ha espoleado al nuevo levantamiento.
Ante esta situación de degradación política y económica progresiva, la amalgama de grupos políticos liberales, coptos, laicos y demócratas convocaron ya desde un principio nuevas movilizaciones acusando a los islamistas de haber secuestrado la Revolución, y advirtiendo a los Hermanos Musulmanes que no permitirían que el país fuera gobernado en base a la Sharia o ley islámica, que dejaba en el limbo los derechos de las minorías cristianas y laicas.
Al estallar los enfrentamientos en las calles, con muertos a diario, el ejército optó por retomar el poder.
P: Islamización de las estructuras del gobierno, carencia de democracia y pobreza ¿crees que fueron estos los motivos reales por los que el ejército egipcio depuso del poder a Mohamed Morsi?
R: Sí, pero además de los motivos que he dicho, el pasado 15 de junio se produce un hecho insólito en política internacional: la llamada a la guerra santa por el presidente de una república. En una conferencia de prensa, ni corto ni perezoso, Morsi, en un delirio de grandeza y ejerciendo ya de califa, llamó a “emprender la yihad contra los infieles de Damasco”.
Los altos mandos del Ejército, que hasta entonces se había empleado a fondo en los constantes choques internos entre islamistas y manifestantes anti-Morsi, que corrían el riesgo de degenerar en un conflicto civil, observaron estupefactos como el irresponsable presidente del país quería embarcar a la nación en un conflicto regional.
Ante esta situación, convocaron al Estado Mayor y, previa consulta con las altas autoridades religiosas del país, el Ejército optó finalmente por retirarles el poder a los Hermanos Musulmanes y ponerse de parte de los continuadores de la revolución, hasta el punto de que cánticos de “El Ejército y el pueblo están unidos” fueron el lema de la plaza Tahrir el día de la destitución de Morsi.
P: Las noticias llegan en ambos sentidos, por un lado, se habla mucho del protocolo financiero que EEUU concede al ejército egipcio, y por otro lado llegan informaciones como que el Gobierno egipcio ha cerrado el canal de Suez para evitar que buques de guerra británicos lo usen en su campaña contra Siria ¿Es el ejército egipcio realmente aliado de los EEUU?
R: Puede que tengan intereses en común pero el ejército egipcio es un ejército nacional y tiene historia compartida sentimentalmente con el ejército sirio junto al de guerra contra Israel, unión y resistencia y aunque tenga intereses en común con EEUU no significa dejar a las fuerzas occidentales que utilicen el Canal de Suez para atacar a un país árabe que estuvo unido a Egipto.
(*).Nagham Salman es analista política especialista en asuntos de Oriente Próximo, comentarista de TV. Alberto J. Miranda, periodista de la Republica entrevista a Nagham Salman, de origen sirio. Ella es experta en Oriente Medio y colaboradora habitual de medios como RT o HispanTV y actualmente reside en Barcelona.