7 de octubre de 2023

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CRISIS MUNDIAL. ¿QUIÉNES PAGARÁN 4 BILLONES DE DÓLARES?

Por: Antonio Peredo Leigue.

27 de abril de 2009

Los bancos recibirán algo más de cuatro billones de dólares para evitar la quiebra y seguir negociando a favor del sistema que los mantiene como referente fundamental. Escriban un 4 y agréguenle 12 ceros. ¿Puede, alguien, decir cuánto dinero es eso? No sólo en volumen o peso, sino en valor.

La deuda externa de todos los países empobrecidos alcanza a menos de la tercera parte de esa cantidad. El producto interno bruto anual de todo el planeta, incluyendo las naciones enriquecidas, no llega a esa cifra. De todos modos, con el mecanismo que han acordado las siete potencias internacionales, dispondrán de esa cifra para evitar el derrumbe del sistema. La pregunta esencial es: ¿podrán impedir la catástrofe?

Veamos qué medidas tomarán y cómo las aplicarán. El Fondo Monetario Internacional, es decir, la entidad encargada de proteger el sistema ha dicho que “la crisis ocasionará 4.1 billones de dólares en pérdidas a las entidades financieras de Estados Unidos, Europa y Japón, lo que les creará un agujero que sólo los gobiernos pueden tapar”. Se trata entonces de que los gobiernos, que manejan el dinero de los ciudadanos que pagan impuestos, seguirán entregando fondos a los bancos en proporciones tan impresionantes que, según el mismo FMI, deben llegar incluso a nacionalizarlos. Hay que considerar que este término, en el sistema capitalista, es rechazado pues se le considera antesala del socialismo. Pero, dejando atrás tales consideraciones, el hecho concreto es que la quiebra bancaria será absorbida por los gobiernos de Estados Unidos, Unión Europea y Japón.

Toman el dinero de sus propias arcas. Es cierto. Pero ocurre que, para tomar un solo caso, la Reserva Federal norteamericana tiene una deuda que supera 1,5 billones de dólares. En esta cifra, no se cuenta aún el soporte que han entregado a sus bancos, la que alcanza a una cifra similar, lo que supone que su deuda ascendió a 3 billones de dólares. Este dinero, ¿sale de los bolsillos de los contribuyentes norteamericanos? No parece ser así, pues lo que se pretende como reactivación del sistema, es una reducción de los intereses bancarios y, a la vez, una mora impositiva que en algunos casos, como es la General Motors, será un perdón de su deuda para con el Estado. Por lo tanto, son otros los recursos a los que acudirá el gobierno de Washington.

La disminución de precios para las materias primas que compran a los países empobrecidos y la elevación del valor de los productos que nos venden. De ahí salen los recursos para salvar el sistema que beneficia a los países enriquecidos y mantiene en la pobreza y, por supuesto, agrava la miseria de nuestras naciones. La fórmula es simplista, ciertamente, pero tiene el propósito de desnudar el esquema básico de la explotación a la que siempre hemos estado sometidos.

Seguramente el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, El Banco Interamericano de Desarrollo, la CEPAL y cuanto organismo aparezca, se esmerarán en presentarnos la situación de una forma tal que terminemos aceptando que nosotros, los países empobrecidos, somos al menos tan culpables de la crisis, como aquellos que manejan los recursos de todo el mundo de forma tal que, periódicamente, debemos soportar una crisis más grave que la anterior.

Sin embargo, éste puede ser el momento en que, reunidos y consensuados, los países que sufrimos la explotación, digamos: ¡basta! Y rompamos el círculo vicioso que tiene una dimensión planetaria.