7 de octubre de 2023

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INMIGRACIÓN: OBAMA CALLA

Por: Carlos Ceresole.

24 de marzo de 2009

(BBC). Seguramente los manifestantes que se acercaron hasta el Centro Educativo Miguel Contreras de Los Ángeles para reclamar al presidente Barack Obama una rápida reforma migratoria se fueron decepcionados por no escucharle decir una palabra sobre el tema.

Obama vendió esperanza al hablar de la crisis económica.

Al interior del recinto, frente a una platea colmada de ciudadanos comunes que consiguieron sus entradas en un sorteo organizado por la Casa Blanca, Obama dedicó el encuentro a explicarle más que nada a los californianos qué hay para ellos en el presupuesto que enviará al Congreso.

En un estado con el mayor costo de vida del país, donde una de cada 10 personas está sin trabajo, donde el precio de las propiedades cayó un 20% y los remates judiciales de viviendas representan un tercio del total nacional, no era de extrañar que el empleo y el mercado inmobiliario dominaran el encuentro.

Pero al menos, al iniciar su discurso -flanqueado por el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, y el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa- Obama repitió su ya consagrado "Sí se puede", esta vez en español.

En una ciudad donde el 40% de los habitantes se remiten a un origen hispano, eso también podía esperarse.

"No necesito decirles que son tiempos difíciles. Ustedes lo saben. Y no les puedo decir cuánto tiempo nos llevará arreglarlo. Pero les prometo que habrá mejores días en el futuro", les dijo el presidente.

Comunicador

En todo momento Obama hizo gala de sus habilidades de extraordinario comunicador.

Muchos hispanos le recordaron a Obama el tema migratorio.

Recordó varias veces que no será posible salir de esta crisis sin sacrificios, que hará falta paciencia hasta ver los resultados y compromiso de cada estadounidense para llegar al final del camino Pero vendió esperanza, y todos en el auditorio parecieron salir satisfechos.

En la calle, varias organizaciones hispanas se dieron cita para recordar al presidente sus promesas de campaña.

"Estamos aquí para apoyarlo", aseguró a BBC Mundo Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA).

Las pancartas y los cantos de los asistentes, en tanto, reclamaban el fin de las redadas contra los inmigrantes indocumentados y la "necesidad de una reforma migratoria integral y humana" antes de que termine el año.

"Nosotros tenemos muchas esperanzas (con Obama), pero también entendemos que si no hacemos este tipo de presión, estos temas se pueden olvidar frente a tantas otras cosas".

Historias personales

Las historias personales de algunos de los que allí esperaban el paso de la caravana oficial para mostrar sus carteles revelan lo apremiante del tema para muchos.

Varias organizaciones hispanas se hicieron presentes en el acto.
Kevin Prada tiene 12 años y es estadounidense. Pero su padre llegó de Perú como asilado 17 años atrás y hace dos fue deportado luego de que su pedido no se resolviera favorablemente. Desde entonces viven separados.

El joven trajo una carta contando su caso, con la esperanza de hacerla llegar al presidente: "Él nos prometió que en su primer término iba a haber cambios para los inmigrantes".

Victoria Márquez tiene exactamente el problema opuesto. Su esposo y sus tres hijos están en El Salvador, mientras ella trabaja "de plomera por las noches y limpiando casas de día" para enviarles dinero.

Hace 13 años que no los ve. "Sé que si salgo, ya no puedo volver a entrar nunca más", dijo a BBC Mundo.

"Yo tengo fe en Dios y en Obama. Sólo que hay que recordarle de vez en cuando a él, para que no se olvide de nosotros, los inmigrantes", afirmó.

Reconocer los problemas

Es cierto que el presidente no abordó públicamente el tema migratorio en Los Ángeles, ni tampoco por la mañana en su recorrido por una planta de pruebas para vehículos eléctricos en Pomona.

Sabemos que resolver la crisis inmobiliaria es una de las claves para superar la crisis económica

Pero inmediatamente antes de partir para esta gira de dos días por el sur de California, Obama se había reunido en la Casa Blanca con el Grupo de Parlamentarios Hispanos, a quienes aseguró que promoverá una reforma de las leyes de inmigración en los próximos meses.

Este jueves al mediodía en el Centro Educativo Miguel Contreras, en cambio, prefirió llevar tranquilidad a los angustiados propietarios californianos.

"Sabemos que resolver la crisis inmobiliaria es una de las claves para superar la crisis económica", afirmó.

Y anunció créditos fiscales este año para nuevos compradores de viviendas, que California recibirá US$145 millones del gobierno federal para asistencia en la compra y rehabilitación de casas subastadas y ayuda con las hipotecas para familias de ingresos medios y bajos.

De cara al público

Tras su discurso de poco más de un cuarto de hora, siguieron otros 30 minutos de intercambio con el público.

Las preguntas y respuestas fueron desde temas concretos de salud y educación hasta aspectos más filosóficos -como la naturaleza del cambio que propone su administración- pasando por la promoción de tecnologías limpias, la seguridad alimentaria o el acceso laboral de los discapacitados.

"Algunos dicen que nuestros planes son muy ambiciosos, que deberíamos estar haciendo menos y no más", citó el presidente a sus críticos.

"Yo les digo que nuestros desafíos son demasiado grandes para ser ignorados, el costo de la salud es demasiado alto para ignorarlo, nuestra dependencia del petróleo extranjero es demasiado peligrosa para ignorarla, nuestro déficit en educación es demasiado extenso para ignorarlo".

Y desatando un final de gritos y aplausos, Obama aseguró que "no me lancé a la presidencia para pasar todos estos problemas a la próxima generación, yo quise ser presidente para resolverlos para la próxima generación".