7 de octubre de 2023

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Un informe de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDE).

EN 12 AÑOS HUBO 4 MIL MUERTOS EN LA FRONTERA NORTE DE MÉXICO

Por: Aída Mendoza Flores (FORUM).

2 de septiembre de 2008

Desde la firma del TLCAN, en 1994, EEUU triplicó los guardias fronterizos - Controlar la inmigración irregular, el objetivo - Incrementó la construcción de barreras y muros - Invirtió 30 mil millones de dólares.

“Rafael era un joven de grandes aspiraciones, su mayor sueño: poderle dar a su familia lo necesario para no pasar hambre, educarlos, vestirlos y hasta poderles brindar algo de diversión. Era un miércoles por la noche cuando se despidió de sus seres queridos (Ana, su esposa; Magali de cuatro años y Sofía de seis meses, sus dos hijas y de Eva, su madre) y de su natal Oaxaca, el coyote ya lo esperaba en un hotel de Tijuana, le había cobrado dos mil dólares (poco más de 20 mil pesos), la mitad del dinero lo entregó al llegar a ese lugar de mala muerte y el resto debía entregarlo ya en suelo americano donde lo esperarían sus hermanos que ya tienen más de 10 años allá. Todo marchaba bien cuando Rafael, otros mexicanos y varios centroamericanos bajaban de un vehículo, tenían que correr entre la maleza y parte del desierto en Estados Unidos de América. Sin más ropa que la necesaria para cubrirse, iban a toda prisa cuando se escucharon las sirenas de la patrulla fronteriza. Sin preguntarles nada, empezó la cacería, se escuchaban balazos y maldiciones por todas partes. Rafael y Omar lograron escabullirse, la suerte estaba de su lado o al menos eso creyeron ellos. Al llegar a un lugar que parecía un restaurante, un gringo le apunto con una pistola. Rafael no entendía que decía, se mantuvo estático para evitar el enojo de su agresor. Minutos después aparecieron varios agentes, desde ese momento Rafael se convirtió en punto toral para descargar la ira de los gringos no en contra de él sino de todos los migrantes, después de eso ya no recordó nada… Hoy Rafael vive en Oaxaca con su misma pobreza, pero, ahora lo acompaña una silla de ruedas, su parálisis es consecuencia de aquella paliza en manos de los policías gringos”.

La constante violación a los derechos humanos de millones de migrantes en el mundo es uno de los problemas que más preocupa a los gobiernos de diversas naciones, principalmente, a los del continente americano, pues, según datos de organismos internacionales, en los últimos 12 años han muerto más de 4 mil personas que intentaron cruzar la frontera entre México y Estados Unidos de América.

En un informe realizado por la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) –que llegó hasta Forum– indica que desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en 1994, EEUU ha triplicado el número de guardias fronterizos para controlar la inmigración irregular; además de que ha incrementado la construcción de barreras para asegurar su frontera, para lo cual ha invertido 30 mil millones de dólares.

Sin embargo, la migración no deja de fluir, cifras demuestran que, pese a la estricta vigilancia, el número de indocumentados que cruzan al avecino país se duplicó entre 1994 y 2003 hasta alcanzar un promedio anual de 500 mil personas.

“Para muestra un botón”, dice un viejo dicho popular; tan sólo en 2007, los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos enviaron a sus familias más de 25 mil millones de dólares en remesas, dinero que benefició, en su mayoría, a hogares rurales.

Hasta aquí pudiera pensarse que el problema migratorio no pasa a mayores; sin embargo, el documento revela la existencia de verdaderos casos de brutalidad al momento de que los migrantes son aprehendidos en su caminar rumbo al “sueño americano” o cuando son detectados como trabajadores indocumentados ya en territorio estadounidense.

En 2006, dice el texto, las autoridades estadounidenses expulsaron a casi 900 mil extranjeros, más de 500 mil de ellos eran connacionales mientras que las autoridades mexicanas interceptaron y deportaron a cerca de 200 mil centroamericanos que intentaban cruzar la frontera. En 2007 se expulsó de Estados Unidos a cerca de 250 mil mexicanos, en el contexto de una “estrategia que ha tenido amplia aceptación y apoyo por la población de ese país”.

Lamentablemente la FIDE señala que en México es habitual que agentes de las distintas corporaciones policiacas y de seguridad pública extorsionen a los inmigrantes centroamericanos que cruzan la frontera sur, en tanto que en Estados Unidos se han registrado numerosos casos de brutalidad, violencia verbal e intimidación por los agentes fronterizos hacia los inmigrantes.

Al respecto, para el relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Jorge Bustamante, las violaciones a las garantías individuales que se cometen en México en contra de los inmigrantes centroamericanos son iguales o incluso peores a las que ocurren en contra de los indocumentados mexicanos en Estados Unidos.

“Hay una gran indiferencia de la sociedad civil hacia las graves violaciones a los derechos humanos de los migrantes en Estados Unido; así como también, sobre las que sufren los centroamericanos que entran a México por la frontera sur, con la intención de llegar al vecino país. Vemos a los inmigrantes centroamericanos como inferiores a nosotros; eso es racismo a la mexicana, es un cáncer respecto del cual no hacemos nada”.

Es lamentable, dijo el especialista de la ONU, que ni la sociedad ni el gobierno mexicanos, hayan hecho algo para neutralizar o evitar las redadas policiales en contra de inmigrantes mexicanos en Estados Unidos, iniciadas de manera sistemática y continua en mayo de 1996 hasta la fecha.

Agrega que en estas redadas se da la separación de las familias y el allanamiento de domicilios, los que constituyen gravísimas violaciones a derechos humanos básicos. La política de inmigración de Estados Unidos caracteriza a México como “enemigo” y a los migrantes indocumentados como “criminales”.

Jorge Bustamante detalló que la impunidad con la que se llevó a la práctica la criminalización de los judíos en tiempos de la Alemania nazi “es de la misma naturaleza sociológica que la criminalización a priori de todo aquel que por el color de su piel parezca mexicano en Estados Unidos”.

“La resistencia de Estados Unidos a reconocer la demanda de la fuerza laboral de los migrantes mexicanos está conectada con el crecimiento de la xenofobia en esa nación y también de las propuestas antinmigrantes. Estos migrantes son los mismos que han mantenido y mantienen la economía de ese país, ya que tan sólo el año pasado enviaron remesas por 25 mil millones de dólares”.

Por otra parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), estima que el número de migrantes aumentó de 21 millones en el 2000 a casi 25 millones en el 2005 en América Latina y el Caribe, cifra que representa el 13 por ciento del total mundial y que revela la necesidad de impulsar medidas para proteger los derechos humanos de estas personas.

México, la comunidad del Caribe y Colombia, tienen la mayor cantidad de emigrantes, superando el millón de personas en cada caso. Otros nueve países sobrepasan el medio millón cada uno: Argentina, Brasil, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Perú y República Dominicana.

En varios países caribeños más de 20 por ciento de la población se encuentra en el exterior, mientras que en América Latina los porcentajes más altos corresponden a El Salvador, (14.5), Nicaragua (9.6), México (9.4), República Dominicana (9.3), Cuba (8.7) y Uruguay (8.3).

Estados Unidos sigue siendo el principal destino de esta población. Hacia el 2004 había 18 millones de inmigrantes provenientes de la región, quienes junto a sus descendientes nacidos allá constituyen la primera minoría étnica del país, y de los cuales casi la mitad vive en forma indocumentada.

Es en este contexto que México participará en el Foro sobre Migración y Desarrollo que se celebrará en Manila, Filipinas, en octubre de 2008. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), ya tuvieron su primer acercamiento en el que participó la presidenta de la Comisión de Equidad de Género de la Cámara de Diputados de México, diputada Maricela Contreras Julián.

La legisladora destaca ante Forum la prioridad del tema migratorio y la necesidad de promover discusiones que consideren al problema desde una perspectiva integral, más allá de concepciones parciales basadas en la seguridad nacional o de la simple gestión de flujos migratorios.

“Sólo a través de un debate amplio y con la participación de todos los actores involucrados, podrán forjarse los entendimientos necesarios para hacer frente a las migraciones internacionales y podrá colocarse a la persona del migrante en el centro de la discusión”, advierte.

Aunque, dijo la legisladora, siempre es difícil en temas de esta índole, discutir las políticas restrictivas que existen y el disfrute de los derechos humanos de los migrantes, debemos abordar el tema en el ámbito mundial. “Recuerden que participaremos al lado de Sudáfrica, Argentina, Brasil, Ecuador, El Salvador, Egipto, España, Filipinas, India, Turquía y Uruguay”.

Por otra parte, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores para América del Norte del Senado de la República, el panista Ricardo García Cervantes, manifiesta que se hace necesario que legisladores de los partidos políticos, tomen cartas en el asunto sobre la violación de los derechos humanos de los migrantes. “Debemos de comprometernos todos a defender a nuestros connacionales, si es preciso llegar hasta las cortes internacionales lo haremos para evitar que continúe el maltrato a los mexicanos que radican en Estados Unidos”.

Que recuerden, dijo el legislador, que formamos parte de organizaciones internacionales; hemos signado protocolos, acuerdos y tratados, y estamos bajo la jurisdicción de tribunales internacionales en materia de derechos humanos, donde haremos valer las denuncias violatorias de los derechos humanos de nuestros connacionales.

Al ser interrogado sobre la afirmación que hace la FIDE sobre el maltrato de migrantes centroamericanos que ocurre en nuestro país, el senador panista, no niega la existencia de violencia y extorsión, “es ahí donde los legisladores debemos estar muy atentos, debemos crear leyes que garanticen la integridad de quienes llegan a México sean o no indocumentados”.